lunes, 2 de octubre de 2017

CUADROS POR ESTILO


El Retrato del cardenal Tavera es una obra de El Greco, realizada en 1609 durante su último período toledano. Se conserva en el Hospital de Tavera de Toledo.

Análisis[editar]

El cardenal Juan Pardo de Tavera fue el fundador del Hospital de San Juan Bautista de Toledo, que se conoce popularmente por el nombre del prelado o como Hospital de Afuera, al ubicarse extramuros de la ciudad. El Greco retrató al clérigo a título póstumo, ya que éste había fallecido en 1545, para lo que tomó como modelo la mascarilla fúnebre realizada por Alonso Berruguete.
En el cuadro se marcan profundamente las líneas del rostro, acabado por el malestar que le llevó a la muerte. Su figura se muestra en tres cuartos de perfil sobre un fondo neutro, tras una mesa ornada por un tapete verde donde descansa su capelocardenalicio, un libro, y la mano izquierda de Tavera. Aunque destaca el aspecto cadavérico del hombre, el cretense nos muestra también el lado fuerte y vital del eclesiástico. Los colores son muy vivos, en tonalidades verdes y carmesíes, y la pincelada es suelta, como en toda la etapa final de El Greco.







El Retrato del procurador Jacopo Soranzo es un cuadro del pintor italiano Tintoretto realizado en óleo sobre lienzo. Mide 106 cm de alto por 90 cm de ancho. Fue pintado en 1550, encontrándose en la actualidad expuesto en la Galería de la Academia de Venecia.
El cuadro muestra a Jacopo Soranzo, que como indica la inscripción parcialmente borrada, ocupó el cargo de procurador en 1550. Tintoretto tomó la imagen del retratado de otro lienzo de gran tamaño obra suya, en el que el procurador aparecía en el centro del mismo rodeado por su familia, dicho lienzo se conserva actualmente dividido en tres partes en el Castillo de los Sforza en Milán.










Sagrada Familia es una obra de El Greco, realizada entre 15951596 durante su segundo período toledano. Se conserva en el Hospital de Tavera de Toledo.

Análisis[editar]

El tema de la Sagrada Familia fue empleado varias veces en la obra de El Greco. Aquí brinda una reinterpretación bastante parecida a la obra que realizó para el Hospital de Santa Cruz. Las principales variaciones son la introducción del tema de la Virgen de la Leche y la ausencia del San Juan niño (personaje que sí aparece en la otra); mientras que varía muy poco la actitud de san José y la postura de santa Ana.
Es una escena muy similar a aquellas producidas por El Greco durante su estancia en Roma, lo que produce que este cuadro tenga una gran vividez y sea muy próximo al espectador. Destacan los rasgos lumínicos de la obra, así como las figuras ampliadas y estilizadas. Sin embargo, los pesados ropajes no permiten contemplar la anatomía de las figuras, con excepción de la Virgen María y el Niño Jesús.


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