martes, 31 de octubre de 2017

Apuntes de Historia Universal

Tomado de la gran web : 
hicsos

Segundo Periodo Intermedio de Egipto

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El Segundo Periodo Intermedio es el período más oscuro de la historia de Egipto, pues quedan pocos monumentos de esta época que informen sobre los acontecimientos. Fue una época en que el poder no estuvo bajo un solo faraón y se caracteriza porque hicieron su aparición en Egipto los hicsos, cuyos reyes integran las dinastías XV y XVI.
Desde la dinastía XII se evidencian oleadas de pueblos nómadas de la periferia, especialmente libios y asiáticos. Este periodo comprende las Dinastías XIII a XVIII, que a veces coinciden.
cronologia segundo periodo intermedio egipto
Cronologia Segundo Periodo Intermedio de Egipto
Suele dividirse para su estudio en tres partes: antes, durante y después de los hicsos.

Egipto antes de los Hicsos

Los pueblos que entraron en en el territorio Egipcio son llamados “hicsos”. Las Dinastías XIII y XIV no existen en las Listas Reales de Abidos y Saqqara pero se admite que a la XIII siguió la XVII; la XV, probablemente de hicsos, es paralela a la XVII; la XIV sería una Dinastía del Delta paralela a una parte de la XIII y la XVI es también paralela a la XVII, siguiendo las informaciones del Papiro de Turín y la Lista de Karnak.

Dinastías del Segundo Periodo Intermedio

Dinastía XIII (Tebas)

ugaf
SobekHotep I o Ugaf
La capital siguió en Itjitauy, lo mismo que antes y que a extensión del mando efectivo de la Dinastía XIII, continuadora de la XII, comprendía todo Egipto gran parte de Nubia.
Comenzó la Dinastía, al parecer, cor SobekHotep I, Sejemra-Jutavy o Ugaf al que suceden una serie de faraones de nombres desconocidos, a veces efímeros, cuyo número varía según el Papiro de Turín. Estos faraones eran de origen tebano y que trataron de legitimar su ascensión al trono tomando el nombre de faraones anteriores (como Amenemmes, Sesostris o Antef, aunque el más frecuente es Sobek-Hotep o Sebek-Hotep).
A la inestabilidad de la persona de los faraones se oponía en esta Dinastía la estabilidad del cargo de los visires, que solían durar largo tiempo en el gobierno. Sus nombres son conocidos: Khemes. Resseneb. lyeru e Ibia. También se tienen noticias de la presencia en esta época de numerosos asiáticos en el Delta y la creciente importancia del ejército. Poco después de la ascensión al trono de Sobek-Hotep IV se produjo la denominada invasión de los hicsos.

Dinastía XIV (Xois)

Si poco se sabe de la Dinastía XIII mucho menos es lo que se puede decir de la Dinastía XIV, llamada xoita (de Xois, en el Delta), paralela a la Dinastía XIII. Probablemente reinó en el Delta durante sesenta y cinco años y comprende nada menos que setenta y cuatro reyes, de los que no se sabe casi nada, aunque sus nombres figuran también en el Papiro Real de Turín.

Egipto durante las Dinastías XIII y XIV

Un período de más de cien años con continuos cambios de titular de la monarquía, anormalmente frecuentes, con reinados que por lo común no pasaban de dos años, tuvo que suponer alguna nueva situación de la posición real del faraón de turno que indudablemente, sería proclamado para toda la vida, pero que sería depuesto o eliminado o las circunstancias se conjugarían contra él y habría muchos ambiciosos dispuestos a sustituirle. En lo que se refiere a la administración, durante la Dinastía XII había reaparecido el título de alcalde h3tiy, seguido del nombre del nomo antes de que se aplicara al de las ciudades.
En el Imperio Medio se dividió el país en 3 distritos: el del norte, el del sur y el de la Cabeza del Sur, bien conocido por los papiros tebanos.
Las relaciones con Nubia (Kerma) continuaron, a juzgar por los hallazgos de las necrópolis. Lo mismo se puede decir con Siria, Palestina y Biblos, pero después de mediados de la Dinastía XIII decayeron notablemente estas comunicaciones aunque no se conozca de momento la causa.

Dinastía XV (Avaris)

A los reyes hicsos se les agrupa tradicionalmente en dos Dinastías: La XV, denominada «Grandes Hicsos» y la XVI, que recibe el nombre de «Pequeños Hicsos».
Una lista de grandes sacerdotes de Menfis que menciona el nombre del rey durante cada pontificado cita tres nombres hicsos: ‘3kn, -3rk, ipr (Apopis). Los datos que se pueden extraer son una serie de reyes: Salitis, Bnon, Apa-canan, lannas o Stan, Archles o Aseth y Apopis, de los que sólo está atestiguado en los monumentos el último. Este faraón, de la Dinastía que vimos se considera fenicia ha dejado numerosas pruebas de su existencia. La fecha de su reinado, probablemente largo, viene dada por la Estela de Kamose, del que es contemporáneo, ya que contra él lucharon Kamosis/Kamose y Sekenenra Taa. Otro faraón atestiguado abundantemente es Jian, cuyos monumentos se hallan en Baghdad y Bogazkói, además de en Egipto y Palestina. Hamudi aparece como el último rey de la Dinastía XV en el Papiro de Turín.
mascara funeraria de la region Mirgissa
Mascara funeraria de la region Mirgissa

Dinastía XVI (Egipto Medio)

Esta dinastía la forman nueve reyes que gobernaron durante cuarenta y nueve años. No dominaron el Alto Egipto ni enteramente el sur del país. Fueron unos reyes débiles. Mientras tanto, la monarquía tebana, en el sur, se fortaleció y consiguió expulsarlos completamente el príncipe Ahmosis de Tebas, tras la lucha iniciada por su antecesor Kamose, último rey de la Dinastía XVII tebana.

Dinastía XVII (Tebas)

Durante el dominio hicso en el norte aparecen en Tebas una serie de jefes con titulatura real, conocidos en su mayoría por sus tumbas en la orilla occidental, en la aldea llamada Dra-Abu-en-Nagga. Suele considerársela una Dinastía, aunque se trata simplemente de reyes del mismo tipo que los hicsos de la Dinastía XVI.
El primero conocido es Antef V,sin duda uno de los más importantes de la serie, del que se conoce el Decreto de Coptos que demuestra Que a la sazón reinaban otros señores (hicsos y Dinastía XVI). Luego siguen una serie de reyes hasta Antef VII, Tao/Taa II, Tao/Taa II y Kamose.
Tao/Taa II es conocido por varias fuentes, una de las cuales es una narración de época ramésida de tipo novelesco. La disputa de Apofis y Seqenenra, que relata el enfrentamiento bajo la forma de una especie de justa de adivinanzas entre ambos reyes. El cráneo de su momia, hallada en el escondrijo de Deir el-Bahari, presentaba señales de haber recibido heridas mortales.
kamose
Kamose

Kamose y su guerra contra los Hicsos

La figura de Kamose, último rey de la Dinastía XVII, tebana. Se le cita en las estelas de Karnak y en la Tablilla Carnavon número I, donde se narra el comienzo de su guerra contra los hicsos y su lucha contra el rey de este pueblo, Apopi.
Pertenece a la misma familia que sus dos predecesores y de sus sucesores, de modo que lo que llamamos Dinastía XVIII comienza propiamente con los últimos reyes de la XVII. Tao I tuvo una esposa real a Tetisheri, mujer de origen no real y de este matrimonio nació Ahhotep, hermana y esposa de Tao II, que a su vez, probablemente fueron padres de Kamose, Ahmosis y de la esposa de éste, Ahmosis Nefertari. Queda así constituida una verdadera Dinastía y con ellos se ve cómo se generaliza la costumbre de los matrimonios consanguíneos en la familia real, lo cual, según todas las interpretaciones, tenía un significado religioso.
Poco se sabe de la estructura del reino tebano de la Dinastía XVII. La Estela de Kamose especifica que el reino se extendía desde Elefantina hasta Kusae. La frontera norte osciló según las épocas y la administración del reino debió ser una continuación de la del Reino Medio. Y es posible que no faltaran las luchas por el trono típicas de la época.
Durante este período, Nubia quedó fuera del dominio egipcio, por lo menos al final. La retirada de las guarniciones egipcias al comienzo del período propició que Kush fuera ocupada por gentes del sur, pero es curioso que la cultura egipcia siguiera afirmándose en Nubia.
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Ahmose

Administración de Egipto durante la época de los Hicsos

La administración de esta época se conoce a través de cuatro documentos: El Papiro de Kahún, el Papiro Bulaq y las Estelas. Se sabe que había una doble administración, en el norte (Bajo Egipto) y en el sur (Alto Egipto), esta última bajo los príncipes tebanos de la Dinastía XVII, que no tuvo, de hecho, independencia efectiva hasta sus tres últimos soberanos. Su territorio tal vez no sobrepasaba al que comprenden los ocho primeros nomos del Alto Egipto, desde Elefantina hasta Abidos, mientras que los otros nomos estaban dirigidos por los sucesores de los faraones de la Dinastía XIII. En la Baja Nubia se formó, al mismo tiempo, el reino independiente de Kush.
La vida intelectual durante la Dinastía XVII fue muy activa, escribiéndose temas que, como las Máximas de Ptah-hotep (en el Papiro Prisse, hallado en el sarcófago de Antef V), se popularizaron en el Reino Nuevo.

Egipto después de los Hicsos

Después de los hicsos se llevó a cabo una reunificación de Egipto con la que se inició el Reino Nuevo, aunque ya nada volvió a ser como antes.
En este momento, mientras que en el Delta continuaba la influencia asiática, a pesar de la caída de la monarquía hicsa, en el sur aumentó la penetración de elementos nubios, que actuarán como mercenarios de los reyes del Reino Nuevo y a la larga terminarán por sustituirlos. Esta época entronca directamente con el llamado Imperio Nuevo.

mentuhotep II

Imperio Medio de Egipto

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El Imperio Medio comprende las Dinastías XI y XII aproximadamente, como se vió, ya que tendría lugar la reunificación con el cuarto rey de la Dinastía XI. Tanto en la Lista de Saqqara como en la de Abidos como último rey de la Dinastía XI figura Mentuhotep III para el comienzo de la Dinastía. La capitalidad se desplaza a Tebas, en el sur, aunque también tendrá otra capital.
En estos momentos tuvo lugar el fin del dominio guti en Akad y el principio del gobierno de la III Dinastía de Ur (2112-2004). Amarsuen (2046-2038) e Ibbi Sin (2028-2004). Los Asirios están establecidos en Capadocia (1792), y comienza a reinar Hammurabi. Asimismo, es el momento del Imperio Antiguo asirio y del gobierno del rey Shamshi-Adad I (1813-1781) y sus antecesores.

El Reino Tebano

La región del nomo IV del Alto Egipto con una fértil tierra a orillas del Nilo, carecía de importancia durante el Imperio Antiguo. Tebas no era en esta época más que una aldea en la orilla derecha del Nilo. Dentro del mismo nomo había otras ciudades como Tod, Hermontis y Medamud. Todas ellas adoraban a Montu, el dios preferido de los tebanos durante mucho tiempo. En la ribera occidental del Nilo, frente a Tebas, en la aldea de Gurna, se conocen algunas tumbas del Imperio Antiguo, entre ellas las de dos nomarcas. En Gebelein es conocido un personaje llamado Iti, que puede situarse antes de la fundación del reino tebano y que se proclama pilar en el nomo tebano distinguido en el distrito del sur, que cuidó Gebelein en los años difíciles del Primer Período Intermedio, proporcionando a la población medios de vida y lo mismo hizo con Mo’alla y Hermontis. Cosas muy parecidas dicen las inscripciones de Heka-ib, su paisano o la de Merer.
mapa Imperio Antiguo y medio
Mapa del Periodo Antiguo y Medio de Egipto

Dinastías del Imperio Medio de Egipto

Dinastía XI

Inició esta Dinastía el Imperio Medio con la reunificación del norte y sur. La Dinastía en sí empezó con 3 reyes que de hecho eran poco más que nomarcas, que gobernaron desde Tebas. Los tres llevan el nombre de Inyotef y participaban en guerras contra los reyes de Heracleópolis.

Mentuhotep I

Tras ellos reinó Mentuhotep I Nebhepetra (2060-2010), que consolidó el poder central y las fronteras, restaurando la unidad con la fuerza y la diplomacia porque los nobles y sacerdotes aún eran muy poderosos. Todos los grandes funcionarios que nombró fueron tebanos. También restableció relaciones diplomáticas con el extranjero. Logró la expansión hacia el sur (Nubia), el este (minas de turquesas del Sinaí) y el oeste (Libia).
Egipto volvió en esta época a ser foco artístico, aunque más en la parte sur, donde se encuentran obras tales como los templos de Elefantina, Dendera y las tumbas reales construidas en Deirel-Bahari, frente a Tebas, en la orilla occidental del Nilo. Su gran templo funerario está al lado del de Hatshepsut, en Deir-el-Bahari.
Le sucedió Mentuhotep II, Sanjkara (2010-1998) que sólo reinó 12 años. Siguió la práctica de sus predecesores de mantener una actitud defensiva frente a sus vecinos en las fronteras del norte, sin perder de vista el sur por su interés comercial.
tumba mentuhotep II
Tumba de Mentuhotep II

Mentuhotep III

El príncipe Antef padre divino, hijo mayor de Mentuhotep II, murio antes que su padre y fue enterrado en el recinto de Deir el-Bahari, por lo que el nuevo faraón fue Mentuhotep III Nebtanyra.
Mentuhotep III Nebtanyra (1997-1991) subió al trono a edad avanzada y reinó sólo seis años. Su época de reinado fue pacífica y próspera. Se conservan de este reinado excelentes obras de arte, en las que se ve una ascensión hacia la perfección estética, característica de este momento.
Con Mentuhotep III el país se recuperó en muchos aspectos. Se hicieron expediciones a Libia y Nubia y se reanudó el comercio exterior. La capital permaneció en Tebas.

Dinastía XII

Esta Dinastía compuesta por siete reyes procedentes de Tebas, fue una de las más gloriosas de Egipto. Su primer faraón fue Amenemhat o Amenemes I. Destacó por la energía de su gobierno y por el cambio de la onomástica real: los faraones adoptaron un nombre teóforo: Mentuhotep lleva el nombre de Montu, dios local de la ciudad de Ermant y Sesostris significa el hombre de la Gran Diosa Useret (divinidad tebana).

Amenemhat/Amenemes I

Shetepibre (1991 -1962) tomó el poder en circunstancias oscuras, tras un período de revueltas e invasión del Delta por asiáticos.
Un texto llamado La Profecía de Neferti conservado en papiros y ostraka, se refiere en términos proféticos, al advenimiento de un rey llamado Ameny (diminutivo de Amenemhat). Describe un estado caótico, invasiones de asiáticos en el Delta, la guerra civil entre los egipcios y alteraciones del orden social, un caos que será remediado por la venida de una especie de Mesías.
Amenemhat fue hijo de Sesostris. Padre divino en Tebas, que será considerado más tarde como el verdadero fundador de la Dinastia XII. Su propio nombre, Amenemhat,Amón esta en cabeza anuncia ya un programa político que desembocará, mediante un retorno a la teología heliopoliama, en la nueva forma sincrética de Amón-Ra, sobre la que nueva Dinastía y sus sucesores basarán su poder. Amón llegó a su apogeo con la Dinastía XXI, como veremos.
Una vez instalado en el trono, el nuevo faraón, al igual que algunos de sus predecesores, recurrió a la literatura para difundir las pruebas de su legitimidad y el cambio religioso.
El rey restableció las fronteras y reorganizó la administración del país. La frontera norte construyó los muros del príncipe, en la parte oriental del Delta, como defensa contra los asiáticos. Hubo una fijación de fronteras que evitó las luchas por cuestiones de límites. La anarquía existente en el tránsito de las dos Dinastías produjo una vuelta a los malos usos de los nomarcas que volverían a la indisciplina del Primer Período Intermedio.
templo funerario Amenemhat I
Templo funerario de Amenemhat I
Amenemhat I, en sus 36 años de reinado reorganizó Egipto:
– Restableciendo los nomos entre sí y cambió la capital, trasladándola de Tebas, en el Egipto medio y la estableció a unos 32 km de Menfis, en Itjitauy (Amenemhat conquistó el Doble País).
– Trató de restablecer el poder real, aunque los nomarcas aún eran muy poderosos, y colocó inspectores reales junto a ellos y recompensó a los que le habían ayudado, confirmándolos en sus cargos, como al del Orix.
– Mejoró la administración del país, controlando y organizando los impuestos. Acrecentó el Tesoro Real como instrumento de poder.
– También creó nuevos cargos de altos funcionarios que residían en la corte, independientes de los nomarcas.
La inseguridad de la posición de Amenemhat o la necesidad misma de un ayudante de confianza, le llevó a asociar al trono como corregente a su hijo Sesostris, llamado como su abuelo, el año 20 de su reinado. El año 24, cuarto de la regencia de Sesostris, realizó una serie de expediciones punitivas y garantizó la explotación de las minas de turquesa de Serabit elKha-dim, en el Sinaí, reanudándose también las relaciones diplomáticas con el exterior. La penetración en Nubia se consolidó en esta época. La gran fortaleza de Buhen, aguas abajo de la segunda catarata, fue construida en el año 25. Amenemhat I murió en un atentado o conjura del harén que se conoce por textos que se han conservado, entre otros en el Papiro de Sinuhé.
Sesostris I Jeperkara (1971-1926) terminó con la conspiración de las mujeres del harén que acabó con la vida de su antecesor. Continuó la presencia egipcia en Nubia y parece que asoció a su hijo Amenemhat II al trono. También tuvo relaciones comerciales con Creta, Siria y Chipre y con los habitantes de los desiertos del oeste. En su época hubo un gran desarrollo económico y restauró el templo de Ra de Heliópolis en un intento de renovar la tradición del Imperio Antiguo.
En política interior no parece que hubiera grandes novedades y los nomarcas siguen gobernando sus nomos sometidos cada vez más al poder real, que siguió afirmándose.
Su obra constructora fue notable en todo el país, entre las que destaca el templo de Helíópolis, construido el año 3.
Su sucesor, Amenemhat/Ameneses II (1929-1895) fue corregente con su padre durante dos o tres años y reinó treinta y cuatro. Continuó la misma política para hacer de Egipto un Estado seguro y en la medida de la época, próspero. Se enviaron expediciones al Sinaí, a Nubia y al Punt y se estableció un puerto en la costa del Mar Rojo, en Wadi Gasu. Continuó la penetración pacífica en Palestina y el tesoro del templo del dios Martu en Tod es un ejemplo de los intercambios de regalos con los príncipes de la zona.
Lo mismo se puede decir de su hijo Sesostris II (1897-1878), durante cuyo reinado gobernó el nomo de Beni Hassan un personaje llamado Khnumhotep. Este rey inició la explotación de El Fayum, el gran oasis situado a unos ochenta kilómetros al sur de Menfis, canalizando el Bahr Yussuf que desembocaba en el futuro lago Karum, construyendo un dique en Illahum y agregándole un sistema de drenaje y canales, aunque la obra la terminaría su nieto Amenemhat III. Se desplazó con estas obras la necrópolis real que se instaló en Illahum y al este de su complejo funerario, el rey hizo instalar a los obreros en la ciudad de Kahum, el primer ejemplo conocido de ciudad artificial descubierto en Egipto, comparable a la aldea de los artesanos de Deir el-Medineh de época ramésida y a la reciente, más antigua aún, de Giza posiblemente.

Sesostris III

Tras Amenemhat II y Sesostris II reinó Sesostris III (1878-1841) el faraón con el que llegó a su apogeo el Imperio Medio. Este fue el faraón más glorioso de la Dinastía XII, llevando a cabo una serie de hechos que se pueden resumir en los siguientes:
  • Consolidó el dominio egipcio en la franja noreste, llegando hasta Palestina Terminó con el poder de los nomarcas y suprimió casi todos sus cargos, de modo que las provincias se gobernaban desde el Palacio Real, divididas en tres departamentos o ministerios, uno para el norte, otro para el sur y el tercero sólo para la llamada cabeza del sur: Elefantina y la Baja Nubia, dirigidos por un alto funcionario y un Consejo, todo bajo las órdenes del Visir.
  • Este rey recuperó por la fuerza Nubia, que se había perdido; también realizó una campaña contra Palestina, tomó Siquem y su influjo llegó hasta Biblos y las islas del Mediterráneo.
  • De este reinado se conserva una curiosa muestra de la mentalidad político-religiosa de los egipcios. Se trata de unas estatuillas de barro cocido representando a prisioneros atados en las que se escriben los nombres de los enemigos interiores y exteriores del rey (habitantes de los países a los que se denomina Los Nueve Arcos), cuya destrucción se propicia mediante la execración con fórmulas mágicas. Se les denomina impropiamente, Textos de maldición o execración y en ellos aparecen citados príncipes de Nubia y de Asia. Son por tanto una fuente importante para el conocimiento de estos dos polos de la actividad egipcia.
  • La monarquía egipcia alcanza sin duda en tiempos de Sesostris III altas cotas de grandeza y esplendor. Los nomarcas habían dejado de ser independientes y pasaron al servicio de la corte. El faraón necesitaba un cuerpo de burócratas eficientes y fieles y esto es lo que fomenta la literatura de inspiración oficial en la Sátira de los oficios.
Sesostris III
Sesostris III

Últimos faraones del Imperio Medio

A Sesostris III le sucedió Amenemhat III Nemara (1842-1797), en cuyo reinado se consolidó el desarrollo económico del país, conociéndose numerosas expediciones a las canteras de Tura, en el Uadi Hammamat y a Assuán, en las proximidades de Toshka.
Con su sucesor, Amenemhat IV Majerura (1798-1786) la influencia egipcia siguió extendiéndose por el Próximo Oriente.
Le sucedió la reina/rey Sebekneferura O Nefrusobek, Sebekkara (1785-1782) la belleza de Sobek, hija de Amenemhat III y hermana de Amenemhat IV (y tal vez esposa), de la que quedan algunos monumentos e inscripciones, una de ellas en la segunda catarata. Llevó la titulatura real de faraón, Horus. como más tarde Hatshepsut, con algunas diferencias.

La civilización egipcia durante el Imperio Medio

Características generales.

Esta época se caracterizó por una evolución en las ideas religiosas. En lugar de ser considerados como en épocas anteriores, como un dios, los reyes serán considerados ahora como simples mortales, aunque de gran habilidad y valentía. La relación entre la humanidad y la divinidad de los reyes fue un problema intelectual muy importante para los egipcios. Se restauró la unidad acabando con el poder de los nomarcas y desaparecieron los nomos como unidades administrativas y se crearon nuevas unidades administrativas: ciudad y su territorio circundame.
Con la paz y la prosperidad creció una clase media burguesa. Hubo una gran mejora de los sistemas hidráulicos. Se realizaron importaciones y exportaciones abundantes por las excelentes relaciones con el extranjero y se conocen numerosos textos jurídicos de la época de Sesostris II, como donaciones, herencias, compras, ventas, etc.

Religión

Se caracterizó este período por el contraste de la religión osiríaca (que asegura la supervivencia en la otra vida unida a la conservación de las momias) con la de Ra.
A partir de la Dinastía XI, el dios Osiris adquirió una mayor preponderancia en el terreno religioso porque era un dios popular cercano al hombre que como un humano sufría y moría, mientras que Ra era un dios solar y lejano. Al lado de la religión popular de Osiris, aparece con la Dinastía XI, una nueva religión con tendencias netamente heliopolitanas, cuyo dios principal era Amón-Ra. El dogma fue establecido por el colegio sacerdotal de Tebas, que vivía cerca del rey. Los primeros reyes de la Dinastía XI habían favorecido el culto a Osiris por razones políticas y sus sucesores reaccionaron contra una religión que se había vuelto demasiado popular. Durante la Dinastía XII las dos tendencias religiosas se desarrollaron paralelamente, adquiriendo ambas enorme importancia.
osiris juicio
Osiris

Literatura

El Imperio Medio es la época de esplendor y apogeo de la literatura egipcia. Su lengua es considerada como clásica, siendo las obras de este periodo copiadas sin cesar por los escribas y aprendices de épocas anteriores. Conocemos, entre otras, las Enseñanzas del Amenemhat (Sesostris I pone instrucciones en boca de su padre). Se conservan en el Papiro Millinge y en el Papiro Sallier II. Solían servir para los ejercicios escolares. Otros ejemplos son El papiro de Sinuhé, Histeria del náufrago, Cuentos de magia y la Profecía de Neferti. Entre los relatos mitológicos están el Cuento de Isis y Ra y el de Horus y Seth. También los grandes dramas sagrados como el Drama de la coronación o el Drama menfita. Muchos documentos demuestran el progreso científico, tanto en matemáticas como en astronomía, como el Papiro Matemático y el Papiro Rhind.
En medicina es importante el Papiro Ebers. Desde la XII Dinastía conocemos los Textos de los Sarcófagos. A esta época pertenece también la célebre Sátira de los oficios o Instrucción del escriba Hety, hijo de Dwa.

Manifestaciones artísticas en el Imperio Medio

Con la unificación del país, conseguida por los Príncipes tebanos, la situación artística adquirió unos nuevos caracteres que se aprecian tanto en arquitectura como en escultura, pintura y en toda una serie de las denominadas artes menores.

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