La tahini o tahina (en árabe: طحينية; en hebreo, טחינה; en turco, tahin) es una pasta hecha a partir de semillas desésamo (también llamado ajonjolí) molidas que interviene como ingrediente en varios platos de Oriente Medio.
Salsa
La salsa de tahina está compuesta de:
- Pasta de tahini: sésamo (preferentemente tostado) molido, al que se añade líquido (agua, aceite de semillas o aceite de oliva) y una pizca de sal
- Dientes de ajo, aplastado
- Sal
- Zumo de limón
- Perejil, finamente picado (opcional)
Empleo
Es un ingrediente esencial del hummus (puré de garbanzos) y del baba ganush (puré de berenjenas). Puede tomarse también untada en pan (principalmente, en pan de pita) y aliñada, y con frecuencia se diluye en zumo de limón y agua, con adición opcional de ajo, para formar una salsaque acompaña diversos platos, como las brochetas de carne (los llamados pinchos morunos), la carne asada (shawarma), las croquetas de garbanzos o habas (faláfel), ensaladas, etc.
En Turquía, la tahina mezclada con pekmez (algo como sirope o arrope) se consume comúnmente como parte del desayuno en invierno.
Es el ingrediente principal del halva de tipo Mediterráneo y Balcánico.
Preparación:
Para la elaboración de esta receta de tahini con berenjenas vamos a necesitar un buen par de berenjenas, puedes comprarlas en cualquier supermercado o frutería. Muchas verduras como es el caso de la berenjena o el calabacín no se pelan para comerlas ya que la piel contiene muchas propiedades buenas y además tienen buen sabor, por eso conviene limpiarlas lo mejor posible con agua. Cuando las tengas las partes con un cuchillo afilado por la mitad a lo largo. Luego le das dos o tres cortes en la carne, no demasiado profundos para no cortar la piel.
Enciende el horno a 190 grados, mientras que se va calentando coloca las berenjenas en una fuente apta para horno, colócalas con la carne hacia abajo. Riega brevemente con aceite de oliva por encima las berenjenas, el aceite facilitará que las berenjenas se hagan un poco por encima. Por supuesto si utilizamos siempre aceite de oliva virgen extra mejor que mejor. Mete la bandeja en el horno con las berenjenas partidas, deja que se horneen durante aproximadamente 22-24 minutos.
Cuando haya pasado este tiempo, saca las berenjenas del horno y deja que se enfríen. Cuando estén ya frías, para que no te quemes, procede a quitarles las semillas y sacarle la carne a las berenjenas con la ayuda de una cuchara finita. Existen otros utensilios específicos para hacer esto, son del estilo a las cucharas con las que se sirven los helados. Lo que siempre debes tener mucho cuidado con no romper la piel de las berenjenas al hacer esto para poder usarlas después. Echa la carne de las berenjenas a un vaso apto para batidora.
Teniendo ya la carne en el vaso, le vamos a agregar un poco de comino molido, el tahini, el aceite de oliva virgen extra, el diente de ajo pelado y el zumo exprimido de un limón. El zumo de este cítrico es una estupenda fuente de propiedades entre las que destaca la vitamina C, si tomamos a menudo este cítrico ayudaremos a nuestro organismo a combatir todo tipo de gripes, resfriados y muchos otros virus. Puedes echar pimienta y sal al gusto, sin pasarte. Usa la batidora eléctrica para triturar todos los ingredientes y convertirlos en una salsa poco espesa y suave. Añade ahora el yogur, y continúa batiendo durante varios segundos más, la crema tendrá una textura muy cremosa.
Para la elaboración de esta receta de tahini con berenjenas vamos a necesitar un buen par de berenjenas, puedes comprarlas en cualquier supermercado o frutería. Muchas verduras como es el caso de la berenjena o el calabacín no se pelan para comerlas ya que la piel contiene muchas propiedades buenas y además tienen buen sabor, por eso conviene limpiarlas lo mejor posible con agua. Cuando las tengas las partes con un cuchillo afilado por la mitad a lo largo. Luego le das dos o tres cortes en la carne, no demasiado profundos para no cortar la piel.
Enciende el horno a 190 grados, mientras que se va calentando coloca las berenjenas en una fuente apta para horno, colócalas con la carne hacia abajo. Riega brevemente con aceite de oliva por encima las berenjenas, el aceite facilitará que las berenjenas se hagan un poco por encima. Por supuesto si utilizamos siempre aceite de oliva virgen extra mejor que mejor. Mete la bandeja en el horno con las berenjenas partidas, deja que se horneen durante aproximadamente 22-24 minutos.
Cuando haya pasado este tiempo, saca las berenjenas del horno y deja que se enfríen. Cuando estén ya frías, para que no te quemes, procede a quitarles las semillas y sacarle la carne a las berenjenas con la ayuda de una cuchara finita. Existen otros utensilios específicos para hacer esto, son del estilo a las cucharas con las que se sirven los helados. Lo que siempre debes tener mucho cuidado con no romper la piel de las berenjenas al hacer esto para poder usarlas después. Echa la carne de las berenjenas a un vaso apto para batidora.
Teniendo ya la carne en el vaso, le vamos a agregar un poco de comino molido, el tahini, el aceite de oliva virgen extra, el diente de ajo pelado y el zumo exprimido de un limón. El zumo de este cítrico es una estupenda fuente de propiedades entre las que destaca la vitamina C, si tomamos a menudo este cítrico ayudaremos a nuestro organismo a combatir todo tipo de gripes, resfriados y muchos otros virus. Puedes echar pimienta y sal al gusto, sin pasarte. Usa la batidora eléctrica para triturar todos los ingredientes y convertirlos en una salsa poco espesa y suave. Añade ahora el yogur, y continúa batiendo durante varios segundos más, la crema tendrá una textura muy cremosa.
La taramosalata (en griego ταραμοσαλάτα) o tarama (en turco) es un plato típico de las cocinasgriega y turca que forma parte de los mezes (platos parecidos a las tapas españolas).
Se elabora tradicionalmente con tarama, que son huevas en salazón y curadas de carpa, aunque existen variedades de otras especies, especialmente de bacalao. Las huevas se mezclan conzumo de limón, cebolla, ajo, aceitunas y a veces picatostes.
En Francia es muy popular pero nunca se cocina, comprándose preparada industrialmente, por lo que suele llevar nata, puré de patata e incluso gelatina para que resulte más consistente. El color depende del tipo de huevas empleadas y puede ir desde el rosado hasta el parduzco, pero las taramosalatas producidas en masa suelen ser de color rosa por la adición de colorantes.
- Tipo: Cocina griega
- Tiempo: 10 min + 1h de nevera
- Dificultad: Media
- Nº de Personas: 4
General
1 vaso (de los de vino) de aceite de oliva
1 cebolla pequeña (opcional)
250 gramos de huevas de pescado saladas
4 cucharadas soperas de leche
1 limón
2 rebanadas de pan del día anterior
sal y pimienta
1 vaso (de los de vino) de aceite de oliva
1 cebolla pequeña (opcional)
250 gramos de huevas de pescado saladas
4 cucharadas soperas de leche
1 limón
2 rebanadas de pan del día anterior
sal y pimienta
Preparación:
La taramosalata es una rica crema a partir de huevas de pescado, que puede utilizarse como plato principal o para acompañar otras comidas. Empiece quitando los bordes al pan y póngalo en remojo en la leche templada. Una vez que lo ha escurrido bien, colóquelo en el bol de la batidora, o de la minipimer, con las huevas de pescado, el aceite de oliva, el zumo de limón y, si quiere, un poco de cebolla picada. Salpimiente. A continuación, mézclelo todo a velocidad media, hasta que obtenga una pasta o puré que sea homogéneo y untuoso. Finalmente, para que repose, déjelo en la nevera durante al menos una hora. Puede servir esta crema adornándola, por ejemplo, con alcaparras o rodajas de limón, e incluso, con aceitunas negras. Otras opciones pasan por presentarlo solo o con entremeses variados.
Tarhana Çorbası (turco), trachanas (griego τραχανάς) o (xino)chondros ((ξυνό)χονδρος), kishk (Egipto), o kushuk (Irak) son alimentos secos durante la fermentación que se realiza en una mezcla de granos de cereal y yogur o leche fermentada, generalmente se consume como una sopa. Debido a su condición dobre de medio ácido y poco húmedo preserva las proteínas de la leche durante largos periodos de tiempo. El tarhana es muy similar en preparación a algunos tipos de kishk. En la cocina turcael tarhana consiste en granos de trigo ligeramente molidos (o reducidos a harina), yogur y verduras fermentadas y luego secadas. En la cocina griega el trahana contiene sólo trigo molido y yogur. En Chipre es considerado una especialidad nacional y a menudo se saboriza con hojas de laurel, tomillo salvaje y semillas de hinojo. Todo ello consumido como una sopa añadiéndole agua al caldo. En todos estos países el tarhana puede encontrarse en tiendas de conveniencia como sopa deshidratada en sobres o paquetes.
Historia
Los investigadores Hill and Bryer (1995) argumentan trahana un tipo de τρακτον/tractum, un espesante mednionado por Apicius en el siglo I,1 mientras que otros autores lo consideran un tipo de migas crujientes. Dalby2 (1996) conecta el τραγός/τραγανός describiéndolo (y condenándolo) en la obra de Galeno denominadaGeoponica 3.8. Weaver (2002) también lo considera un alimento de orígenes orientales.
Perry (1997), por otra parte, argumenta que la evolución fonética de τραγανός a tarhana es muy poco probable, y que probablemente tenga un origen Persa tarkhâne. Considera que es una especie de adaptación de τραγανός a τραχύς es una aproximación 'burda', pensando que quizás τραχύς puede haber sido influenciado por laetimología popular. El nombre húngaro de tarhonya posee el mismo origen, y probablemente fuera antaño el mismo en ambos lugares, pero el plato difiere ligeramente ya que emplean harina y huevo.
Preparación
La tarhana se prepara mezclando harina (o granos de trigo triturados) con yogur o leche agria, y con la posibilidad de añadir verduras escaldadas, sal y especias; se deja que la mezcla fermente y posteriormente se deja que se seque, el resultante se muele. La fermentación produce el ácido láctico y otros componentes químicos que proporcionan a la tarhana sus sabores y aromas característicos: el pH se baja a 3.4-4.2, y el proceso de secado reduce la humendad de las fibras a un porcentaje de 6-10%, resultando un medio inhospitable para los elementos patógenos y los organismos encargados de favorecer la descomposición, mientras que las proteínas de la leche se preservan.
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