Venus y Marte sorprendidos por Vulcano (en neerlandés, Venus en Mars verrast door Vulcanus) es una obra de Joachim Wtewael, pintada sobre cobre en el año 1601. Mide 21 cm de alto y 15,5 cm de ancho. Se guarda en el Mauritshuis, La Haya, en los Países Bajos.
En este cuadro se representa una historia clásica. Venusestaba casada con Vulcano, pero tenía como amante a Marte. Lo descubrió Apolo, el dios del sol, y se lo comunicó a Vulcano y el resto de los dioses. Para atrapar al amante, Vulcano forjó una red en la que atrapar a Marte. Esta historia la trata Wtewael de manera más bien desenfada y cómica, en lugar del tono moralista que se puede apreciar en otras versiones del tema.
Venus, Vulcano y Marte es un cuadro del pintor italianoTintoretto. Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 135 cmde alto y 198 cm de ancho. Fue pintado hacia 1555, y actualmente se conserva en la Alte Pinakothek de Múnich(Alemania).
Los amores entre los dioses de la mitología griega Venus y Marte habían sido objeto de tratamiento ya por autores renacentistas como Botticelli, en su Venus y Marte. Pero lo que allí era idealismo neoplatónico se convierte en manos de Tintoretto en una escena doméstica de carácter erótico. Venus está reclinada y su marido, el viejo Vulcano, se acerca y descubre el pubis de su esposa. En una cuna, detrás, Cupido duerme. Y bajo la cama se oculta el amante de Venus, Marte.1
Hay en este cuadro una gran asimetría. El pintor lleva la mirada hacia el fondo, a la derecha, a través de la perspectiva de las baldosas. La figura de Vulcano se refleja en el espejo del fondo; su vigoroso moldeado demuestra la influencia de Miguel Ángel. Por su parte, Venus extendida en una marcada diagonal desde la parte superior izquierda hacia la zona central del borde inferior, parece un poco masculina. Se apunta a que Tintoretto pudo tomar como modelo la Andrómeda de Tiziano.1
Un estudio previo a este cuadro se guarda en el gabinete de calcografías de Berlín, si bien faltan las figuras de Marte y del amorcillo.
La Virgen del cuello largo (en italiano, La Madonna dal Collo Lungo), también conocida con la Virgen y el Niño con ángeles y san Jerónimo,1 es un cuadro del pintor manierista ItalianoParmigianino. Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 216 cmde alto y 132 cm de ancho. Se calcula que fue pintado entre el año 1534 y 1540, encontrándose actualmente en la Galería de los Uffizi de Florencia, Italia. En el segundo escalón de la columnata está inscrito «Fato praeventus F. Mazzoli parmensis absolvere nequivit». Según el crítico Herbet Horne: No hay excelente belleza sin algo extraño y anormal en la forma.
Descripción[editar]
Se trata de una Virgen con Niño, acompañados por ángeles. La pintura está inacabada debido a la muerte de Parmigianino en 1540. La Virgen se sienta en un alto pedestal y la envuelven ropas lujosas; sostiene en su regazo un Niño Jesús bastante grande. A su derecha son visibles seis ángeles que se agrupan en torno a la Virgen y que adoran a Cristo. El rostro inacabado del ángel en la parte inferior derecha (desde la perspectiva del espectador) puede verse más claramente en reproducciones recientes posteriores a la restauración de la pintura. Además, el ángel en el medio de la fila inferior actualmente mira al jarro que sostiene el ángel de su derecha, en el que puede verse la imagen de una cruz. Antes de la restauración, este ángel miraba hacia abajo, hacia el Niño Jesús. Los cambios que se realizaron durante la restauración probablemente reflejan la pintura original, que debe haberse alterado en algún momento de su historia. A la izquierda de la Virgen hay una escena enigmática, con una fila de columnas de mármol y la figura extremadamente delgada de san Jerónimo. El comitente había exigido una representación de san Jerónimo debido a la conexión del santo con la veneración a la Virgen María. La pintura recibe popularmente el nombre de «Virgen del cuello largo», debido a que «el pintor, en su impaciencia por hacer que la Virgen pareciera graciosa y elegante, le ha proporcionado un largo cuello, como el de un cisne».2 E. H. Gombrich analiza la composición, indicando que agrupa a varios ángeles a un lado, mientras que al otro está un espacio abierto con la figura del santo, con lo que se refleja la pretensión del pintor de ser poco ortodoxo. Esta composición se aparta de la solución clásica de perfecta armonía y equilibrio.2
Parmigianino, perteneciente a la escuela manierista distorsiona la naturaleza para conseguir sus mejores propósitos artísticos. La Virgen no tiene proporciones humanas, con dedos largos y elegantes; y casi tiene el doble del tamaño de los ángeles que hay a su derecha.3 Es de interés el pie derecho de la Virgen: descansa en cojines que parecen estar sólo a unos centímetros del plano pictórico, pero el pie en sí parece proyectarse más allá de él, y está por lo tanto en «nuestro» lado del lienzo, rompiendo las convenciones de un cuadro enmarcado.3 Jesús es también extremadamente grande para ser un bebé, y descansa precariamente sobre el regazo de María como si fuera a caerse en cualquier momento.
La Virgen María es una obra de El Greco, realizada en 1597. Se conserva y exhibe en una de las salas del Museo Nacional del Prado en Madrid, España.
Esta obra presenta a la Virgen María envuelta en una túnica roja y con la cabeza cubierta bajo un manto azul. Su rostro, como era habitual en el arte de la Contrarreforma, presenta un intenso sentido devocional.
El nimbo luminoso está ligado al carácter sacro de la obra, y El Greco emplea este recurso para realzar el volumen de la Virgen. Destaca el rostro melancólico, la fina barbilla y los grandes ojos negros, características todas de la técnica retratística del artista cretense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario