jueves, 23 de febrero de 2017

Cuadros por estilo

cuadros del Barroco

El pie varo o El lisiado o El zambo es una de las pinturas más conocidas del pintor español José de Ribera. Está realizado en óleo sobre tela, y fue pintado en el 1642. Mide 164 cm de alto y 92-94 cm de ancho. Es un ejemplo del crítico realismo de la escuela española del Siglo de Oro.
Se exhibe actualmente en el Museo del Louvre de París, gracias al legado del coleccionista Louis La Caze (1869), que incluyó otras obras maestras como Betsabé de Rembrandt. Antes de ingresar en las colecciones del Louvre se le llamó “El enano”, pues el personaje representado lo parece.

Historia

Se ha creído durante mucho tiempo que fue pintado para el virrey español de Nápoles, el duque de Medina de las Torres. No obstante, en la página web del Louvre se señala que debió ser un encargo de un comerciante flamenco. Los pintores flamencos habían acostumbrado a sus compatriotas a representaciones de mendigos, y por ello los comerciantes flamencos encargaban este tipo de cuadros a pintores españoles.

Análisis del cuadro

Este lienzo muestra el realismo estricto con el que José de Ribera pintaba. El cuadro está firmado y datado en el ángulo inferior derecho, sobre el suelo: "Juseppe de Ribera español F. 1642". La estructura compositiva es simple: un mendigo de cuerpo entero sobre un fondo paisajístico.
El cuadro representa al joven mendigo con aspecto humilde. Tiene un pie deforme, varo, de manera que no puede sostenerse sobre el talón. El patizambo sonríe directamente al espectador, viéndose que le faltan algunos dientes. Muestra en una mano un papel que dice en latín: "DA MIHI ELIMO/SINAM PROPTER AMOREM DEI", lo que significa "Déme una limosna, por amor de Dios". Este papel era la autorización necesaria en el reino de Nápoles para ser un pordiosero. Con ese mismo brazo sujeta al hombro su muleta.
El mendigo se mantiene en pie frente a un cielo claro y luminoso, llenando el lienzo con una luz casi natural. En ello se ve que es una obra del período de madurez de Ribera, pues evolucionó desde un tenebrismo caravaggesco a un estilo luminoso bajo la influencia de los maestros de Bolonia (Annibale CarracciGuido Reni) y Venecia (Tiziano).
La figura en su conjunto se representa de forma casi monumental, desde un punto de vista muy bajo, propio de los retratros reales, lo que dota a la figura del mendigo de gran dignidad. Los tonos son monocromos. Frente al luminoso azul del cielo, el mendigo se ha pintado con colores apagados y oscuros.






El pintor en su estudio es un cuadro del pintor neerlandésRembrandt. Fue ejecutado hacia 1626-1628. Se trata de una pintura al óleo sobre lienzo, que mide 25,5 centímetros de alto y 32 cm de ancho. Actualmente se conserva en el Museo de Bellas Artes de Boston (Estados Unidos).
El cuadro representa el estudio de un pintor, no se sabe si era el mismo del propio Rembrandt: las paredes desnudas, el pavimento de madera sin pulir, la mesa en penumbra son definidos con el acostumbrado realismo del artista, que hace pensar en una copia del natural. Es un entorno austero, sin decoración, en el que aparece una figura vestida llamativamente, con un gabán que le queda demasiado grande. El personaje retratado no es reconocible, encontrándose en la zona de sombra de la pintura. Algunos reconocen en él a Rembrandt, otros, en lugar de ello, al alumno Gerrit Dou.
En el caso de ser Rembrandt, se trataría de su primer autorretrato. Su vestimenta lujosa subraya la idea de que el pintor no es un mero artesano sino ejecutor de un trabajo distinguido.1
La posición del pintor, alejada respecto a la tela, puede referirse al consejo del mismo Rembrandt, de observar el trabajo en su totalidad.











El prendimiento de Cristo es una pintura al óleo sobre lienzo de Anton van Dyck expuesto en el Museo del Prado en Madrid. El cuadro es una obra de juventud de Van Dyck, y procede de la colección real del Alcázar, siendo propiedad de Felipe IV después de pertenecer a Rubens.1 También estuvo instalado en el desaparecido Palacio del Buen Retiro.

El tema

El episodio bíblico de la captura de Cristo es uno de los más representados en la historia del arte. De hecho, Van Dyck pintó tres versiones, (las otras dos están en Bristol y Minneapolis) con pocas diferencias entre sí. El momento inmortalizado por el pintor, según el Evangelio de Lucas, es en el que Judas va a dar un beso a Jesús,3mientras un cómplice se prepara para ponerle una soga al cuello.
El autor consigue crear un ambiente dramático gracias a la técnica del claroscuro elaborada por la luz de las antorchas y la luna y la penumbra reflejada en la vegetación y el paisaje.

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