Urartu (en urartiano: Biainili, armenio: Ուրարտու, Արարատյան Թագավորություն) es el nombre asirio de una zona montañosa ubicada entre el sureste del mar Negro y el suroeste del mar Caspio, actualmente compartida por la República Armenia, Irán y Turquía, formada luego de la caída del Imperio hitita. Incluye los grandes lagos de Van en Turquía (donde se encuentra la antigua capital Tushpa), Urmia (en Irán) y lago Seván (en Armenia).
En esta zona se remontan los orígenes del pueblo armenio.
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Urartu, (siglos IX-VI a. C.) | ||||
Capital | Arzashkun Tushpa (después de 832 a. C.) | |||
Idioma oficial | Urartiano Proto-armenio | |||
Religión | Politeismo | |||
Gobierno | Monarquía | |||
Rey | ||||
• 858-844 | Arame | |||
• 844-828 | Sarduri I | |||
• 828-810 | Ishpuini | |||
• 810-785 | Menua | |||
• 785-753 | Argishti I | |||
• 753-735 | Sarduri II | |||
Período histórico | Edad de Hierro, Prehistoria | |||
• | 860 a. C. | |||
• | 590 a. C. |
Historia[editar]
Urartu es uno de los primeros reinos de Armenia. Su apogeo histórico antiguo se dio en los siglos IX y VIII a. C. El idioma local era semejante al hurrita. La proximidad con la Asiriaavasalladora produjo desde 1275 a. C. una fuerte influencia ideológica, literaria y técnica sobre Urartu. En los primeros momentos se agruparon en torno a una especie de reino confederado conocido como Nairi, pero hacia el 900 a. C., formaron una confederación bajo el gobierno de un monarca central.
Gracias a unas pocas inscripciones, sabemos que el primer monarca de Urartu era Arame, seguido por Sardur I. Otras permiten reconstruir su gran crecimiento territorial durante los reinados del mencionado Sardur I, Ishpuini y Menua, quienes lograron llegar hasta la cuenca baja del río Murat, por el oeste, el Araxes, por el norte, y al lago Urmía, por el sureste. Las técnicas asirias asimiladas tienen una buena muestra en el canal de Menua, de casi 30 km, que suministra agua de boca y riego desde el litoral sur del lago Van. En las paredes rocosas del lago Van y en varias estelas de piedra, yacen escritos los anales de los reinados de Argishti I (bisnieto de Sardur I) y su hijo, Sardur II, en los que se narra la expansión hasta más allá de la gran curva del Éufrates, hasta la Comagene siria, con lo que consiguieron dominar la vieja ruta de suministros de materias primas como el hierro, desde el Tauro, el cual fue parcialmente dominado, hasta Asiria.
La frontera llegó a estar casi pegada a Alepo, e incluyó el lago Seván y la rica cuenca del Araxes por el norte, colonizada y explotada por mano de obra forzada, utilizando prisioneros de guerra de la Cólquide (Qulha), capturados a través de las reiteradas campañas anuales.
Según los registros urartios proclaman sus victorias sobre los asirios en el lago Urmia, en el río Gran Zab y en el Alto Tigris.
El renacimiento asirio empieza con Tiglath-Pileser III de Asiria (744-727 a. C.), quien venció a Sardur II en la Comagene y llegó luego a asediar Tushpa. Rusa I depuso a su padre y logró un respiro que no fue consentido por Sargón II (721-705 a. C.), sucesor al trono de Tiglath-Pileser III, que incorporó la ciudad de Karkemish a su gran imperio (717 a. C.) y al reino de Tabal o Tubal en el montes Tauro, hecho que privó a Urartu de sus aliados occidentales.
Asiria presionó la frontera este de Urartu que, a la vez, sufría los ataques de los cimerios, nómadas esteparios que entraron por el Cáucaso hacia el 714 a. C. y lograron derrotar a Rusa I. Esta debilidad urartia permitió a Sargón II reducir a Urartu a su territorio originario montañoso y lo usó como un estado tapón frente a los cimerios.
Consumada la caída, Rusa se suicidó, y su hijo Argishti II, junto a sus descendientes, mantuvieron su independencia hasta la llegada de los armenios, a finales del siglo VII a. C. El estado de Urartu fue aniquilado hacia 585 a. C., por la invasión de los escitas. Pese a que los armenios propiamente dichos parecen haber tenido un origen algo diverso del de los urartianos se considera a ambos pueblos como los principales antecedentes de la actual población armenia, siendo el nombre del monte Ararat muy probablemente una variación de la palabra Urartu.
Religión y arquitectura[editar]
Urartu fue gobernado por monarcas que además tenían el título de sacerdotes o representantes de Jaldi, su divinidad principal. Otras de sus divinidades fueron el dios de los cielos (Teisiba, o Teshub para los hititas y hurritas) y Siwini, la diosa del sol.
Existen numerosos templos dedicados a Haldi, situados generalmente junto a los palacios reales, aunque también se han hallado estructuras al aire libre, descubiertas en excavaciones en Altintepe, Toprakkale, Cavustepe y Patnos. Las excavaciones no sólo revelaron palacios y templos, también casas completas, con ventanas y balcones. Los interiores de estas casas fueron muy decoradas con adornos. Para los que vivían alejados de las fuentes, existían abastecimiento de agua y alcantarillado completos. Una característica de la arquitectura de Urartu que va a influenciar a sus sucesores es el denominado arco oculto, y se puede considerar que la disposición de los edificios de Urartu será la precursora de la estructura persa denominada apadana. Las fortalezas de Urartu son estructuras sólidas de bloques de piedra. Las más importantes fueron las fortalezas de Van, Anzaf, Cavustepe y Baskale. Estaban muy avanzados en la industria metalúrgica, con una excepcional calidad, y fueron exportados a Frigia y a Etruria.
Cronología del reino[editar]
Etapa de apogeo[editar]
- Arame (860-840 a. C.).
- Sardur I (832-825 a. C.).
- Ishpuini (824-806 a. C.).
- Menua (805-786 a. C.).
- Argishti I (786-766 a. C.).
Etapa de decadencia[editar]
- Sardur II (765-733 a. C.).
- Rusa I (730-714 a. C.).
- Argishti II (714-678 a. C.).
- Rusa II (678-645 a. C.).
- Sardur III (645-635 a. C.).
- Sardur IV (635-625 a. C.).
- Erimena (625-605 a. C.).
- Rusa III (605-590 a. C.).
- Rusa IV (590-585 a. C.).
Urartu: El imperio olvidado de Anatolia
La historia de Asia Menor es difícil de reconstruir en estos siglos, ya que hay pocos datos y estos son principalmente datos arqueológicos, a excepción de la región de Lidia debido a que tenemos los textos de Herodoto. Al principio del primer milenio antes de Cristo tenemos constatado varios estados importantes y también pequeños principados neohititas en Anatolia y el norte de Levante, los cuales tenían relaciones económicas, culturales y políticas con Mesopotamia por su cercanía geográfica.
El Reino de Urartu
Este Estado ocupaba más o menos la zona de la actual Armenia y parte de Azerbaiyán. Es una región muy abrupta y con una climatología adversa. De este reino no se supo nada hasta que se investigaron en profundidad las fuentes asirias, que nos mostraban un Estado urarteo poderoso y de grandes dimensiones, con una cronología que abarca desde el siglo IX a.C. al VII a.C.
- Fuentes documentales
Se sabe que los habitantes de Urartu hablaban su propia lengua y mucho de lo que sabemos de este pueblo se deben a los restos arqueológicos hallados en el yacimiento de Karmir Blur. Es muy difícil conocer los orígenes de Urartu, aunque se piensa que pudo ser la unión de comunidades tribales nómadas; y es probable que la decisión de constituirse en Estado se debiera a las constantes incursiones de los asirios, ya que hay constancia de que estos realizaban incursiones en la zona de lo que se considera Urartu. Estas tribus nómadas confederadas darían lugar a un Estado unitario sobre la base de la riqueza agrícola, forestal y metalífera de la zona (WAGNER 1999: 220).
Se usaba el sistema de escritura cuneiforme por influencia asiria y la lengua urartea es muy similar a la lengua hurrita, lo que nos demostraría un fuerte sustrato hurrita en la sociedad urartea. También existe una escritura jeroglífica, enigmática, y de clara influencia egipcia. Hay pocos escritos en urarteo, pero los que conocemos son muy importantes, ya que se refieren principalmente a la administración, reconstrucciones reales, campañas militares….
- Geografía y Economía
La geografía de Urartu la hacía casi inexpugnable para los ataques asirios. Se piensa que este Estado podía abarcar unos 200.000 km², en los que se encontraban tres grandes lagos (Van, Urmia y Sevor) y muchos ríos, que surgían de manantiales y que se usaban para el regadío de los cultivos. Como contrapartida el relieve de la zona era muy perjudicial para el comercio debido a la imposibilidad de tener buenas vías de comunicación.
El corazón de este país fue el lago Van y sus alrededores, ya que allí había una gran meseta fértil. El invierno en esta zona es muy duro, esto se ve bien reflejado en el Anabasis de Jenofonte. El sistema de producción y redistribución de Urartu estaba muy descentralizado, una característica administrativa del estado urarteo. Los pastores en verano se dispersaban por los pastos de altura, algo que beneficiaba a los urarteos en la guerra, debido a que las batallas se llevaban a cabo en el verano. Pese a su superestructura centralizada, como ya hemos comentado, se conservó un sistema de producción y redistribución descentralizado, debido a las causas de las limitaciones orográficas. Se creó una red de centros urbanos fortificados para proteger los intereses estratégicos.
Es destacable el peso de la minería en esta región ya que en ella había importantes zonas de extracción de plata, cobre y hierro (WAGNER 1999: 220). Su riqueza minera fue codiciada por los estados vecinos de Urartu (MERHAV 1991).
- El Esbozo Histórico
Gracias a las fuentes hititas vemos que durante el Segundo Milenio antes de Cristo en el oriente anatolio había una serie de tribus nómadas que pactaban entre ellas. A pesar de ello hay pocas fuentes para la reconstrucción histórica del Estado urarteo y los datos que tenemos provienen principalmente de sus enemigos asirios, por lo que son subjetivos. No se han encontrado muchas inscripciones urarteas, y las que se han encontrado tratan sobre todo el tema de la construcción de palacio y solo dos textos se nos han conservado sobre acciones bélicas del país (KUHRT 2001: 1997).
En el reinado de Salmanasar III (858 a.C. - 824 a. C.) vemos por primera vez una mención a Urartu, que se encontraba luchando contra este rey asirio. En esta fuente vemos a Salmanasar III de Asiria luchando contra el rey urarteo Aramu ( 858 a.C. – 844 a.C.). Con este rey urarteo se obtienen importantes ciudades como Tushpa. En esta información asiria también aparece Sarduri (834 a.C. – 828 a.C.), rey no descendiente de Aramu, que instauró una nueva dinastía que duró 200 años. También observamos en esta información el duro esfuerzo que le supuso al ejército asirio atravesar las montañas urarteas y el férreo control por parte de Urartu de sus fronteras.
Las conquistas urarteas en el oeste comenzaron en el reinado del rey Menua (810 a. C.-785 a. C.), pero las conquistas mejores conocidas se llevaron a cabo bajo el reinado de Argishti I (785a.C. 763 a.C.) y Sarduri II (764 a.C. -735 a.C.); además, en estos reinados vemos constantes luchas internas por el poder y luchas contra los asirios. Las campañas militares hacia el oeste supusieron unos 50 años de dominio urarteo en el occidente anatolio. Se sabe que se llevaron a cabo deportaciones de los territorios vencidos hasta el núcleo de Urartu para mejorar su economía, una práctica muy extendida en el mundo asirio.
Parece ser que el auge del Estado urarteo coincidió con un periodo de debilidad del estado asirio (IX a.C. –VIII a.C.), pero en la segunda mitad del siglo VIII a.C. se produce una cruenta guerra entre Urartu y Asiria en el norte de Siria y en Anatolia, en la que aparece el Estado de Frigia como aliado de Urartu, lo que suponía un gran peligro para Asiria, que corría el riesgo de perder su suministro de minerales anatólicos de gran valor para el gigante altomesopotámico. Gracias al ataque del pueblo cimerio a Urartu durante la guerra, Asiria pudo obtener una gran victoria y sus intereses fueron salvaguardados. Con esta guerra del siglo VIII a.C. Urartu pierde su hegemonía en la región, pero no desaparece del tablero geopolítico de la época.
Tras la guerra se produjeron unos tratados para la limitación de fronteras, y tras estos, se llevaron a cabo muchos tratados de amistad entre los dos pueblos anteriormente enfrentados. A pesar de los nuevos límites no se solucionaron por completo el problema fronterizo y eso llevó a que los centros de poder se trasladasen a lugares más alejados de la influencia asiria.
No conocemos el fin del Estado urarteo, ya que no hay documentos sobre ello, pero podemos afirmar que cuando Nabopalasar de Babilonia (626 a.C.- 605 a. C.) y Ciaxares de Media ( 625 a.C. - 585 a.C.) se reparten Asiria, Urartu ya no existe como Estado independiente. Aún así vemos que bajo el dominio persa de la región nos encontramos con una satrapía con este nombre, lo que a nuestro entender nos mostraría una pervivencia de la identidad urartea mucho más allá del fin de su Estado.
- El Estado
Debido a la falta de fuentes escritas urarteas tenemos poca información para el conocimiento del funcionamiento del Estado urarteo. Gracias a textos asirios vemos que el rey era acompañado de servidores y cortesanos, organizados a la manera asiria. Los cargos más importantes se reservaban a la familia del rey. El sucesor del rey debía ser descendiente directo, aunque no tenía preferencia el primogénito. Existía una importante nobleza que demandaba importantes productos armamentístico, y con ello, se sostenía la demanda metalúrgica. Se sabe que había distritos en Urartu dirigidos por un gobernador cuya principal misión sería el abastecimiento de tropas para el Estado y la dirección en la guerra de las mismas. En los límites del país vemos estados vasallos del rey de Urartu que estaban dirigidos por dinastías locales e independientes, y que a su vez tenían determinadas obligaciones políticas para con el rey urarteo(KUHRT 2001: 206). El rey aparece en ocasiones denomiado como «rey de reyes», título de gran importancia para los soberanos de las grandes potencias durante el Segundo Milenio antes de Cristo. El centro de poder político urarteo fue cambiando con los años debido a las circunstancia políticas, y esto se puede observar en la diseminación de las residencias reales.
- La Religión
En cuanto a la religión, sabemos que el dios principal de Urartu era Laldy o Haldi, el encargado de dar la victoria a Urartu en la guerra, por delante del dios de la tormenta Teisheba. El Sol también jugaba un papel importante en la cosmovisión urartea. El rey urarteo se mostraba como patrono y proveedor oficial de los cultos locales. Los templos se situaban cercanos a los palacios y en ocasiones había explanadas dedicadas al culto.
- El Urbanismo
Gracias a la Arqueología sabemos como era en gran parte su urbanismo. Constatamos la presencia de edificaciones palaciales y templos con una gran importancia en la trama urbana. En cuanto a las viviendas sabemos que había un gran interés por la decoración interior. Es destacable que las diferentes poblaciones urarteas estaban en muchos casos abastecidas de agua y una buena red de alcantarillado. Muchos elementos arquitectónicos urarteos fueron empleados posteriormente por los persas, sobre todo en el ámbito palacial. Las excavaciones que más datos han aportado para el conocimiento de la historia de esta cultura se realizaron sobre los yacimientos de Altintepe, Toprakkale, Cavustepe y Patnos.
Conclusiones
A pesar de los pocos datos existentes sobre el oriente anatolio durante la primera mitad del Primer Milenio antes de Cristo y a que Urartu ha pasado desapercibido para la historiografía del Próximo Oriente durante muchos años, podemos afirmar que se trataría de una gran potencia político-económica, que llegó a ser un Estado hegemónico en la región entre el IX a.C. y el VIII a.C.
Otra conclusión importante que obtenemos es que a pesar de las pocas fuentes existentes sabemos que la identidad urartea es previa a la formación del Estado, ya que las tribus nómadas preexistentes eran denominadas así, y que la misma identidad persiste a la desaparición del Estado, como se ve con la creación de la satrapía persa de Urartu.
La investigación nos lleva a ver la importancia asiria para el conocimiento de Anatolia y en general del Próximo Oriente, ya que con Urartu nos da una serie de informaciones que de otras formas no tendríamos, al igual que anteriormente había sucedido con el Imperio Hitita y el reino de Mitanni.
http://www.temporamagazine.com/urartu/
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