El Convento de Sant Agustí Vell fue construido a partir de 1349 y finalizado en torno a 1506, estaba situado en el barrio de la Ribera de Barcelona. Su ubicación era en la zona donde trabajaban los menestrales dedicados al tratamiento de las pieles, sazonadores y curtidores, una actividad que requiere de un alto consumo de agua, razón por la que se ubicaba alrededor del la Acequia Condal que pasaba por la calle de la Acequia y por el actual emplazamiento del mercado del Borne.
La iglesia fue destruida en 1716 y la orden de los agustinos se trasladó a la Iglesia de San Agustín inaugurada en 1750. Para conocer la morfología de la desaparecida iglesia puede compararse con la iglesia de San Juan Bautista de Valls, ya que en 1569 se decidió tomar la iglesia de San Agustín como referente. Así pues, la iglesia debía medir poco más de 58 metros de largo por casi 15 metros de ancho, además de las capillas laterales, y la altura estaría cercana a los 25 metros.1
En el contexto de crisis social y económica que caracterizó el final de la Baja Edad Media, la sensación de provisionalidad vital de la sociedad llevaba a un profundo sentimiento religioso y a la necesidad de desarrollar estructuras solidarias donde encontrar seguridad física, profesional y, finalmente, espiritual. En este contexto, con una crisis demográfica consecuencia de las guerras y de la peste que asolaron Cataluña, el individualismo no tenía razón de ser y los gremios y cofradías aportaban un grado de seguridad en un entorno cambiante y se convirtieron en organizaciones potentes que conformaban un poder político en cohesionar un grupo de la sociedad en plena evolución. Tener capilla propia dentro de una iglesia y su decoración con un retablo, eran la máxima representación material de sus valores.2
El gremio de Curtidores tenía una hermandad o cofradía fundada a principios del siglo XV. Sus ordenanzas fueron aprobadas por el rey Martín el Humano, a Segorbe, el 18 de octubre de 1401, a instancia de los prohombres de los curtidores y fueron confirmadas en Barcelona, el 23 de junio de 1405. Según éstas, los curtidores veneraban como patrón a San Agustín y tuvieron su propia capilla en el convento desde 1401.3
Es la sede del Archivo Fotográfico de Barcelona y del Museo del Chocolate.
La Canónica de Santa María de Roca-rossa, situada en el macizo del Montnegre dentro del término municipal de Tordera, fue fundada en la primera mitad del siglo XII bajo la orden de San Agustín, construyendo una iglesia con claustro y dependencias en estilo románico con algunos elementos ya del gótico.
La primera noticia documental que conocemos es del año 1145, cuando Guerau de Cabrera, vizconde de Gerona cedió el alodio de la Fredens a un monje llamado Bernardo, para que se levantara una iglesia dedicada a Santa María. Este alodio era dentro del término de la parroquia de Santa Eulalia de Hortsavinyà en el término del Castillo de Montpalau. En la documentación, sólo aparece Santa María como una iglesia o santuario y no es hasta 1177 cuando consta la existencia del monasterio con una comunidad de religiosos. Parece que los monjes de la abadía agustiniana de Santa Maria de Vilabertrán tuvieron una intervención directa en la fundación del priorato de Roca Rossa. Con todo pero, desconocemos si la iglesia de Santa María de Roca Rossa fue consagrada.
Su breve etapa de esplendor fue entre los últimos años del siglo XII y mediados del XIII, momento en que inició su progresiva caída. La comunidad agustiniana de Roca Rossa nunca pasó de ser un modesto priorato.
En 1592, la canónica de Roca-rossa pasa a formar parte de la nueva diócesis de Solsona. Con la muerte del último prior en 1630 se incorpora definitivamente a esa sede episcopal. Los canónigos de Solsona se encargaron de cobrar las rentas del priorato de Roca-rossa pero prácticamente abandonaron el mantenimiento de sus edificios monásticos. En 1667 ya no había ningún sacerdote y la propia iglesia era un almacén de madera. En el siglo XVIII la iglesia tenía culto ocasional y sobre los restos de los antiguos edificios se levantó una masía. La iglesia se mantuvo entera hasta mediados del siglo XX cuando empezó el expolio y degradación definitiva hasta hoy que ya se ha derrumbado parte de la bóveda.
El Real monasterio de Santa María de Pedralbes es un conjunto de monumentos de estilo gótico ubicados en la ciudad de Barcelona (España). En 1993 una zona del monasterio fue cedida a la ciudad para albergar parte de la colección pictórica Thyssen-Bornemisza, hasta que en fecha reciente dicha exhibición se trasladó al MNAC.
Historia
El monasterio fue fundado por el rey Jaime II y por su esposa Elisenda de Moncada en 1326. El monasterio se inauguró con una misa solemne el 3 de mayo de 1327. Albergaba una comunidad de monjas clarisas, formada en su mayor parte por hijas de nobles. Su primera abadesa fue la Abadesa Olzet.
La reina puso especial interés en este monasterio al que dotó de diversos privilegios. Gracias a uno de estos privilegios, el monasterio quedaba bajo la protección directa de la ciudad, a través del Consejo de Ciento, que se comprometía a defenderlo en caso de peligro.
La propia Elisenda hizo construir un palacio anexo al que se trasladó al morir su esposo, en 1327. Elisenda residió en el palacio del monasterio hasta el momento de su muerte en 1364. Los restos de este palacio, que la propia reina ordenó en su testamento que fuera derruido tras su fallecimiento, fueron descubiertos en los años 70 por Maria Assumpta Escudero i Ribot, que luego sería directora del Museu-Monestir.
Durante la llamada Guerra de los Segadores de 1640, las monjas fueron exclaustradas y se alojaron en la residencia del marqués de Aitona. En virtud del acuerdo establecido por Elisenda de Moncada con la ciudad, las religiosas fueron escoltadas hasta su destino por soldados armados. La madre abadesa cerraba el séquito, acompañada por el segundo consejero de la ciudad.
En 1931 se declaró el monasterio Monumento Histórico Artístico. Una parte pasó a formar parte del Museo de Historia de la Ciudad. En este museo se exhiben piezas relacionadas con la vida monástica, muchas de ellas pertenecientes al patrimonio de las religiosas. En 1993 se destinó una parte del recinto a alojar la colección Thyssen-Bornemisza, pero en 2004, esta colección se trasladó al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Una pequeña comunidad de monjas clarisas sigue residiendo en un edificio contiguo.
El monasterio
El perímetro del monasterio de Pedralbes estuvo en un origen amurallado. De esta muralla únicamente se conservan dos torres de vigilancia y dos de las puertas que daban acceso al recinto. hay
La iglesia de Pedralbes consta de una única nave y está presidida por un retablo gótico elaborado por Jaume Huguet. El claustro, alrededor del cual se ordena el monasterio, tiene tres pisos de altura y una longitud de 40 metros. Está formado por amplios arcos que se apoyan sobre numerosas columnas. Los capiteles están decorados con el emblema de los Condes de Barcelona y el de la casa de Moncada.
En uno de los laterales del claustro se encuentra el sepulcro de la reina Elisenda. Dicho sepulcro tiene 2 partes, una que puede verse desde el interior de la iglesia y en la cual Elisenda está vestida como reina y otra parte, la que mira al claustro, en el que la reina está representada como viuda, ya que ella nunca llegó a tomar los hábitos de monja.
También destaca la capilla de San Miguel en la que se pueden ver diversas pinturas de Ferrer Bassa. Realizadas en 1346, las obras muestran la influencia que recibió este artista del pintor italiano Giotto.
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