Guerra de Jonia
La Guerra de Jonia también llamada Jónica o Decélica fue la última fase de la guerra del Peloponeso y recibe este doble nombre, debido a los dos frentes principales donde se desarrolló:
Decelia, era una localidad cercana a Atenas, situada a unos 21 km al norte de la ciudad, desde donde la capital fue incesantemente atacada por los espartanos, con su rey Agis II (427-400/399 a.C.) de la dinastía de los Euripóntidas, hijo de Arquidamo II, el rey que había invadido el Ática en el 428 a.C.243
La costa anatólica de Jonia, donde se sucedían las defecciones y revueltas contra Atenas.
Decelia, era una localidad cercana a Atenas, situada a unos 21 km al norte de la ciudad, desde donde la capital fue incesantemente atacada por los espartanos, con su rey Agis II (427-400/399 a.C.) de la dinastía de los Euripóntidas, hijo de Arquidamo II, el rey que había invadido el Ática en el 428 a.C.243
La costa anatólica de Jonia, donde se sucedían las defecciones y revueltas contra Atenas.
Los caracteres de la nueva guerra
Los caracteres de este nuevo período de luchas y las consecuencias que tuvo en los contendientes fueron también factores negativos para Atenas que se unieron a las consecuencias del desastre de la expedición a Sicilia: Las consecuencias económicas (pérdida de recursos) y políticas.
A esto se sumó que Esparta asumió el liderazgo perdido por los atenienses, y no dudó en pactar con Persia, que financió sus empresas e incitó a las ciudades jónias a la rebelión. Los principales personajes persas de esta etapa fueron Darío II (424-405 a.C.) y los sátrapas Tisafernes y Famabazo. En la política griega volvió a aparecer Alcibíades.
A esto se sumó que Esparta asumió el liderazgo perdido por los atenienses, y no dudó en pactar con Persia, que financió sus empresas e incitó a las ciudades jónias a la rebelión. Los principales personajes persas de esta etapa fueron Darío II (424-405 a.C.) y los sátrapas Tisafernes y Famabazo. En la política griega volvió a aparecer Alcibíades.
La crisis política de Atenas:El gobierno de las Cuatrocientos (411 a.C.)
El descontento popular contra los políticos de la democracia radical y el recelo de las clases acómodadas llevó a una crisis política que terminaría con la derogación del sistema democrático, siguiendo unos mecanismos legales. Además de suspenderse las magistraturas existentes y el pago de las indemnizaciones por las funciones políticas, se instituyó el Consejo de los Cuatrocientos, que sustituyó a la Boulé o Consejo de los Quinientos. Consejo que tendría total autoridad, con 5 presidentes o Proedros, que a su vez elegían a los restantes miembros del Consejo.
Esta situación de inestabilidad se vio agravada por la sublevación de la flota establecida en Samos, que no aceptó esta transformación del régimen político, destituyendo a los oligarcas y eligiendo Estratego a Alcibíades, situación que desembocó finalmente en el final del régimen oligárquico de los Cuatrocientos; la aparición de Teramenes, que impulsó a los hoplitas a conceder el poder a la Asamblea de los cinco mil, cuya primera decisión fue decretar el retorno de Alcibíades a Atenas.
Esta situación de inestabilidad se vio agravada por la sublevación de la flota establecida en Samos, que no aceptó esta transformación del régimen político, destituyendo a los oligarcas y eligiendo Estratego a Alcibíades, situación que desembocó finalmente en el final del régimen oligárquico de los Cuatrocientos; la aparición de Teramenes, que impulsó a los hoplitas a conceder el poder a la Asamblea de los cinco mil, cuya primera decisión fue decretar el retorno de Alcibíades a Atenas.
Los últimos acontecimientos de la Guerra de Jonia
La lucha en el Helesponto: Victorias atenienses. Petición de paz por Esparta.
Entre el 411 al 410 a.C.. Atenas consiguió tres victorias navales en el Helesponto: Cinosema, Abidos y Cícico. No son bien conocidas porque la narración de Tucídides acaba con la batalla de Cinosema, iniciándose las Helénicas de Jenofonte con la victoria de Cícico (marzo del 410).
En los años posteriores (409 y 408 a.C.) continuaron los sucesos favorables a Atenas:
Trásilo recuperaba Tasos y algunas posiciones en Tracia. Alcibíades conquistaba Bizancio y Calcedonia. pudiendo regresar triunfalmente a Atenas, siendo elegido Estratega en el año 407-6 a.C. y concediéndole poderes extraordinarios para dirigir la guerra en el Helesponto.
En los años posteriores (409 y 408 a.C.) continuaron los sucesos favorables a Atenas:
Trásilo recuperaba Tasos y algunas posiciones en Tracia. Alcibíades conquistaba Bizancio y Calcedonia. pudiendo regresar triunfalmente a Atenas, siendo elegido Estratega en el año 407-6 a.C. y concediéndole poderes extraordinarios para dirigir la guerra en el Helesponto.
La derrota ateniense de Notion. (Éfeso). Significado y consecuencias.
Entre finales del 407 y principios del 406 a.C. la flota de Alcibíades dirigida por su lugarteniente Antíoco fue derrotada en la batalla naval de Notion (o Éfeso).
Este fracaso ateniense significaba:
Este fracaso ateniense significaba:
- La aparición del navarco espartano Lisandro, quizá el más hábil y audaz de los generales lacedemonios y uno de los más brillantes estrategas griegos en el marco de la Guerra Jonia.
- La definitiva colaboración persa con Esparta. Persia enviaba junto con su ayuda económica al propio hijo de Darío II, Ciro. El buen entendimiento de Lisandro y Ciro causarían el definitivo fracaso de Atenas.
- El final político de Alcibíades. que tras la derrota de Notion se vio obligado a abandonar definitivamente la escena política griega.
La victoria ateniense de las Arginusas (406 a.C.)
En ese mismo año (406 a.C.) se produjo la última victoria naval ateniense, en las islas Arginusas, frente a la isla de Lesbos, en la costa de Asia Menor, donde Trásilo con otros estrategas atenienses vencieron a la escuadra espartana dirigida por Calicrátes.
Pero el significado de la batalla de las Arginusas adquirió una dimensión social y política por encima de la militar para el historiador por los efectos que causó en el pueblo ateniense la condena de los generales vencedores, acusados de no ayudar a los náufragos, alegando un peligro de tormenta.
Esta actuación demostraría el fatal funcionamiento de la Democracia radical. El proceso, al parecer, fue provocado o al menos dirigido por Terámenes.
El episodio contra los navarcos de la batalla de las Arginusas provocó que Atenas perdiese a sus mejores generales y principales defensores de los ideales democráticos, en unos momentos difíciles y cruciales.
Pero el significado de la batalla de las Arginusas adquirió una dimensión social y política por encima de la militar para el historiador por los efectos que causó en el pueblo ateniense la condena de los generales vencedores, acusados de no ayudar a los náufragos, alegando un peligro de tormenta.
Esta actuación demostraría el fatal funcionamiento de la Democracia radical. El proceso, al parecer, fue provocado o al menos dirigido por Terámenes.
El episodio contra los navarcos de la batalla de las Arginusas provocó que Atenas perdiese a sus mejores generales y principales defensores de los ideales democráticos, en unos momentos difíciles y cruciales.
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Expedición a Sicilia
La expedición a Sicilia se inició en el año 415 a.C. y culminó el 413 a.C. La compleja situación creada tras la Paz de Nicias llevó al poder a Alcibíades, personaje de una controvertida personalidad, que sedujo a los atenienses y fue elegido Estratega en 420, firmando con Argos. Mantinea y Élide la llamada Cuádruple Alianzaque debía durar cien años, alarmando con ello a corintios y espartanos y llevándole a una política abusiva contra Esparta que desembocó en nuevos conflictos en Mantinea y Melos, que sufrió el rigor ateniense y embarcó a Atenas en la desastrosa expedición a Sicilia (415-413 a.C.)
La expedición a Sicilia (415-413 a.C.)
Causas y planteamientos
Tras el Congreso de Cela, celebrado en el año 424, se acordó la paz en Sicilia, pero existía una gran agitación entre sus ciudades, provocado en gran medida por el miedo a la primacía alcanzada por Siracusa.
Tucídides dedica los libros VI y Vil de su Historia de la Guerrá del Peloponeso a esta famosa expedición. Su opinión es que el fracaso se debió a un error de planteamiento inicial, pero quedó frustrada por los acontecimientos y fallos posteriores.
La dirección de la expedición se confió a tres Estrategas con poderes extraordinarios: Alcibiades, Nicias y Lámaco, realizándose un gran esfuerzo humano y económico para dotar a la flota con el contingente ateniense y con los refuerzos de los aliados con los que se unirían en Córcira.
Según Tucídides se reclutaron «cuatro mil hoplitas, trescientos jinetes y cien trirremes atenienses, además de cincuenta trirremes de Lesbos y Quios y otros muchos aliados» . El poder total militar enviado para la expedición era de 5.100 hoplitas más 1.500 de infantería ligera, además de 260 naves.
Los gastos de la expedición superaron los 3.500 talentos, por lo que además de contar con la cantidad recogida del pago de los Foros hubo que tomar parte de sus reservas.
Cuando estaban ya avanzados los preparativos para esta gran empresa, sucedió unos acontecimientos calificados de sacrilegios que conmovieron a los atenienses: la mutilación de los Hermes y las parodias de los Misterios de Eléusis, atribuidos a Alcibíades y sus amigos.
Alcibíades fue incluido entre los culpables de los hechos, posiblemente debido a las intrigas de sus enemigos, que, sin embargo, no lograron que fuese juzgado antes de su partida a Sicilia, aunque posiblemente hubiera sido absuelto y el juicio quedó aplazado hasta la vuelta de la expedición.
Tucídides dedica los libros VI y Vil de su Historia de la Guerrá del Peloponeso a esta famosa expedición. Su opinión es que el fracaso se debió a un error de planteamiento inicial, pero quedó frustrada por los acontecimientos y fallos posteriores.
La dirección de la expedición se confió a tres Estrategas con poderes extraordinarios: Alcibiades, Nicias y Lámaco, realizándose un gran esfuerzo humano y económico para dotar a la flota con el contingente ateniense y con los refuerzos de los aliados con los que se unirían en Córcira.
Según Tucídides se reclutaron «cuatro mil hoplitas, trescientos jinetes y cien trirremes atenienses, además de cincuenta trirremes de Lesbos y Quios y otros muchos aliados» . El poder total militar enviado para la expedición era de 5.100 hoplitas más 1.500 de infantería ligera, además de 260 naves.
Los gastos de la expedición superaron los 3.500 talentos, por lo que además de contar con la cantidad recogida del pago de los Foros hubo que tomar parte de sus reservas.
Cuando estaban ya avanzados los preparativos para esta gran empresa, sucedió unos acontecimientos calificados de sacrilegios que conmovieron a los atenienses: la mutilación de los Hermes y las parodias de los Misterios de Eléusis, atribuidos a Alcibíades y sus amigos.
Alcibíades fue incluido entre los culpables de los hechos, posiblemente debido a las intrigas de sus enemigos, que, sin embargo, no lograron que fuese juzgado antes de su partida a Sicilia, aunque posiblemente hubiera sido absuelto y el juicio quedó aplazado hasta la vuelta de la expedición.
Primeros problemas y la huida de Aicibíades
La diferencia de opinión en el plan estratégico a seguir entre los tres generales, junto con la orden a Alcibíades de regresar a Atenas, acusado de nuevo de sacrilegio por la mutilación de los Hermes, entorpecieron y retrasaron las maniobras militares aliadas y provocó la huida de Alcibíades, que se refugió en Esparta, bajo protección del rey Agis.
En el año 414 a.C., los atenienses habían logrado hacerse fuertes frente a Siracusa: Tomaron la altiplanicie de las Epípolas y gran parte de la bahía de Siracusa, bloqueando la entrada de su Gran Puerto.
Los espartanos, aconsejados por Alcibíades, enviaron al Estratega Gilipo en ayuda a Siracusa, liberándola del bloqueo. La actuación de Gilipo y la llegada de la ayuda corintia, alarmaron a los Estrategas atenienses, que pidieron refuerzos a Atenas, desencadenándose de nuevo la guerra.
En el año 414 a.C., los atenienses habían logrado hacerse fuertes frente a Siracusa: Tomaron la altiplanicie de las Epípolas y gran parte de la bahía de Siracusa, bloqueando la entrada de su Gran Puerto.
Los espartanos, aconsejados por Alcibíades, enviaron al Estratega Gilipo en ayuda a Siracusa, liberándola del bloqueo. La actuación de Gilipo y la llegada de la ayuda corintia, alarmaron a los Estrategas atenienses, que pidieron refuerzos a Atenas, desencadenándose de nuevo la guerra.
Alcibíades en Esparta
Por consejo de Alcibíades, Agis de Esparta inició la invasión del Ática en la primavera del 413 a.C., tomando Decelia, que fortificaron, incomunicando así el Ática por tierra y dando lugar a que la segunda parte de la Guerra de Decelia.
Situación en Atenas
La situación de Atenas se hizo entonces muy conflictiva pues tenían que mantener dos frentes, uno en su propio territorio y otro en Sicilia. Aún se intentó un nuevo esfuerzo enviando a Demóstenes y Eurimedonte a Sicilia.
El ejército ateniense fue alcanzado y aniquilado. Sus Estrategas, Nicias y Demóstenes, ejecutados, su flota destruida y sus guerreros muertos. Los pocos supervivientes acabaron sus días como esclavos en las canteras siracusanas.
El ejército ateniense fue alcanzado y aniquilado. Sus Estrategas, Nicias y Demóstenes, ejecutados, su flota destruida y sus guerreros muertos. Los pocos supervivientes acabaron sus días como esclavos en las canteras siracusanas.
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