sábado, 14 de enero de 2017

Historia - Historia antígua

historia de cartago - guerras

La batalla de Agrigento (261 a. C.) fue el primer enfrentamiento campal entre Cartago y la República de Roma a gran escala de la primera guerra púnica. Tuvo lugar en la población siciliana de Agrigento tras un largo asedio que comenzó en 262 a. C.
Las tropas cartaginesas lideradas por Aníbal Giscón y Hannón fueron derrotadas por los romanos, que obtuvieron gracias a ello el control de casi toda la isla de Sicilia.
Batalla de Agrigento
Primera guerra púnica
AgrigentoMap.png
Ubicación de Agrigento en la isla de Sicilia, en el mar mediterráneo.
Fecha261 a. C.
LugarAgrigentoSicilia
Coordenadas37°19′00″N 13°35′00″ECoordenadas37°19′00″N 13°35′00″E (mapa)
ResultadoVictoria romana
Beligerantes
República de CartagoRepública romana
Comandantes
Aníbal Giscón
Hannón
Lucio Postumio Megelo
Quinto Mamilio Vítulo
Fuerzas en combate
Ejército de liberación:1
50 000 infantes
6000 jinetes
60 elefantes
Guarnición de Agrigento:
1800 infantes
40 000 hombres2
Bajas
3000 muertos en batalla2
50.000 habitantes de Agrigento esclavizados3
1000 muertos

Preludio

En 288 a. C., los mamertinos, un grupo de mercenarios italianos contratados por Agatoclestirano de Siracusa, ocuparon la ciudad de Mesina, matando a todos los hombres y tomando a sus mujeres como esposas. Desde esta base asolarían la región y acabarían enfrentándose al imperio regional en expansión de Siracusa. En respuesta a los ataques de Hierón II, los mamertinos solicitaron ayuda a dos estados: Cartago y la República romana.
Buscando contrarrestar a las fuerzas cartaginesas ubicadas en Sicilia, Roma envió un ejército a la región. Para los romanos, que no poseían una armada naval por aquella época, se trataba de su primera incursión en una campaña fuera de la península itálica.
La asistencia inicial a Mesina se convertiría gradualmente en una guerra abierta por la totalidad de la isla de Sicilia. En los años previos a la batalla se produjeron algunos enfrentamientos de menor importancia entre los dos ejércitos, mientras éstos aprendían a manejarse en el terreno siciliano. En esa época, Roma fue tomando el control sobre la porción oriental de la isla, en alianza con Siracusa.

Asedio de Agrigento

En 262 a. C. los romanos enviaron un nuevo ejército de gran escala a Sicilia, compuesto de unos 40 000 hombres organizados en cuatro legiones y los alae de caballería asociados. El ejército estaba dirigido por los dos cónsulesLucio Postumio Megelo y Quinto Mamilio Vítulo. Los refuerzos fueron enviados en respuesta a la gran operación de reclutamiento y entrenamiento que se estaba produciendo en el bando cartaginés.
Apoyado por los suministros procedentes de Siracusa, el ejército consular marchó a Agrigento, en la costa sudoeste de la isla, en junio de ese año. Esta ciudad debía funcionar como campamento base del nuevo ejército cartaginés, aunque por entonces estaba sólo ocupada por una guarnición local de 1500 hombres, al mando de la cual estaba Aníbal Giscón.
Giscón respondió a la amenaza refugiando a la población de Agrigento tras las murallas de la ciudad, a la vez que acaparaba todas las provisiones que pudo conseguir de los alrededores. La ciudad se preparó para un largo asedio, y todo lo que tenía que hacer era esperar a que llegaran los refuerzos cartagineses que estaban en ese momento en preparación. En aquella época, la ingeniería de asedio y la construcción de maquinaria para asaltar torres y fortalezas era un arte que los romanos todavía no conocían y la única forma en la que podían conquistar una ciudad fortificada como Agrigento era a través de un largo bloqueo, y la rendición por hambre. Con ese fin, el ejército acampó tras los muros de la ciudad, y se preparó para esperar el tiempo necesario para que la ciudad terminarse rindiéndose. Gracias al apoyo logístico desde Siracusa, sus propias provisiones no serían un problema.
Algunos meses después, Giscón comenzó a sufrir los efectos del bloqueo y apeló a Cartago para el envío de ayuda urgente. Los refuerzos desembarcaron en Heraclea Minoa a comienzos del invierno de 262-261 a. C., y estaban compuestos por 50 000 soldados de infantería, 6000 de caballería y 60 elefantes de guerra bajo el mando de Hannón. Los cartagineses marcharon hacia el sur para rescatar a sus aliados y, tras una serie de enfrentamientos de caballería menores que ganó Hannón, establecieron su campamento muy cerca de los romanos. Hannón desplegó inmediatamente sus tropas en formación de batalla, pero los romanos se negaron a luchar en campo abierto. Por el contrario, fortificaron su línea de defensa exterior y, mientras mantenían el asedio sobre Agrigento, quedaron a su vez cercados por el ejército cartaginés de liberación.

Batalla de Agrigento

Con Hannón acampado a las afueras de su propia base, la línea de suministros que abastecía a los romanos desde Siracusa dejó de estar disponible. Ante el riesgo de comenzar a sufrir el hambre, los cónsules eligieron ofrecer batalla. En este caso fue Hannón el que se negó al enfrentamiento, posiblemente con la intención de derrotar a los romanos por inanición. Mientras tanto, la situación dentro de Agrigento era ya desesperada tras más de seis meses de bloqueo. Aníbal Giscón, comunicándose con el ejército exterior mediante señales de humo, envió una solicitud urgente de ayuda tras la cual Hannón se vio obligado a ofrecer la batalla campal a los romanos. Los detalles de la batalla en si son, por otra parte, algo distintos según cada una de las fuentes (lo cual no deja de ser habitual en las fuentes antiguas).
Hannón desplegó la infantería cartaginesa en dos líneas, con los elefantes y los refuerzos en la segunda línea y la caballería probablemente en las alas. El plan de batalla de los romanos se desconoce, aunque probablemente se organizasen en la típica formación triplex acies.
Las fuentes coinciden en afirmar que la batalla fue larga, y que los romanos fueron capaces de romper el frente cartaginés. Esto provocó el pánico en la retaguardia y las reservas cartaginesas huyeron del campo de batalla. También es posible que a los elefantes les entrara el pánico y que en su lucha desorganizasen la formación cartaginesa. En cualquier caso, los romanos resultaron victoriosos en la batalla. Su caballería logró atacar el campo cartaginés y capturar varios elefantes.
En cualquier caso, la batalla no fue un éxito completo. Gran parte del ejército cartaginés huyó, y Aníbal Giscón, junto con la guarnición de Agrigento, fue también capaz de romper las líneas enemigas y escapar.

Hechos posteriores

Tras esta batalla, la primera de cuatro batallas campales en tierra durante la primera guerra púnica, los romanos ocuparon Agrigento y vendieron a la totalidad de su población como esclavos. Los dos cónsules resultaron victoriosos, pero no fueron recibidos con un triunfo en Roma; posiblemente por culpa de la huida del general enemigo.
Después de 261 a. C., Roma controlaba la mayor parte de Sicilia, y se aseguró la cosecha de trigo de la isla para su propio uso. Además, supuso la primera campaña a gran escala fuera de la península itálica, lo cual dio a los romanos la confianza necesaria para perseguir mayores objetivos ultramarinos.







La batalla del Cabo Ecnomo o batalla de Ecnomo se libró en el año 256 a. C. entre las armadas romana y cartaginesa frente al cabo Ecnomo (hoy llamado Poggio di Sant'Angelo, Sicilia) durante la primera guerra púnica. Tomando por base el número de barcos y las tripulaciones empleadas,nota 1 esta batalla fue la mayor batalla naval de la Antigüedad y, según opiniones, la mayor de la Historia.
Batalla del Cabo Ecnomo
Primera guerra púnica
CapeEcnomus.png
Fases de la batalla.
Fecha256 a. C.
LugarCerca del cabo Ecnomo, Sicilia (Italia)
Coordenadas37°06′00″N 13°56′00″ECoordenadas37°06′00″N 13°56′00″E (mapa)
ResultadoVictoria romana
Beligerantes
República cartaginesaRepública romana
Comandantes
Hannón el Grande
Amílcar
Marco Atilio Régulo
Lucio Manlio Vulsón Longo
Fuerzas en combate
Flota cartaginesa:
350 navíos1
(posiblemente 200-250)2
Tripulación:
147.0003 -150.0004
Flota romana:
330 navíos1
(posiblemente 250)5
Tripulación:
139 0003 -140 0004
Bajas
65 barcos capturados y 30 navíos hundidos3 624 navíos hundidos

Preludio

Después de la conquista de Agrigento por la República romana, ésta decidió construir una flota capaz de amenazar la supremacía cartaginesa en el mar Mediterráneo. La desventaja inicial romana en la experiencia en la guerra naval se veía compensada por el uso del corvus para el abordaje. El resultado fue una serie de victorias navales romanas en batallas como la de Milas, que inspiraron a los romanos sobre un posible intento de invasión de las tierras cartaginesas en el norte de África.
No obstante, una operación de tal envergadura necesitaba una enorme cantidad de naves que permitiesen transportar las legiones y todo su equipamiento y provisiones a tierras africanas. Además, y para complicar el problema logístico, la flota cartaginesa patrullaba las costas de Sicilia, obligando a que el transporte fuese realizado en naves de carácter militar como los trirremes o quinquerremes, con poco espacio para la carga. Por todo ello, Roma construyó una gran flota, de unas doscientas naves, que permitiese cruzar el Mediterráneo con seguridad, y los dos cónsules de ese año, Marco Atilio Régulo y Lucio Manlio Vulsón Longo, fueron elegidos para dirigirla.
Sin embargo, los cartagineses no estaban dispuestos a permitir que esta amenaza se tornase en realidad, y enviaron una flota de envergadura similar para interceptar a los romanos. Al mando de su flota iban los generales Hannón el Grande y Amílcar, el vencedor de la batalla de Drépano (distinto de Amílcar Barca).

Batalla

Para entonces, las tácticas navales de la República romana habían mejorado mucho. Su flota avanzó a lo largo de la costa de Sicilia en formación de batalla, con las naves militares desplegadas en tres escuadrones. Los escuadrones I y II estaban directamente controlados por cada uno de los dos cónsules, y marcaban el ritmo de la marcha colocados en forma de cuña. El grupo de naves de transporte se situaba justo detrás de ellos y el tercer escuadrón cubría la retaguardia, añadiendo mayor protección a la formación.
La flota de Cartago, al mando de Amílcar y Hannón el Grande, fue desplegada al completo para interceptar a la flota de desembarco romana que transportaba a las tropas de los dos cónsules. Ambas flotas se encontraron en la costa sur de Sicilia, a la altura del cabo Ecnomo. La formación de batalla cartaginesa inicial era la tradicional formación en línea, con Amílcar en el centro y los dos flancos ligeramente adelantados. Al mando del flanco derecho estaba Amílcar.
Enfrentándose directamente con el enemigo, el frente romano avanzó contra el centro de la línea cartaginesa. El almirante Amílcar, en ese momento, fingió una retirada para permitir la aparición de un hueco entre la vanguardia romana y las naves de transporte, que eran el verdadero objetivo del enfrentamiento militar. Tras esta maniobra, los dos flancos cartagineses avanzaron contra la columna dejada atrás y atacaron desde los flancos para evitar que los romanos pudieran utilizar el corvus para abordar sus naves. Los transportes se vieron empujados hacia la costa siciliana, y los refuerzos tuvieron que entrar en batalla para enfrentarse al ataque de Hannón.
El centro de la línea cartaginesa fue finalmente derrotado tras una larga lucha, y acabó huyendo del campo de batalla. Entonces, los dos escuadrones romanos del frente dieron la vuelta para ayudar a la situación que se había creado en la retaguardia. El primer escuadrón, dirigido por Vulsón, persiguió al ala izquierda, que estaba acosando a los transportes, y el escuadrón de Régulo lanzó un ataque combinado con el tercer escuadrón contra Hannón. Sin el apoyo del resto de su flota, los cartagineses sufrieron una severa derrota. La mitad de la flota cartaginesa fue capturada o hundida.

Hechos posteriores

Tras la batalla, los romanos tomaron tierra en Sicilia para llevar a cabo las reparaciones y para que las tripulaciones pudiesen descansar. Las proas de los barcos capturados a los cartagineses fueron enviadas a Roma para adornar las rostra del foro romano, de acuerdo con la tradición que se había iniciado tras la batalla de Milas. No mucho más tarde, el ejército romano tomó tierra en Cartago y comenzó la operación punitiva contra su enemigo, liderada por Marco Atilio Régulo. Las siguientes batallas de la Primera Guerra Púnica se librarían, por tanto, en tierras cartaginesas, con victorias en ambas partes.







La batalla de Drépano (249 a. C.) enfrentó a la armada romana y a la cartaginesa en las costas de Sicilia, frente a la ciudad de Drépano (Trapani), resultando la batalla una victoria cartaginesa.
El almirante y gobernador cartaginés de Drépano, Aderbal, ofreció batalla al cónsul romano Publio Claudio, quien confiaba en asustar al cartaginés dado el tamaño de su flota de guerra. El cartaginés, llamando a los mercenarios, les ofreció la posibilidad de una rápida victoria, si presentaban batalla a los romanos, o la incomodidad de un largo asedio.1
Los mercenarios eligieron la primera opción y se embarcaron, obteniendo Aderbal una rotunda victoria. Tras la victoria, el Gran Consejo de Cartago colmó de honores a Aderbal.

Batalla de Drépano
Primera guerra púnica
Drepana.png
Esquema de la batalla de Drépano
Fecha249 a. C.
LugarCerca de las costas de DrépanoSicilia (Italia)
Coordenadas38°01′00″N 12°31′00″ECoordenadas38°01′00″N 12°31′00″E (mapa)
ResultadoVictoria cartaginesa
Beligerantes
República romanaRepública de Cartago
Comandantes
Publio Claudio PulcroAderbal,
Amílcar
Fuerzas en combate
Cerca de 120 barcosCerca de 120 barcos
Bajas
93 barcos capturados o hundidosNinguna

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