La Basílica de San Francisco es una iglesia de la Edad Media tardía en Arezzo, Toscana, Italia, dedicada a San Francisco de Asís. Es conocida sobre todo por albergar en las paredes del coro el ciclo de frescos Leyenda de la cruz por Piero della Francesca.
Arquitectura[editar]
San Francisco es la segunda iglesia construida por los franciscanosen Arezzo, siendo la anterior iglesia una construida en las afueras de los muros de la ciudad y que resultó destruida durante la Segunda Guerra Mundial. La obra constructiva de San Francisco comenzó alrededor de 1290. La decoración de la fachada nunca se realizó.
Al interior parece una gran iglesia sencilla sin ornamentos, con una amplia nave, flanqueada en el lado izquierdo por algunas capillas y, en el lado derecho, por algunos nichos. El coro es de planta cuadrada.
Bajo la iglesia hay una Chiesa inferiore (iglesia inferior) más pequeña, como en Asís, con una nave central y dos laterales, ahora usada como sala de exposiciones.
Decoración[editar]
En la entrada del coro hay suspendido un gran crucifijo pintado por un Maestro de San Francisco, contemporáneo de Cimabue. También contiene una Maesta o «Virgen en Majestad» de Guido da Siena.
Las paredes y particularmente los nichos de la derecha tienen también algo de decoración al fresco, que data en parte del siglo XIV.
La Cappella Maggiore (Capilla Mayor o coro) alberga una de las obras maestras del Primer RenacimientoItaliano, un ciclo de frescos de Piero della Francesca representando las Leyenda de la cruz.
La basílica de Santa Giulia de Bonate Sotto, Bérgamo fue construida a inicios del siglo XII en una zona llamada Lesina debido a su cercanía con el río de igual nombre. De la construcción inicial queda solo la parte de las ábsides.
Historia[editar]
No hay una datación precisa para la construcción de la basílica, sino solo indirecta por lo que se ha podido descubrir leyendo la correspondencia papal de aquel entonces. Una carta del Papa Honorio II del 14 de mayo de 1129 dirigida al obispo Ambrosio de Bérgamo y al capítulo de Sant'Alessandro afirmaba:
En relación con la iglesia de Lesina que todavía no ha sido consagrada.1
Otras actas oficiales confirmarían la existencia de la basílica en la primera mitad del siglo XII. Sin embargo, no se conoce la persona que la mandó construir ni la motivación.
Se edificó en una localidad habitada llamada Lesina o Lisina que está en una llanura poco distante de Bonate Sotto, a cuya jurisdicción administrativa pertenece. Actualmente es usada como capilla del cementerio.
La devoción popular cree que la iglesia fue fundada por la misma santa Julia de Cartago, mártir, o bien por Teodolinda, reina lombarda, pero ambas creencias no tienen fundamento histórico alguno. Sea el siglo que se conoce para su construcción sea también el estilo de la obra (románico) no permiten datar el edificio en esas fechas. Santa Julia nunca estuvo en Italia y la reina Teodolinda vivió en el siglo VII.
Se puede suponer que la basílica fue una expresión de la pietas de la comunidad de Lesina y al servicio de sus exigencias religiosas y litúrgicas.
Las violentas circunstancias históricas de la época llevaron a la desaparición y dispersión de la comunidad de Lesina y a la consiguiente decadencia de la basílica que concluyó en el siglo XIV. Dado el lamentable estado en que se encontraba por el abandono empezó a ser usada como fuente de materiales de construcción de la zona.
Arquitectura[editar]
El edificio tiene una estructura arquitectónica basilical con tres naves que culminan en tres ábsides. El interior estaba distribuido en tres intercolumnios de la que solo queda el primero. El techo no es el original aunque todavía quedan partes del muro. La parte que está sin techo fue parte del cementerio de Bonate Sotto y contiene todavía diversos sepulcros y epitafios.
Durante el siglo XVIII se intentó una restauración que elevó casi un metro el ábside central y sustituyó -cambiando la pendiente- la cubierta de piedra de los techos con ladrillos de terracota.
El ábside central, que hoy se usa como capilla del cementerio, fue pintada con frescos en el año 1795 por Baldassarre y Vincenzo Angelo Orelli.
Los restos de la basílica permiten imaginar su forma original y muestran la elegancia de su decoración arquitectónica. Los capiteles internos tenían esculturas de formas zoomorfas, antropomorfas y geométricas mientras la ornamentación de las ábsides era más bien sutil con ventanas separadas por semicolumnas que hacían más ligera la estructura. El zócalo de los techos de las ábsides está adornado con un giro de arcos.
La urna cineraria colocada sobre en la columna de la primera nave es la que ha dado origen a la leyenda sobre la presencia de la reina Teodolinda. Según se creía tal urna contenía los restos mortales de una hija de la reina que habría mandado construir la basílica por ese motivo. Se trata de un sepulcro romano que no ha podido ser datado con precisión y que tiene los restos de una chica de unos doce años llamada Tiziana y algunos objetos de oro, quizás de su vestuario. Quedan las siguientes partes de la inscripción:
RO…. TI…NAEANN. XII. M.VII D. XIII
QUAE VIXIT
Por tanto, no se trata de un testimonio lombardo, sino de una tumba romana. No se cuenta con más datos.
Historia[editar]
Fue fundada en 1137 en el lugar en el que se encontraba otra antigua iglesia del siglo VIIIdedicada a Santa María; esta iglesia se había construido sobre un templo romano dedicado a la clemencia.
El altar mayor se consagró en 1185 y en el 1187 se terminaban las obras del presbiterio y de las alas del transepto. Por problemas económicos, las obras quedaron paralizadas durante los siglos XIII y XIV. La torre de la iglesia se inició en 1436 y su construcción finalizó a finales del siglo XV. Entre 1481 y 1491 se añadió una nueva sacristía después de que la original fuera destruida por Bartolomeo Colleoni para erigir su propio mausoleo, la Capilla Colleoni.
En 1521, Pietro Isabello finalizó el portal del sudoeste, conocido como Porta della Fontana. El edificio fue modificado y restaurado en el siglo XVII.
Edificio[editar]
La iglesia se abre en la piazza del Duomo por su parte izquierda. La fachada principal no tiene entrada y estuvo en origen unida con el palacio espiscopal. El exterior de la basílica conserva la estructura arquitectónica original de estilo lombardo-románico. Se puede acceder al templo por dos entradas: la de Giovanni da Campione (1353) y la porta della Fontana de Isabello.
El ábside principal está coronado por una loggia cubierta con bóveda de cañón. La loggia está delimitada por dos frisos con dibujos geométricos y de vegetales. Tiene arcos ciegos con semi columnas. Los capiteles tienen también motivos vegetales con la excepción de uno que está decorado con ángeles con las trompetas del Juicio Final.
El ábside del transepto tiene una estructura muy parecida a la del principal.
Destaca el nártex del transepto izquierdo, obra de Giovanni de Campione, soportado por columnas que se encuentran sobre unos leones de mármolde Verona. El arco tiene un friso con escenas de caza mientras que la bóveda está decorada con escudos policromados. En el pórtico se pueden ver estatuas de santa Bárbara, san Vicente y san Alejandro. Dentro de un nicho de estilo gótico se encuentra la Madonna col Bambino, obra de Andreolo de' Bianchi (1398). El nártex del transepto de la derecha es también de Campione y tiene una estructura muy similar. Las columnas están soportadas por leones de mármol blanco. Tiene relieves de Cristo coronado y de pájaros en el baptisterio.
Interior[editar]
El interior conserva la planta original de cruz griega, con una nave y dos pasillos dividios por pilastras y que culmina en un ábside. La decoración, sin embargo, es fruto de la renovación barroca realizada en el siglo XVII.
La paredes están decoradas con tapices; algunos fueron realizados en Florencia (1583-1586) por Alessandro Allori; otros son de origen flamenco, como el que representa la vida de María. En el tapiz de la crucifixión (hecho en Amberes en 1698, se encuentra una pintura de Luca Giordano, el paso del mar Rojo, de 1691.
A la izquierda de la entrada se encuentra el sepulcro del cardenal Guglielmo Longhi, obra de Ugo da Campione (1319-1320). En la pared posterior está la tumba del compositor Gaetano Donizetti, de Vicenzo Vela (1855) y de su maestro Simone Mayr. Al inicio del pasillo de la izquierda está un confesionario barroco esculpido por Andrea Fantoni en 1704. Un crucifijo del siglo XIV corona la balaustrada del presbiterio.
En ese presbiterio se encuentra un coro de madera diseñado por Bernardino Zenale y Andrea Previtali. Los relieves con relatos bíblicos fueron realizados entre 1524 y 1555 por Lorenzo Lotto. Se caracterizan por el efecto policromado obtenido al utilizar diferentes tipos de madera.
El transepto de la derecha tiene frescos de autor desconocido con estilo parecido al de Giotto. Aparecen escenas de la vida de San Egido, la última cena y el árbol de la vida y están parcialmente cubiertos por un fresco del siglo XVII.
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