Elizabeth Kerr, marquesa de Lothian es una pintura en óleo sobre lienzo del artista, fundador y primer presidente de la Royal Academy of Arts, Joshua Reynolds, ejecutada cerca de 1769. La obra forma parte de la colección del Museo Soumaya en la Ciudad de México.
Elizabeth Kerr[editar]
La mujer retratada por Reynolds fue Elizabeth Fortescue (1745-1780), hija del Sheriff del condado de Down en Irlanda del Norte, Chichester Fortescue de Dromisken. El 15 de julio de 1762 contrajo nupcias con el General William John Kerr (1737-1815), quien en ese entonces ostentaba los títulos de Lord Newbottle (o Newbattle) y conde de Ancram.2 Tras la muerte del padre de este último en 1775, ambos heredaron el Marquesado de Lothian, convirtiéndose en los quintos en ostentar dicho título.3
Las siguientes noticias que se tienen de ella, es que tuvo nueve hijos y muy probablemente su muerte estuvo relacionada con el parto de su último hijo, Lord Robert Kerr, quien nació el 14 de septiembre de 1780; Elizabeth Kerr fallecería dieciséis días después, el 30 de septiembre a la edad de 35 años, en Marylebone, Londres.4
Obra[editar]
Para la obra, la marquesa de Lothan modeló sentada de tres cuartos, su antebrazo recargado en un mueble y con sus manos posadas sobre su regazo, tendiendo hacia su costado derecho. Su rostro, ligeramente de perfil, parece observar hacia un punto lejano en la habitación, por lo que sus facciones se muestran relajadas y naturales. Porta un vestido con claras influencias del quitón griego debido a los drapeados, y sobre este descansa una túnica y un sobretodo de seda azulada y ribeteado probablemente con armiño, el cual es un elemento para enfatizar su pertenencia a la nobleza. Su cabello se encuentra recogido en un peinado alto con adornos y algunos mechones al costado, muy al estilo de los tocados romanos, el cual era una moda en la época.
Joshua Reynolds plasmó un fondo liso con colores fuertes, con el propósito de enfatizar la figura de Elizabeth Kerr, así como contrastar lo blanca de su piel con la gama de tonalidades oscuras, misma que otorga un equilibrio a la obra.5
Dicho cuadro, según algunos especialistas, cumplió con los "cuatro principios de la pintura" que Reynolds en su tratado, Discursos sobre arte, debían poseer las obras de gran estilo: invención, colorido, drapeado de telas y expresión.26
Grabados y versiones[editar]
Como algunas de las otras obras del artista británico, fue reproducido en múltiples grabados con el objetivo de formar compilaciones documentales y estéticas. El caso de Elizabeth Kerr, marquesa de Lothian, no fue la excepción, pues se conserva un grabado realizado a la obra que data de 1770 de John Spilsbury, el cual tiene un gran parecido con el cuadro de Reynolds a excepción de algunos detalles en la vestimenta de la marquesa.7
Asimismo, existe otra versión de la obra que se encuentra en una colección privada en la Gran Bretaña, en la cual se muestra a Elizabeth Kerr más joven, e identificada aún como la condesa de Ancram.
La Aurora es un cuadro del pintor William-Adolphe Bouguereau, realizado en 1881, que se encuentra en el Birmingham Museum of Art de Birmingham, Alabama, Estados Unidos.
El tema[editar]
El autor, prolijo en obras de temática mitológica representa en este caso la divinidad celeste Eos, personificación de la aurora, que da nombre al cuadro. Eos es, junto a Helios y Selene (el sol y la luna) una tríada de hermanos hijos de titanes asociados a las divinidades celestes de los griegos. Era madre de los vientos Céfiro, Boreas y Noto1y su función, según Homero, era abrir las puertas del cielo al sol para su salida cada mañana. Precediendo a Helios en su carro, ahuyenta a la noche y permite el amanecer cotidiano.
Los atributos de la diosa suelen ser el carro que ella misma conduce y su peplo o fino manto con el que se envuelve. Es muy representada en cerámica portando o llorando la muerte de su hijo Memnón ante las murallas de Troya en su enfrentamiento contra Aquiles.
Rodin y Matisse realizaron esculturas con temática sobre la diosa, mientras que Annibale Carracci y François Boucherpintaron a esta en su episodio con Céfalo.2
Descripción de la obra[editar]
Como tantos artistas precedentes y contemporáneos, Bouguereau usa el tema como excusa para representar a la diosa sensual y semidesnuda, con su manto ligero alrededor de su cuerpo, besando y dando vida a las flores después de la fría noche, que se intuye a sus pies.
La meta sudante o Los gladiadores es un cuadro del pintor malagueño José Moreno Carbonerorealizado en 1882. Actualmente se encuentra en el Museo de Málaga y tiene unas dimensiones de 296 x 300 cm. Esta pintura fue enviada por el artista durante su pensionado en Roma, en el que debía mostrar sus cualidades. Fue mostrado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1884.
Representación[editar]
Se trata de un tema clásico como son las luchas de gladiadores y su estilo estaría dentro de la denominada pintura académica. La escena representaría a dos gladiadores que están lavando sus manos y refrescándose después de la lucha. El gladiador en pie tiene una postura clásica, parecida al Apoxiomeno de Lisipo. A los pies de ambos se encuentra un yelmo de gladiador con un laurel, símbolo de la victoria, lo que daría por supuesto que estos gladiadores han ganado el combate.1
La inscripción que se encuentra sobre el intradós del pilar ("A SUETTI CERTI AEDILIS FAMILIA GLADIATORIA PUGNABIT POMPEIS PR K LUNIAS VENATIO ET VELA ERUNT") se traduce de la siguiente forma: "La compañía de gladiadores del edil A. Suetio Certo combatirá en Pompeya el 31 de mayo. Habrá caza y toldos".2 Esta frase no es escogida al azar, es una pintura real que fue encontrada en una de las paredes de Pompeya, que anunciaba un combate de gladiadores que se iba a producir.
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