sábado, 14 de octubre de 2017

Pueblos por familia lingüistica

Pueblos tunguses


Los manchúes (chino simplificado: 满族; chino tradicional: 滿族; pinyin: Mǎnzú) son un grupo étnico, originario de Manchuria.
Fueron los fundadores de la dinastía Qing que gobernó Chinahasta el año 1911. Actualmente, su población es de aproximadamente 10.000.000 de personas que se concentran en las provincias de LiaoningJilin y Heilongjiang. Los manchúes forman una de las 56 minorías étnicas oficialmente reconocidaspor el gobierno de la República Popular China.

Manchu celeb 5.jpg
Emperador Kangxi • Yongzheng • Qianlong
Emperatriz Cixí • Puyi • Lang Lang
Otros nombresManju
Población total10.700.000 (aproximada)
IdiomaManchú
ReligiónLamaísmoateísmo[cita requerida]
Etnias relacionadasXibe, otros pueblos tunguses

El idioma manchú pertenece a la rama de lenguas tungús de la familia de las lenguas altaicas. Se trata de una lengua prácticamente extinguida ya que son muy pocas las personas capaces de hablarlo en la actualidad. Sin embargo, este idioma incluye el dialecto xibe que aún tiene unos 40.000 hablantes. El idioma manchú utiliza el alfabeto mongol en su escritura.

Historia[editar]


Dama Manchú en el siglo XX
Los manchúes fueron conocidos antiguamente como yurchen y fueron un pueblo nómada del noroeste de Asia que, desde muy antiguo, mantuvo un fuerte contacto con los chinos, llegando incluso a establecer dos dinastías históricas chinas: la dinastía Jin (1115 - 1234) y la dinastía Qing, última dinastía imperial china. La dinastía Jin fue derrotada por los mongoles, que fundaron su propia dinastía Yuan y devolvieron a los yurchen a la oscuridad histórica hasta el siglo XVII, cuando un dirigente yurchen, Nurhaci, consiguió unificar a las diferentes tribus yurchen y fundar un nuevo estado unificado para el que, en 1616, recuperó el nombre de Jin, autoproclamándose emperador. Asimismo, en 1599Nurhaci hizo crear un alfabeto para la lengua yurchen, basado en el alfabeto vertical de los mongoles. Su hijo Hung Taiji le sucedió en el trono y en 1635 acuñó el término "manchú" para su pueblo y para su lengua. Un año después, en 1636, dio a la dinastía un nuevo nombre: Qīng (清, puro).
La dinastía Qing conquistaría China tras la caída de la anterior dinastía Ming. Los manchúes se convirtieron en la clase gobernante, y conservarían esa condición hasta la abdicación del último emperador Puyi en 1912. En 1931, Puyi aceptó la oferta japonesa para reinar sobre un nuevo estado manchú en la región de Manchuria, con capital en Changchun. Este estado, denominado Manchukuo (país manchú), fue un estado títerede Japón hasta su disolución en 1945, tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial.

Cultura[editar]

La mayoría de las tradiciones de los manchúes han ido desapareciendo con el tiempo. Tras la caída de la dinastía Qing, los manchúes empezaron a adoptar las costumbres de los han con lo que gran parte de sus tradiciones han quedado olvidadas.
Los trajes típicos de esta etnia han desaparecido de la vida cotidiana y tan solo se utilizan en actos folclóricos o para atraer a los turistas. El antiguo traje tradicional masculino consistía en una chaqueta ajustada y corta. Los varones manchúes se dejaban crecer el cabello que recogían en una larga trenza, peinado que en el siglo XVII la dinastía Qing manchú impuso a toda la población china como signo de adhesión a los nuevos gobernantes y que se mantuvo hasta su caída en 1912.
Las mujeres recogían sus cabellos en moños altos. Las mujeres con mayor poder adquisitivo utilizaban la seda y el satén para realizar sus trajes mientras que el algodón quedaba reservado para las clases menos favorecidas. La tradición manchú no obligaba a las mujeres a vendarse los pies.
Las viviendas solían tener tres habitaciones. En el centro de la casa se situaba la cocina mientras que en los laterales se encontraban el dormitorio y la sala. Según la tradición, cada dormitorio tenía tres camas hechas con ladrillo que recibían el nombre de kang. Su construcción permitía calentarlas en invierno. El kang situado más al sur era el que correspondía a las personas más jóvenes de la casa; el del norte era para las personas mayores; y el del oeste se reservaba para las visitas.

Religión[editar]

Aunque hoy en día una importante cantidad de manchúes no practica ninguna religión,[cita requerida] antiguamente sus creencias eran budistas con una especial adoración o veneración hacia los espíritus de sus antepasados. Los lamas tenían una gran importancia en la vida cotidiana de este pueblo.
Cada poblado tenía su propio chamán que se encargaba de dirigir todas las ceremonias religiosas. Ejercía, además, las tareas propias de un médico y era el encargado de administrar las hierbas medicinales. Se practicaban sacrificios de animales para celebrar las victorias militares.

Vestidos y adornos tradicionales de las mujeres manchús.
Los manchúes son descendientes de una tribu de guerreros del norte de China, cuya población, según el quinto censo demográfico nacional, realizado en el año 2000, sumaba 10.682.300 habitantes, la segunda mayor entre las 55 etnias minoritarias chinas, sólo superada por la zhuang. Habitan principalmente en el nordeste del país, la mayoría en la provincia de Liaoning, y el resto está disperso por todo el territorio nacional.
Los manchúes derrocaron a la dinastía Ming (1368-1644) y fundaron en 1644 la dinastía Qing, poder político nacional y última dinastía feudal de China, derrocada por la Revolución de 1911.Como un grupo étnico, originalmente vivía en los bosques y montañas del noreste de China y era reconocida su habilidad en el manejo del arco y la equitación. En la actualidad estas destrezas son cosas del pasado, pero han sobrevivido algunos cantos y danzas relacionadas y el levantamiento de pesas. A los niños se les enseñaba el arte de la caza del cisne con arco y flecha cuando tenían seis o siete años, y los adolescentes aprendían la caza a caballo, corriendo a través de bosques y montañas. Las mujeres, al igual que los hombres, eran jinetes cualificados.
En el presente, como sucede con otros grupos étnicos de China, la mayoría de los manchúes se dedican a la agricultura. Sus principales cultivos son la soja, sorgo, maíz, mijo, tabaco y manzana, aunque también crían gusanos de seda. Para los que viven en zonas montañosas, la recolección de ginseng, setas y hongos comestibles es una ocupación importante.
Los manchúes tienen su propia escritura y lenguaje, que pertenece a la lengua tungús de la familia altaica. A partir de la década del 40 del siglo XVII, un gran número de manchúes se mudó al sur del Paso de Shanhaiguan (al este de la Gran Muralla), y poco a poco adoptó el chino mandarín como lengua oral. Más tarde, a medida que más y más gente de la etnia han se trasladó al norte del paso, los residentes locales manchúes aceptaron también el mandarín. Hoy en día sólo una minoría reducida sabe hablar manchú.
Culturizados por los hans, de los manchúes han surgido muchos escritores, pintores, calígrafos y artistas de fama, como Cao Xueqin (1715-1763), autor de la novela clásica El Sueño del Pabellón Rojo, y Lao She (1899-1966), escritor moderno.
Los manchúes, otrora adeptos al chamanísmo, creían que todas las cosas tenían espíritu y prohibían matar a los perros y comer su carne. Posteriormente el budismo ejerció mucha influencia en su vida, pero sigue siendo una práctica general la adoración a los antepasados. Los manchúes comparten muchas fiestas de los han, entre ellas la Fiesta de Primavera, la Fiesta Yuanxiao, la Fiesta Duanwu y la Fiesta de la Luna. Además, también organizan actividades deportivas, como la lucha libre, el patinaje y la equitación campestre.
Hace más de cien años, todos los hombres chinos usaban coletas y se rapaban en la periferia de la coronilla, como resultado de la usanza impuesta por el gobierno Qing. El traje tradicional de los hombres manchúes está compuesto por la toga larga con el cuello cerrado, cinturón y mangas muy estrechas, para facilitar la equitación y la caza, a lo que solían añadir una chaqueta corta encima de la toga. Las mujeres, en cambio, lucían ropas más decoradas, con brocados en el cuello, la parte delantera y los puños. Más tarde, los varones manchúes empezaron a vestirse al estilo han. Aunque la Revolución de 1911 derrocó al gobierno de la dinastía Qing (manchú), el qipao (túnica femenina) de las mujeres manchúes sobrevivió al cambio político y se convirtió en el vestido tradicional de la mujer china.
El qipao encaja muy bien con la figura femenina de China. Su cuello es alto y cerrado y las mangas pueden ser cortas, medias o largas, dependiendo de la temporada y el gusto. La pieza se abrocha en el lado derecho, queda ajustada a la cintura y posee aberturas a ambos lados de las piernas, las cuales contribuyen a realzar la belleza femenina.
Otro elemento elegante del qipao es que se confecciona con diferentes tejidos, sus longitudes son variables y puede ser usado tanto en ocasiones informales como formales. En cualquier caso, crea una impresión de sencillo encanto, tranquilidad, elegancia y pulcritud. Es muy apreciado por las mujeres, no sólo de China, sino también de otros países, y goza de una popularidad creciente a nivel internacional.
En relación con la cultura alimentaria de la etnia manchú, no debe ser ignorado el banquete Man Han Quan Xi, un conjunto completo de platos que combina la esencia de las recetas de las etnias manchú y han, creado durante la dinastía Qing. En el libro Yangzhou Shu Fang Lu, escrito por Li Dou en el reinado de Qianlong, se registra el menú más antiguo del Man Han Quan Xi.
El conjunto completo de la cena se compone de 196 platos calientes y fríos, así como 124 platos dulces y aperitivos, que se sirven en seis banquetes separados. Para preparar este festín se requieren productos alimenticios raros y exclusivos por su calidad.
Las materias primas implican un valor muy alto, pero sin duda el Man Han Quan Xi representa la cumbre de la gastronomía china. Además, la integración de los antecedentes históricos y la cultura nacional en los alimentos es tal vez un fenómeno único en el mundo.

http://www.chinatoday.com.cn/ctspanish/se/txt/2010-04/19/content_264527.htm

Dinastía de Emperadores Roma Antigua Los Flavios
Ver Dinastía MingVer Dinastía Shang
LA DINASTÍA QING (1644-1912) – Manchues –
La dinastía Qing fue fundada por los manchúes un pueblo procedente de Siberia que vivía en Manchuria. Esta dinastía gobernó China desde 1644 hasta 1911. Desde su fundador, Shunzhi, hasta el último emperador de China, Fuyi, pasaron por el trono un total de 12 emperadores. De ellos, 10 establecieron la sede del gobierno en Beijing, capital del Imperio Qing durante 228 años.
La dinastía de emperadores Ming había dominado China desde 1368. Desde el s. XV la China de los Ming era objeto de envidia constante por parte de los mongoles. En el s. XVI, cuando China ha entrado un periodo de disturbios y se ha entregado a la guerra civil, a las rebeliones campesinas  y a la corrupción administrativa, los manchúes, pueblo de lejana descendencia mongoloide, se introduce  en el país con la complicidad de hecho de una gran parte de las clases dirigentes. Reinarán sobre él hasta comienzos del siglo XX.
Los elevados impuestos de los Ming habían hecho impopular a su Gobierno y estallaron rebeliones por todas partes. El último emperador Ming, Chongzhen, se suicidó cuando los campesinos rebeldes invadieron su capital, Pekín.
En la confusión que siguió al suicidio del emperador, el jefe manchú Dorgondirigió a un ejército hacia el sur desde sus tierras de Manchuria. Ocupó Pekín y fundó la dinastía Qing (“pura”). Su sobrino Shunzhi fue el primer emperador Qing.
En las provincias del sur, la resistencia a aceptar el dominio de los manchúes hizo que tuvieran que pasar cuarenta años antes de que toda China se sometiera a su gobierno. Los manchúes vivían separados de los chinos en zonas reservadas. Los matrimonios entre chinos y manchúes estaban prohibidos. Los hombres chinos fueron obligados a recogerse el pelo largo en trenzas para demostrar que eran inferiores a los manchúes.
Sin embargo, tanto los chinos como los manchúes trabajaban como funcionarios civiles en el gobierno del Imperio. Con el paso del tiempo, los manchúes fueron adoptando costumbres chinas. De esta forma, acabaron siendo aceptados. Eran muy inferiores en número, por tanto tenían que ser muy cuidadosos de no excederse demasiado en su forma de tratar a los chinos. Aportaron al país nueva vida y mucha eficacia, sin inmiscuirse demasiado en sus costumbres.
Los manchúes conquistaron China desde las tierras situadas al norte de la Gran Muralla. Durante el periodo manchú, creció tanto el Imperio como la población de China y los conflictivos mongoles fueron derrotados.
Efectivamente, los manchúes constituirán en Extremo Oriente un imperio más vasto que el constituido he por la República Popular China. Tras los rigores de la conquista, la dinastía manchú, que no cesará de hacer avanzar las fronteras de este imperio, llevará a él la paz y la riqueza. La población irá en aumento hasta el s. XIX, llegando a sobrepasar los 300 millones hacia 1800. Durante el apogeo de su poderío, el territorio del imperio Qing abarcó 120 millones de kilómetros cuadrados
Mientras el último emperador Ming se suicida, y los campesinos se rebelan, los Qing entran en Pekín con la complicidad de los eunucos y los generales. En los años posteriores a 1644, llegan a conquistar el resto del imperio, a pesar de la resistencia del sur del país. Bajo la dinastía Qing, China conoce su mayor extensión territorial, gracias a campañas militares bien dirigidas. Al principio, los manchúes se instalan como dueños y señores en el terreno conquistado, reinando sobre la población mediante vejaciones: se prohíben los matrimonios mixtos, los chinos son mantenidos aparte en las grandes ciudades, y es obligatorio llevar la trenza y el vestido manchú. Luego los emperadores incorporan los elementos de infidencia china que entran en su gobierno. Pekín se embellece con suntuosos palacios y se conviene en un hogar para el arte y la filosofía. Sólo los acontecimientos de finales del s. XVIII turbarán esta prosperidad: los desenfrenados gastos de la corte se unen a la escalada de la corrupción administrativa.
UN IMPERIO RICO Y PODEROSO
Al principio China prosperó bajo los Qing. El Imperio se extendió y el comercio aumentó considerablemente, sobre todo con Europa. La seda y la porcelana chinas eran las más finas del mundo y sus tejidos de algodón, baratos y de gran calidad. Inmensas cantidades de té chino se vendían en el extranjero cuando beber té se puso muy de moda en Europa durante el siglo XVIII.
El Imperio se volvió tan rico y poderoso que sus gobernantes trataron al resto del mundo con desprecio. Durante el gobierno del emperador Kangxi (1661-17223), los comerciantes extranjeros eran obligados a arrodillarse siempre que se leían en alto las órdenes del emperador.
El gobierno central aplicaba una política de estimular el cultivo de terrenos vírgenes y reducir o eximir las contribuciones. Gracias a ello, la economía y la sociedad lograron considerables progresos tanto en el interior del país como en las zonas fronterizas. Hasta mediados del siglo XVIII, la economía feudal de China experimentó un nuevo período de auge, denominado por los historiadores como “Prosperidad de las gobernaciones de Kangxi, Yongzheng y Qianlong (los tres emperadores sucesivos de la dinastía)”.
Los manchúes también obligaron a varias naciones a someterse como vasallos, entre ellas el Tíbet, Annam (hoy Vietnam, Birmania, Mongolia y Turquestán, con lo que el Imperio chino se convirtió en el mayor del mundo de su época. Además, pactaron con los rusos respecto al territorio y el comercio.
Sin embargo, ya en épocas muy tempranas surgieron varias rebeliones en el sureste de China y entre las minorías étnicas, que protestaban contra el pueblo chino que se desplazaba a sus territorios. Pero, en general, el período Qing proporciono a China paz, prosperidad y seguridad. La población creció espectacularmente de 100 millones en 1650 a 300 millones en 1800, y los chinos (los Hans se extendieron hacia el oeste y el suroeste de China. Sin embargo, a finales del siglo XVIII la corrupción y la decadencia empezaron a hacer mella.
Una agricultura sabia y diversificada permite a la China manchú soportar un crecimiento demográfico importante. El campesino chino estaba entonces mejor alimentado y más instruido que su homólogo occidental. Los emperadores Qing tratan de restablecer el equilibrio en los campos saqueados por el bandidaje: conceden la propiedad a los aparceros cuyos dueños han muerto durante la guerra e instauran un impuesto en plata equitativo. Además del trigo, el arroz y el mijo, se introducen nuevas plantas que crecen en las tierras pobres: sorgo, batata, cacahuate y maíz. Hasta comienzos del reinado de Kien-long, los trabajos de construcción de diques e irrigación preparan nuevas tierras para la explotación.

La industria china de la seda empleaba a miles de trabajadores, sobre todo mujeres, para tejer la seda utilizando telares. Los tejidos se fabricaban para su uso en China y para exportarlos a Europa. También se importaba algodón y se tejía para luego exportarlo. Los tejedores del puerto de Su-Chou eran particularmente famosos por sus sedas.
La ciencia de la historia prosperó con la labor de muchos eruditos exitosos. El gobierno organizó las ediciones de algunas grandes colecciones de libros, como La Enciclopedia Sínica. Los progresos alcanzados en la ciencia natural y la tecnología también eran muy valiosos, sobre todo en la arquitectura.
El Tíbet (Xizang) estaba gobernado por un líder budista llamado Dalai Lama. El tercer Dalai Lama reconstruyó el monasterio Potala en Lhasa, la capital, y lo convirtió en su residencia en el año 1645. Los Dalai Lama vivieron bajo la influencia de los mongoles, pero hacia mediados del siglo XVII, el Tíbet formaba parte del Imperio chino.
¿Dónde reside la fuerza de los manchúes?
Radica esencialmente en la estructura militar de su sociedad. Los manchúes  se consideraban a sí mismos como señores llamados a reinar sobre una vasta comunidad  de esclavos. Por eso, los primeros tiempos de la dinastía están caracterizados por una política de segregación y opresión de la que dan testimonial un gran número de leyes. No hay comunicación entre los manchúes y los chinos y la inmensa masa de éstos proporciona una reserva de clavos casi inagotable.
SIGLO XIX – XX: EL COMERCIO DEL OPIODurante el reinado de Jiaqing, debido en gran parte a la actividad comercial británica, comenzaron a fluir a China grandes cantidades de opio pagadero en plata. La adicción al opio se multiplicó, y en 1839 el gobierno chino encargó al alto funcionario Lin Zexu suprimir el comercio en la ciudad portuaria sureña de Cantón (Guangzhou). Lin confiscó el opio almacenado y detuvo a varios comerciantes británicos, lo que movió al gobierno de Londres a enviar una fuerza expedicionaria que inició la primera guerra del Opio
LAS GUERRAS DEL OPIO
Había una gran desigualdad entre las partes en conflicto, y en poco tiempo los británicos ocuparon Hong píe Kong y Shanghai. El Tratado de Nankín, que puso fin al f enfrentamiento en el año 1842, cedió Hong Kong a Gran Bretaña, puso límites a las tarifas que podía aplicar China a la exportación, protegió a los occidentales de la jurisdicción china y abrió cinco puertos francos a los comerciantes europeos. Más adelante, en 1856, las autoridades chinas abordaron un mercante británico, el Arrow, y estalló la segunda guerra del Opio, esta vez con participación francesa; y después de un conflicto de cuatro años en el que se produjo la humillante quema del palacio de verano de los Qing en Pekín, las potencias de Occidente (incluida Rusia) dispusieron de otros diez puertos, además de compensaciones exorbitantes, v se legalizó el tráfico del opio.
LA REBELIÓN TAIPING
La rendición del régimen Qing en las guerras del Opio contribuyó a una marea creciente de protestas antigubernamentales, la mayor de las cuales fue la rebelión taiping. En 1836 un profesor cristiano,Hong Xiuquan, tuvo varios sueños que lo llevaron a creer que tenía la misión de convertir a China al cristianismo. Inició la tarea entre los campesinos de Guangxi, al sur del país, y en enero de 1851 fundó el Taiping Tianguoo «Reino celestial de la paz eterna».
En 1853 los rebeldes taiping tomaron Nankín y prohibieron el juego y el consumo de opio. En 1860 el «Ejército siempre victorioso», entrenaado por occidentales, derrotó el intento taiping de tomar Shanghai, y en 1864 el gobierno Qing retomó Nankín, poniendo fin a la revuelta.
REFORMAS SOCIALES
Ci Xi, madre del emperador Tongzhi, dominó la corte Qing a partir de 1861. Ci Xi gobernó China durante 47 años, alentando al principio el «movimiento de autofortalecimiento», que condujo a reformas limitadas, como el primer ferrocarril chino, una empresa moderna de barcos de vapor en el río Yangtsé y un ejército reorganizado. Sin embargo, la grave derrota ante el ejército y la armada japoneses en la guerra chino-japonesa de 1894-1895 por Corea (p. 301) minó el apoyo a ulteriores reformas.
1912: EL FIN DE LOS QING
El malestar por la creciente influencia de los misioneros cristianos en China alimentó la Rebelión de los Bóxers, o «puños rectos y armoniosos», cuyo fin fue expulsar a todos los extranjeros de China. Con el apoyo tácito de Ci Xi, marcharon sobre Pekín en mayo de 1900 y sitiaron las legaciones extranjeras durante casi dos meses. Una alianza de ocho países, entre ellos (irán Bretaña, Francia, los EE. UU. y Japón, envió una fuerza de socorro que aplastó a los rebeldes. Comprometida su credibilidad, el régimen Qing dio paso en el año 1912 a la República de China bajo la presidencia deSun Yat-sen.

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