Pregunta a R-58. absceso pulmonar subpleural. El pulmón tiene una gran cavidad periférica limitada de la pleura, que se rompió la extracción del órgano. En el pulmón intacta la cavidad que contiene pus, lo que constituye un absceso (acumulación de exudado purulento que crea un nuevo pozo). El origen del absceso pulmonar es generalmente post-neumónica, cuando el proceso inflamatorio es muy pesada, causando necrosis del tabique. Ver la hoja A. 64 , donde se observa el proceso de formación de un absceso en el nivel microscópico). |
Pregunta a R-77. absceso pulmonar subpleural. Otro ejemplo de absceso, tomando nota de la forma redondeada de los restos de la cavidad y exudado purulento todavía adherida a la superficie interior. |
Pregunta a R-12. La neumonía lobular, gangrena y abscesos pulmonares. El pulmón se ha sobre todo la neumonía lobar como ya se ha demostrado en eljuego R-17 . La porción de la E. es necrótico y fue, en la vida, colonizado por bacterias saprofitas (anaeróbicos). Esto se llama gangrena (necrosis modificada por la acción del aire o bacterias), que se caracteriza por la exhalación intenso hedor. En el área de la neumonía hay dos pequeños abscesos, que se muestran en detalle en las figuras siguientes. |
El 51/01. absceso pulmonar subpleural. cavidad de la lesión justo debajo de la pleura, que estaba llena de pus. Un poco de pus todavía se adhiere a la superficie interna del absceso. Las siguientes áreas pulmonares tienen color gris rosáceo, lo que sugiere que normalmente se ventila. |
ABSCESO PULMONAR
Es un reblandecimiento purulento, focal y delimitado del tejido pulmonar. La cavidad contiene pus cremoso, por lo general inodoro, así como restos de tejido pulmonar necrótico, leucocitos y algunas fibras elásticas. Usualmente se encuentran abundantes bacterias, especialmente, estafilococos y estreptococos.
La pared del absceso reciente está formada por tejido pulmonar friable e infiltrado neumónico con signos incipientes de organización. Un absceso antiguo está delimitado por una membrana piógena. Alrededor, se encuentra, por lo general, una atelectasia o bien signos de neumonía descamativa.
La resolución del absceso ocurre después del vaciamiento espontáneo o quirúrgico, con colapso y cicatrización.
Los abscesos pueden ser el resultado de inhalación de cuerpos extraños, secundarios a obstrucción bronquial, neumonía, pioemia e infarto séptico, traumatismos pulmonares, diseminación transpleural (actinomicosis y amebiasis hepáticas), quistes hidatídicos infectados y tumores infectados.
Se reconocen cuatro mecanismos principales posibles de formación de un absceso pulmonar:
1. Broncógeno: inflamación de la pared bronquial propagada al parénquima o aspiración de cuerpos extraños.
2. Hematógeno: embolias sépticas alojadas en las ramas de la arteria pulmonar.
3. Origen neumónico : a partir de lesiones primitivamente situadas en el parénquima pulmonar.
4. Extensión de una supuración vecina, como absceso hepático, heridas y traumatismos pulmonares y otros.
Las cavidades que persisten son frecuentemente colonizadas por hongos, especialmente Aspergillus (aspergiloma ) y por bacterias del género Actinomices .
El vaciamiento a la cavidad pleural provoca un empiema, más raramente un pioneumotórax, que si al mismo tiempo está en relación con el árbol bronquial, termina en una fístula bronco- pleural.
absceso pulmonar es una cavidad llena de pus en el pulmón, rodeada de tejido inflamado, producida por una infección.
- La causa del absceso pulmonar suele ser una bacteria que vive normalmente en la boca y es inhalada al interior de los pulmones.
- Los síntomas incluyen fatiga, pérdida de apetito, sudoración, fiebre y tos productiva de esputo.
- El diagnóstico suele determinarse mediante una radiografía de tórax.
- Las personas afectadas suelen necesitar tratamiento antibiótico durante algunas semanas antes de que el absceso pulmonar desaparezca.
Causas
Un absceso pulmonar suele tener su origen cuando las bacterias que normalmente colonizan la boca o la garganta son aspiradas hacia el interior de los pulmones, lo que da como resultado una infección. A menudo, una enfermedad en las encías (periodontal) puede ser la fuente de bacterias que causan abscesos en los pulmones. El organismo cuenta con muchos mecanismos de defensa (tales como la tos) que ayudan a prevenir la entrada de bacterias a los pulmones. La infección se produce, principalmente, cuando la persona está inconsciente o adormecida por sedación, anestesia, consumo de alcohol o drogas o por enfermedad del sistema nervioso. En personas cuyo sistema inmunitario funciona mal, la causa del absceso pulmonar puede ser microorganismos que no suelen hallarse en la boca o la garganta, tales como hongos o Mycobacterium tuberculosis (el microorganismo causante de la tuberculosis). Otra causa de absceso pulmonar es Staphylococcus aureus así como Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), que es una infección grave. Esto se da generalmente en adultos jóvenes, previamente sanos o niños, especialmente si tienen gripe.
La obstrucción de las vías respiratorias también puede llevar a la formación de un absceso. Si las ramas de la tráquea (bronquios) son obstruidas por un tumor o por un cuerpo extraño, puede formarse un absceso porque las secreciones (mucosidad) se acumulan detrás del tumor. A veces las bacterias penetran en estas secreciones. La obstrucción evita que las secreciones cargadas de bacterias sean expectoradas a través de las vías respiratorias.
Con menor frecuencia, los abscesos aparecen si las bacterias o coágulos de sangre infectados se desplazan por el flujo sanguíneo a los pulmones desde otro lugar infectado del organismo (embolia pulmonar séptica).
Generalmente, las personas desarrollan solo un absceso pulmonar como resultado de la aspiración o bien de la obstrucción de las vías respiratorias. Si se desarrollan varios abscesos, suelen afectar al mismo pulmón. Sin embargo, si una infección llega al pulmón a través del torrente sanguíneo, pueden formarse múltiples abscesos, diseminados en ambos pulmones. Este problema es más frecuente entre las personas que se inyectan drogas utilizando agujas sucias o métodos no esterilizados.
Finalmente, la mayor parte de los abscesos se rompen dentro de una vía respiratoria y producen una gran cantidad de esputo que necesita ser expulsado con la tos. Además, un absceso que se rompe deja en el pulmón una cavidad que se llena de líquido y de aire. La cavidad puede convertirse en una parte del pulmón inactiva, o puede requerir extirpación quirúrgica. A veces, un absceso se rompe en el interior del espacio entre los pulmones y la pared torácica (cavidad pleural) y llena de pus este espacio, situación denominada empiema. Muy raramente, si un absceso destruye la pared de un vaso sanguíneo, puede originar una hemorragia grave.
Síntomas
Los síntomas suelen empezar lentamente. Sin embargo, según cuál sea la causa del absceso, los síntomas pueden aparecer de forma repentina. Los síntomas iniciales se parecen a los de la neumonía: cansancio, pérdida del apetito, sudoración, fiebre y tos acompañada de esputo. Este esputo puede estar teñido de sangre y es frecuente que tenga un olor muy desagradable (causado por las bacterias provenientes de la boca o la garganta, que tienden a producir olores fétidos). Las personas afectadas también sienten dolor torácico con la respiración, especialmente si el revestimiento en la parte exterior de los pulmones y en el interior de la pared torácica (pleura) está inflamado (una enfermedad denominada pleuresía o pleuritis, ver verDerrame pleural : Síntomas). Muchas personas padecen estos síntomas durante semanas o meses antes de ir al médico. Tienen abscesos crónicos y, además de otros síntomas, pierden mucho peso y diariamente, tienen fiebre y sudoración nocturna. En cambio, los abscesos pulmonares causados porStaphylococcus aureus o SARM son potencialmente mortales en cuestión de días, a veces solo de horas.
Diagnóstico
Los abscesos pulmonares casi siempre aparecen en la radiografía de tórax. No obstante, la manera como aparece un absceso pulmonar en una radiografía de tórax es a veces similar al modo como aparecen otras enfermedades, como cáncer, sarcoidosis o granulomatosis de Wegener. En algunos casos, el absceso solo se encuentra cuando se realiza una tomografía axial computadorizada (TAC) del tórax. Los cultivos de esputo ayudan a identificar el organismo causante del absceso, pero esta prueba no suele ser útil salvo para descartar SARM, tuberculosis e infecciones fúngicas.
Tratamiento
El tratamiento requiere la administración de antibióticos. Estos antibióticos se administran inicialmente por vía intravenosa en la mayoría de los casos y, más tarde, cuando la persona ha mejorado, se pasa a la vía oral. Este tratamiento continúa hasta que desaparecen los síntomas y una radiografía de tórax muestra que el absceso se ha resuelto. Esta mejora puede requerir algunas semanas o incluso meses de terapia antibiótica.
La broncoscopia (ver ver Broncoscopia) suele llevarse a cabo si se sospecha que el absceso es el resultado de un tumor o de la obstrucción de las vías respiratorias por un objeto extraño. En casos poco frecuentes es necesario vaciar un absceso pulmonar por medio de un tubo que se introduce por la pared torácica hasta el interior del absceso, o hay que extirpar quirúrgicamente el tejido pulmonar infectado. A veces hay que extirpar todo un lóbulo o incluso el pulmón completo.
La mayoría de las personas se curan. La probabilidad de éxito del tratamiento es menor si la persona está debilitada, tiene un sistema inmunitario deficiente o padece un cáncer de pulmón.
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