jueves, 5 de octubre de 2017

Patrimonios de la Humanidad - Alemania


La Catedral de Santa María de la Ascensión (Dom St. Maria) de Hildesheim, en Alemania, es la catedral de la diócesis de Hildesheim. Su primera construcción fue comenzada en 872. Casi enteramente reconstruida en los años 1950 dentro de su estilo románico original, sus muros y su tesoro están clasificados dentro del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1985, junto con la iglesia de San Miguel de Hildesheim.

Hildesheimer Dom 2015.JPG

Historia[editar]

La construcción[editar]

La catedral de Santa María de Hildesheim fue comenzada en 815. En 2011 fue encontrado el fundamento de la primera catedral bajo la cripta durante una renovación del edificio.2​ La primera catedral era una pequeña iglesia en forma de un cuadrado con una dimensión de 6 x 6 metros. En el este se hallaba un ábside semicircular donde fue encontrado el resto del primer altar. La iglesia de hoy fue construida entre 1010 y 1020, con una planta simétrica con dos ábsides, característica de la arquitectura otoniana del ducado de Sajonia, que suele considerarse como románica. La iglesia fue agrandada y modificada en los siglos XIXII y XIV, sin por ello cuestionar el plano original del obispo Alfredo. El patio que aún está hoy en torno a la catedral destaca el plano bernardino de esta catedral fortificada.

Bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial[editar]

En el curso de la Segunda Guerra Mundial, el 22 de marzo de 1945 quedó casi completamente destruida por los bombardeos aliados, y fue reconstruida entre 1950 y 1960. No se reprodujeron las transformaciones barrocas que había conocido el edificio, prefiriéndose volver de nuevo a la arquitectura románica primitiva. Con objeto del jubileo de los 1.200 años de la diócesis, en 2015, se prevén una renovación de las fachadas y algunas transformaciones. En el centro del claustro (construido entre 1060 y 1070) de la catedral se alza la capilla de Ana (Annenkapelle), construida en 1321 en estilo gótico. El claustro y la capilla sobrevivieron la destrucción de la catedral casi sin daño.

El rosal milenario[editar]

El lugar de la catedral es célebre por una curiosidad que puede verse en el exterior del edificio: el «rosal milenario». Este escaramujo crece adosado al muro exterior del ábside (que contiene una capilla gótica de 1321, llamada «capilla de santa Ana»), dentro del patio interior del claustro. No puede señalarse la edad exacta del rosal. La tradición local se remonta al año 815.
Se dice que un día, el emperador Ludovico Pío habría hecho decir una misa en el curso de una caza en medio del bosque. El relicario de la Virgen, llevado para la ocasión, quedó suspendido de la rama de un escaramujo o rosal silvestre. Pero una vez que la misa terminó, no fue posible arrancar el relicario del arbusto. El emperador vio en ello un signo según el cual era en ese mismo lugar, y no, como había previsto, en Elze donde debía fundarse el nuevo obispado y que era necesario ponerlo bajo la protección de la Virgen María de la que la rosa es el símbolo.
Así la presencia de este rosal silvestre se certifica sin interrupción sobre este muro después de al menos cuatro siglos. Este «rosal milenario» simboliza la prosperidad de la ciudad de Hildesheim.
Fundamento de la primera catedral construida en 815 bajo la cripta
Según la leyenda, mientras el rosal siga floreciendo, la ciudad no declinará. A finales de la segunda guerra mundial, en 1945, las bombas explosivas e incendiarias dañaron el ábside de la catedral y en consecuencia el rosal. Del macizo sólo quedó bajo los escombros un pie en parte carbonizado: parecía el fin del arbusto antiguo. Pero las raíces del rosal estaban en lo fundamental intactas. Poco tiempo después, surgieron nuevos pies. Desde entonces, se marcan las jóvenes ramas del «rosal milenario» aparecidas cada año con colgantes reflexivos. Cuando los habitantes de Hildesheim descubrieron que el rosal daba nuevas ramas, lo vieron como un feliz presagio, e hicieron de este arbusto el símbolo de su ciudad. El rosal de Hildesheim está considerado como el más viejo del mundo.

Decoración interior y tesoro[editar]

La catedral es famosa por las obras de arte que alberga. El museo de la catedral conserva una de las colecciones de tesoros medievales más extensa de Europa. Los bronces del obispo Bernardo (993–1022) son mundialmente conocidos:
  • Los marcos de la puerta de san Bernardo, de bronce, de 4,7 metros de alto, encargadas por el obispo Bernward en 1015, con relieves sobre la historia de Adán y Cristo.
  • Las columnas de Cristo, de bronce de 4,5 metros de alto, que data de 1020, adornada con relieves de la vida de Cristo.
Entre otros objetos preciosos, se encuentran:
Entre las realizaciones más interesantes de la posguerra, puede mencionarse la cidriera de la Santa Virgen en el coro (María rodeada por la Luna y las Estrellas, evocación de Ap., 12) y el mosaico del ábside, que conmemora el bombardeo de Hildesheim y el incendio típicamente apocalíptico que le siguió. A un lado puede leerse al salmista (Salmos, 104, 30) Renovabis faciem terrae, halleluja – ...renuevas la faz de la tierra, aleluya.
En 1943, las obras de arte mencionadas fueron sacadas de la iglesia por los curas y enterradas en los terraplenes medievales de Hildesheim. Por eso no fueron deterioradas por las bombas cuando fue destruida la catedral.

Campanas[editar]

La catedral se enorgullece de un carillón de siete campanas, siendo la menor la «San Nicolás» (Nikolausglocke) instalada en el nártex septentrional; las otras campanas cuelgan de dos cajas de apoyo dentro de la torre occidental. La aguja conservará sus campanas en la restauración de la catedral.
Hildesheim Cathedral.North.Tower.JPG
Ansicht des Innenhofs.jpg
Bronzetaufbecken.jpg
Hildesheim, Domkrypta vor 1945.jpg
Hildesheimer Dom 2014-10-01 05.JPG
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El Palacio de Charlottenhof (en alemán Schloss Charlottenhof) es un edificio creación del arquitecto alemán Friedrich Schinkel. Su construcción fue terminada en 1826. Se encuentra al suroeste del palacio de Sanssouci, en el parque de Sanssoucien Potsdam (Alemania). Es famosa sobre todo como la residencia de verano del Kronprinz («Príncipe heredero») Federico Guillermo (más tarde rey Federico Guillermo IV de Prusia). Hoy lo conserva la Stiftung Preußische Schlösser und Gärten Berlin-Brandenburg («Fundación de Palacios y Jardines Prusianos de Berlín y Brandenburgo»).
El palacio de Charlottenhof fue designado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1990 como parte del conjunto denominado Palacios y parques de Potsdam y Berlín.

Antecedentes[editar]

La zona de parque con sus diversos edificios puede remontarse al siglo XVIII. Después de cambiar varias veces de manos, el rey Federico Guillermo III de Prusia compró la tierra que limita al sur del parque de Sanssouci y se lo regaló a su hijo Federico Guillermo y su esposa, Isabel Luisa por la Navidad de 1825.

Karl Schinkel[editar]

Palacio de Charlottenhof, Potsdam.
Vidriera en el tragaluz de la puerta de entrada del palacio de Charlottenhof en Potsdam.
El Kronprinzencargó al arquitecto Karl Friedrich Schinkella remodelación de una granja ya preexistente y el proyecto fue completado a bajo costo entre 1826 y 1829. Al final, Schinkel, con la ayuda de su estudiante Ludwig Persius, construyó un palacete neoclásico sobre los cimientos de la antigua granja a imagen de las antiguas villas romanas.
Con los diseños que él mismo creó el Kronprinz, que tenía inclinaciones artísticas, participó en el proceso de planeamiento del palacio y el parque que lo rodeaba. Se refería a su residencia de verano como «Siam», que en aquella época era considerada «la Tierra de los Hombres libres», y a sí mismo, en bromas, como el «arquitecto de la casa de Siam».
Oficialmente, el palacio y el parque fueron llamados Charlottenhof en honor de María Charlotte von Gentzkow quien había sido la propietaria desde 1790 hasta 1794. El diseño interior de las diez habitaciones está aún en gran medida intacto. Los muebles, en su mayor parte diseño del propio Schinkel, destacan por su estilo simple y culto.
La habitación más notable del palacio es la habitación de la tienda, amueblada como si fuera la tienda de un césar romano. Tanto el techo como las paredes están decoradas con papel pintado a franjas azules y blancas y siguen el diseño los cortinajes y la ropa de cama. La habitación se usó como dormitorio para acompañantes e invitados. El tema de azul y blanco sigue en las contraventanas exteriores del palacio, parecer ser, en deferencia a la herencia bávara de la Kronprinzessin Isabel. Entre 1835 y 1840 el explorador y viajero mundial Alexander von Humboldt fue invitado y permaneció en esta habitación durante los meses de verano.

Parque de Charlottenhof[editar]

El paisajista Peter Joseph Lenné recibió el encargo de diseñar los jardines de Charlottenhof. Recreó completamente la superficie originalmente plana y en parte inundada transformándola en un jardín inglés con árboles, césped y detalles acuáticos. También conectó el nuevo parque de Charlottenhof con el más viejo de Sanssouci de la época de Federico el Grande.
Blick auf die Nordseite.JPG
Charlottenhof.jpg
Blick in einen der Innenräume.JPG


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