El Apolo de Cleveland es una escultura en bronce del tipo del Apolo Sauroctonoatribuido a Praxiteles. Se conserva en el Cleveland Museum of Art con el número de inventario 2004.30.
Historia[editar]
En 2003 apareció en el mercado de arte esta escultura hasta entonces desconocida del Apolo Sauroctono de tamaño natural, en bronce. Según el vendedor, provenía de una residencia particular situada en la antigua RDA, donde se consideraba copia de los siglos XIII o XIX.1 Fue adquirida en 2004 por el Cleveland Museum of Art gracias a los fondos donados por Severance y Greta Millikin
La escultura fue inmediatamente objeto de una controversia sobre su origen, pues hubo rumores que indicaban que había sido expoliada de Italia o de la propia Grecia, lo que motivó que el Consejo central arqueológico griego (KAS) solicitase oficialmente al Museo del Louvre, que no la acogiese en el marco de la exposición que en la primavera de 2007 dedicó a Praxiteles.2 Italia también reclamó la restitución de la obra.3
El museo, por su lado, mantuvo la versión del vendedor y presentó los resultados del análisis técnico realizado a la estatua. Según ellos, la escultura está recubierta por una capa de pátina y con restos de corrosión, lo que testimonia un largo periodo de enterramiento, con alternancia de fases de sequía y de humedad.4 Los exámenes químicos demostrarían por otro lado que el bronce empleado es antiguo, en tanto que la base, realizada con una aleación diferente, data posiblemente de época renacentista.5 El bronce de la base, en contacto con el pie derecho, tiene finalmente una antigüedad de cerca de cien años, lo cual descartaría que se trate de un robo reciente.5
Descripción[editar]
La escultura, de tamaño natural, corresponde al tipo del Apolo Sauroctono, que representa al dios Apolo junto a un árbol, con la flecha en la mano, preparándose para dar muerte a un lagarto que trepa por el tronco. La obra, realizada en bronce, se encuentra relativamente bien conservada: solo faltan los brazos y el tronco, se ha conservado la mano y parte del antebrazo izquierdo así como el lagarto.
El dios se representa en movimiento, creando una pronunciada curva en la cadera: apoyado en la pierna derecha, repliega la izquierda y el pie izquierdo se sitúa completamente por detrás del talón derecho. El bronce, realizado a la cera perdida,5 se distingue por la calidad de su ejecución. Los contornos se dibujan más firmemente que en las copias en mármol. Los labios y los senos llevan incrustaciones en cobre y los ojos son de piedra. Algunos detalles fueron ejecutados a la cera antes de la fundición del bronce, como los cabellos, sujetos por una banda. Todo ello testimonia la maestría del escultor y de su taller.4
Atribución[editar]
El tipo del Apolo Sauroctono se atribuye a Praxiteles a partir de un texto de Plinio el Viejo: «[Praxiteles realizó también en bronce] un Apolo joven, amenazando con una flecha a un reptil que trepa, al que llaman sauroctono».6 El Apolo de Cleveland, que se corresponde perfectamente con la descripción de Plinio, es el único ejemplar en bronce de tamaño natural conservado.7 Por otro lado, las características de la estatua son compatibles con una datación en el segundo clasicismo (siglo V a. C.). Por ello, y teniendo en cuenta la calidad de la obra, Michael Bennett, conservador de antigüedades griegas y romanas del museo de Cleveland, considera que es pieza próxima al arte de Praxiteles y podría ser original del maestro ateniense.
La Atenea pensativa es un relieve que data del año 460 a. C. y que fue esculpido por algún artista de los talleres del Ática, región de la Antigua Grecia, durante el Período clásico de Grecia, siguiendo esta representación los cánones del estilo severo, preámbulo del clasicismo ateniense.
Hallazgo[editar]
Simbología[editar]
La pieza representa a Atenea. La diosa aparece en actitud pensativa vestida con el peplo y un casco corintio, con la cabeza apoyada en su lanza y estando situada de cara a una estela funeraria. Algunas interpretaciones de esta representación aseguran que en ella se muestra a la diosa apesadumbrada mientras lee una estela conmemorativa de la destrucción de Atenas durante las Guerras Médicas.
Características[editar]
- Autor: Anónimo, (talleres de Ática).
- Estilo: Escultura griega clásica, estilo severo.
- Material: Mármol.
- Altura: 48 centímetros.
- Atuendo de Atenea: peplo (del latín peplum, a su vez del griegoπέπλος) es una túnica femenina de la antigua Grecia, lanza y casco corintio.
Conservación[editar]
La pieza se expone de forma permanente en el Museo de la Acrópolis de Atenas, (Grecia), donde tiene asignado en el inventario el número 695.
Auriga de Delfos es la denominación historiográfica de una escultura griega del denominado estilo severo (transición entre la escultura arcaicay la clásica). Se realizó, en bronce, en el año 474 a. C., para conmemorar la victoria del tirano Polizalo de Gela en la carrera de cuadrigas de los Juegos Píticos (los que se celebraban en honor de Apolo en el santuario de Delfos). La figura formaba parte de un grupo más amplio, del que sólo quedan fragmentos de cuatro o seis caballos y un pequeño esclavo que se situaría ante ellos. Todo ello fue hallado en 1896 durante unas excavaciones en ese mismo lugar arqueológico. En la actualidad se expone en el Museo Arqueológico de Delfos.
Aspectos técnicos[editar]
De tamaño natural, la figura tiene una altura de 1,80 metros. Se trata de una de las escasas esculturas originales en bronce que se conservan del mundo griego. El grupo estaría formado seguramente por el auriga que sostiene las riendas de la cuadriga, los cuatro o seis animales, un guerrero detrás de él, además de un mozo de cuadra. La escultura está fundida en varias piezas separadas y soldadas posteriormente, tal y como era costumbre en representaciones que incluían un número importante de figuras.
Aunque vista de forma aislada presenta un aspecto diferente al que debía de dar en el conjunto, es posible señalar algunos rasgos esenciales. A primera vista, la figura erguida, con la larga túnica y la actitud impasible, recuerda mucho las esculturas arcaicas. Sin embargo, elementos como la marcada frontalidad que caracterizó a las esculturas arcaicas exentas, especialmente en los primeros tiempos, tiende aquí a desaparecer gracias a la introducción de matices que dotan a la figura de una mayor tridimensionalidad: los pies se sitúan oblicuamente respecto al cuerpo, el cual acentúa levemente la torsión lateral, de acuerdo con los brazos y cabeza; esta torsión se manifiesta en el juego de los pliegues de la túnica, ceñidos en la cintura y sueltos en el torso, crean un volumen que rompe con el hieratismo propio de épocas pasadas. Este movimiento es, no obstante, mínimo, muy lejos del que realmente podía mostrar un auriga sobre un carro, es decir, no se trata de una obra realista, naturalista o representativa. El rostro está de acuerdo con esa disposición corporal; mantiene un gesto sereno en el que ha desaparecido la sonrisa (propia también del periodo arcaico), para dar paso a una expresión centrada, que destaca en unas facciones geometrizadas, pero con una fuerte "carnosidad" en los elementos propios del rostro. Como en otras esculturas del periodo, aparte del bronce, se han utilizado otros materiales nobles, tanto en los ojos, elaborados con incrustaciones de piedras de color, como en la diadema, que conserva restos de plata. El cobre es el material empleado en los labios, confiriendo una mayor riqueza cromática.
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