lunes, 2 de octubre de 2017

CUADROS POR ESTILO


La Sagrada Familia es una obra de El Greco, realizada entre 1586 y 1588 durante su segundo período toledano. Se exhibe en la colección del Museo-Hospital de Santa Cruz de Toledo.

Análisis[editar]

La Sagrada Familia es uno de los temas más usuales en la producción artística de El Greco. Aquí presenta a la Virgen Maríacon el Niño Jesússan Josésanta Ana y san Juan Bautista, sobre el tradicional fondo de nubes que El Greco usa para otorgar un aire de espiritualidad a sus composiciones.
Aquí los personajes comienzan a cobrar ese canon alargado que a la postre será una de las características indelebles de la obra del cretense. La iluminación manierista recuerda a su etapa veneciana, mientras que los rostros de los personajes muestran un inusitado naturalismo.









San Andrés y San Francisco es una obra de El Greco, realizada entre 1595 y 1598 durante su segundo período toledano. Se exhibe en una de las salas del Museo Nacional del Prado en MadridEspaña.

Análisis[editar]

Es la pareja de santos más famosa de la obra de El Greco. Ambas figuras, san Andrés Apóstol con su aspa y san Francisco de Asís con su hábito, se encuentran en primer plano y en un espacio muy reducido. Al fondo se encuentra una panorámica de la ciudad de Toledo.
Ambas figuras son alargadas y estiliadas, donde las telas parecen cobijar los cuerpos planos y descarnados de los santos. Los colores son muy nítidos e intensos. También destacan las manos, pergeñadas con un estilo muy personal.










San Antonio de Padua es una obra de El Greco, realizada hacia 1580. Se conserva y exhibe en una de las salas del Museo Nacional del Prado en MadridEspaña.

Análisis[editar]

Es una de las imágenes religiosas más interesantes de El Greco, que representa a san Antonio de Padua vestido con su habitofranciscano y sosteniendo un libro sobre el que aparece una imagen del Niño Jesús, añadido tiempo después para adecuar la obra a la iconografía antoniana habitual.
El santo porta una vara de azucenas, símbolo de pureza, y el libro ya mencionado alude a su gusto por la teología. Un fondo nuboso cubre toda la escena, que recuerda profundamente a Miguel Ángel. Las pinceladas rápidas y vigorosas permiten obtener una enorme sensación de espiritualidad, como lo hicieran Tiziano y Tintoretto. En el corte superior del libro aparece una inscripción, «DE MANO DE DOMENICO», con caracteres griegos en mayúsculas.

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