La Virgen del cuello largo (en italiano, La Madonna dal Collo Lungo), también conocida con la Virgen y el Niño con ángeles y san Jerónimo,1 es un cuadro del pintor manierista ItalianoParmigianino. Está realizado en óleo sobre lienzo. Mide 216 cmde alto y 132 cm de ancho. Se calcula que fue pintado entre el año 1534 y 1540, encontrándose actualmente en la Galería de los Uffizi de Florencia, Italia. En el segundo escalón de la columnata está inscrito «Fato praeventus F. Mazzoli parmensis absolvere nequivit». Según el crítico Herbet Horne: No hay excelente belleza sin algo extraño y anormal en la forma.
Descripción[editar]
Se trata de una Virgen con Niño, acompañados por ángeles. La pintura está inacabada debido a la muerte de Parmigianino en 1540. La Virgen se sienta en un alto pedestal y la envuelven ropas lujosas; sostiene en su regazo un Niño Jesús bastante grande. A su derecha son visibles seis ángeles que se agrupan en torno a la Virgen y que adoran a Cristo. El rostro inacabado del ángel en la parte inferior derecha (desde la perspectiva del espectador) puede verse más claramente en reproducciones recientes posteriores a la restauración de la pintura. Además, el ángel en el medio de la fila inferior actualmente mira al jarro que sostiene el ángel de su derecha, en el que puede verse la imagen de una cruz. Antes de la restauración, este ángel miraba hacia abajo, hacia el Niño Jesús. Los cambios que se realizaron durante la restauración probablemente reflejan la pintura original, que debe haberse alterado en algún momento de su historia. A la izquierda de la Virgen hay una escena enigmática, con una fila de columnas de mármol y la figura extremadamente delgada de san Jerónimo. El comitente había exigido una representación de san Jerónimo debido a la conexión del santo con la veneración a la Virgen María. La pintura recibe popularmente el nombre de «Virgen del cuello largo», debido a que «el pintor, en su impaciencia por hacer que la Virgen pareciera graciosa y elegante, le ha proporcionado un largo cuello, como el de un cisne».2 E. H. Gombrich analiza la composición, indicando que agrupa a varios ángeles a un lado, mientras que al otro está un espacio abierto con la figura del santo, con lo que se refleja la pretensión del pintor de ser poco ortodoxo. Esta composición se aparta de la solución clásica de perfecta armonía y equilibrio.2
Parmigianino, perteneciente a la escuela manierista distorsiona la naturaleza para conseguir sus mejores propósitos artísticos. La Virgen no tiene proporciones humanas, con dedos largos y elegantes; y casi tiene el doble del tamaño de los ángeles que hay a su derecha.3 Es de interés el pie derecho de la Virgen: descansa en cojines que parecen estar sólo a unos centímetros del plano pictórico, pero el pie en sí parece proyectarse más allá de él, y está por lo tanto en «nuestro» lado del lienzo, rompiendo las convenciones de un cuadro enmarcado.3 Jesús es también extremadamente grande para ser un bebé, y descansa precariamente sobre el regazo de María como si fuera a caerse en cualquier momento.
La Virgen María es una obra de El Greco, realizada en 1597. Se conserva y exhibe en una de las salas del Museo Nacional del Prado en Madrid, España.
Análisis[editar]
Esta obra presenta a la Virgen María envuelta en una túnica roja y con la cabeza cubierta bajo un manto azul. Su rostro, como era habitual en el arte de la Contrarreforma, presenta un intenso sentido devocional.
El nimbo luminoso está ligado al carácter sacro de la obra, y El Greco emplea este recurso para realzar el volumen de la Virgen. Destaca el rostro melancólico, la fina barbilla y los grandes ojos negros, características todas de la técnica retratística del artista cretense.
La Visión de la Cruz, es una pintura ejecutada entre 1520 y 1524 por ayudantes del artista renacentista italiano Rafael. Después de la muerte de su maestro en 1520, Gianfrancesco Penni, Giulio Romano y Raffaellino del Colledel taller de Rafael trabajaron juntos para acabar el encargo hecho a Rafael para que decorara las habitaciones que hoy son conocidas como Stanze di Raffaello, en el Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano. Se ubica en la Sala di Costantino («Sala de Constantino»).
En el fresco, se ve al emperador Constantino I justo antes de la Batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312. Según la leyenda, una Cruz se le apareció a Constantino en el cielo, pidiéndole que sustituyera las águilas imperiales de las insignias de los soldados por la Cruz cristiana, de manera que con ese signo vencería. Después de este sueño o visión, Constantino adoptó el lema latino «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). En el fresco, las palabras están escritas en griego: «Εν τούτω νίκα» («Con esto, vencerás»).
Esta pintura manierista está muy poblada de gente, con una confusa melé y mezcla de imágenes, incluyendo un dragón(en la parte superior derecha), un enano (en la inferior derecha), dos papas (fuera de la escena de la Visión), y varios símbolos. Las proporciones entre los soldados parecen confusas, con algunos empequeñecidos por figuras más distantes. Así ocurre, por ejemplo, con las dos figuras que están justo delante del podio sobre el que está el emperador Constantino.
La Visión de la cruz aparece como una especie de tapiz en trampantojo. A los lados del fresco, fuera de la Visión en sí, están representados dos papas bajo un paliosostenido por pequeños ángeles y acompañados por una figura femenina más pequeña. A la derecha se encuentra, según está escrito en el pedestal, CLEMENS I (Clemente I), acompañado de la MODERATIO(Moderación); la figura que acompaña al Papa de la derecha es la AETERNITAS (la Eternidad). Por encima del tapiz aparece un friso con dos carteles. A la izquierda SIXTUS V PONT MAX («Sixto V, Pontífice Máximo»); a la derecha, ANNO DNI MDLXXXV («año del Señor 1585»).
Al fondo aparece una vista de Roma, en la que los monumentos de la Antigüedad aparecen reconstruidos. A la izquierda, en primer plano, aparece el emperador Constantino, indicando con el brazo la cruz que ve en el cielo.
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