Venus de Urbino, también llamada Venus del perrito, es una célebre pintura al óleo sobre lienzo cuyas dimensiones son de 119 cm x 165 cm, realizada en 1538 por Tiziano.
En 1631 este cuadro se encontraba en la colección de los Médicis; desde 1736 se encuentra en la Galleria degli Uffizi(Florencia).
En 1631 este cuadro se encontraba en la colección de los Médicis; desde 1736 se encuentra en la Galleria degli Uffizi(Florencia).
La pintura, cuyo comitente fue Guidobaldo II della Rovere, entonces hijo del duque de Urbino, representa a una joven desnuda semitendida sobre un lujoso lecho en el interior de un palacete veneciano. En el fondo se observa una gran ventana por donde entran leves reflejos de la laguna y se observa el cielo tras un árbol; al lado de la ventana se encuentran dos criadas casi enigmáticamente de espaldas acomodando ropas en un cassone o arcón de bodas; el arcón parece evocar el mito de la caja de Pandora. A los pies de la joven desnuda duerme un perrito; la presencia del perro es signo de que la representada no es una diosa, sino una mujer real, aunque no se sabe exactamente quién es. Algo más: el perro, típica alegoría de la fidelidad, aquí aparece, sugerentemente, dormido.
Aunque esta pintura se encuentra directamente inspirada por la Venus dormida del Giorgione, es evidente que se aleja del idealismo característico del Renacimiento italiano. La mayor diferencia con las Venus típicas es que la joven aparece obviamente consciente y orgullosa de su belleza y su desnudez; no existe ningún elemento que provoque la sensación de un distanciamiento "divino": ella mira de un modo dulce, cómplice y decidido al que la observa, mientras su mano izquierda se apoya sobre el pubis, que se ubica en el centro de la composición. Las flores en la mano derecha resaltan el aura de erotismo ya reforzada por la luz casi dorada que ilumina al cuerpo. El color claro y cálido del cuerpo produce una impresión de sensual indolencia, realzada en el contraste con el oscuro del fondo y el colchón; en efecto, el color oscuro del lienzo de la pared provoca una cesura en la mirada que entonces se centra en el cuerpo de la mujer. La fuga de la perspectiva se dirige hacia la derecha y está acentuada por las criadas figuradas totalmente vestidas y con tonos fríos que aportan una cuota de realismo, la presencia de la columna y el árbol en el punto de fuga, y los sucesivos planos iluminados y sombreados que se resaltan en las baldosas. Todo esto hace destacar a la joven desnuda que se encuentra dispuesta en una elegante línea oblicua.
Aunque la obra mantiene elementos del Giorgione, Tiziano innova al exponer claramente la voluptuosidad merced al tratamiento resuelto del desnudo y a la gran pureza formal del conjunto.
Aunque la obra mantiene elementos del Giorgione, Tiziano innova al exponer claramente la voluptuosidad merced al tratamiento resuelto del desnudo y a la gran pureza formal del conjunto.
Esta obra de Tiziano fue motivo principal de inspiración para la Olympia de Édouard Manet.
La Venus del espejo es un cuadro de Tiziano pintado al óleo sobre lienzo y datado en 1555. Sus dimensiones son 124 x 104 cm y se conserva en la Galería Nacional de Artede Washington D.C..
Historia[editar]
Tiziano realizó varios trabajos con este mismo motivo, pero se cree que esta fue la primera y la única versión pintada enteramente por la mano del maestro sin ayuda de sus asistentes.1
Se piensa que hizo otra copia de esta Venus para el abogado veneciano Niccolo Crasso, el cual, por aquel mismo tiempo, también encargó a Tiziano la obra del Retablo de San Nicolas de Bari. Un dibujo de esta versión fue incluido por Anthony van Dyck en su álbum de apuntes realizado durante su viaje a Italia. Esta copia se ha perdido, pero existe un estudio sobre ella que se conserva en el Museo Hermitage.1
Tiziano pensó en hacer otra copia más, la cual envió a su patrón habitual el rey Felipe II. Esta versión también se ha perdido aunque Rubens hizo una copia de ella que se conserva en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Tiziano conservó esta obra en su casa hasta su muerte en 1576. En 1581 el contenido de su casa de Venecia, incluyendo "La Venus del espejo", fue vendido por su hijo a Christoforo Barbarigo. En 1850, el cónsul ruso en Venecia adquirió la pintura, entre otras muchas obras maestras, a Barbarigo para el Zar Nicolás II. El pagó total ascendió a 525.000 francos y las obras se enviaron al Museo del Hermitage en San Petersburgo.2
En 1931, debido a la necesidad de divisa extranjera para el primero de los planes quinquenales de la Unión Soviética, Joseph Stalin y el gobierno soviético vendieron secretamente la "Venus del espejo" junto a otro gran número de obras a un consorcio de corredores de arte, quien a su vez lo vendió al coleccionista americano Andrew Mellon, quien deseaba crear un museo nacional de arte en los Estados Unidos. Mellon donó el cuadro al gobierno de los Estados Unidos en 1937.3 La Venus del espejo fue una de las primeras obras maestras en ser expuestas en la Galería Nacional de Arte en Washington cuando abrió sus puertas en 1941.2
Descripción[editar]
La de la Venus recuerda a las estatuas clásicas de la Venus de Médici en Florencia o la Venus Capitolina en Roma, las cuales Tiziano pudo haber visto y referirse a ellas cuando escribió "Aprendo de las maravillosas piedras antiguas". La pintura puede querer celebrar la belleza ideal de las formas femeninas o ser crítica con la vanidad, o quizás ambas.4
Los Rayos X sobre la pintura han revelado que Tiziano pintó otro retrato en el mismo lienzo que no terminó. No obstante, Tiziano conservó el manto rojo de una de las figuras del cuadro abandonado y lo situó bajo los brazos de la Venus.5 El aprovechamiento de este manto para la nueva pintura posiblemente jugó un papel importante en la composición de la obra.1
Trabajos que pueden haber influenciado en Tiziano[editar]
La pose de la pintura puede estar influenciada por las estatuas de Venus de la Grecia y Roma clásicas que Tiziano habría visto en Roma y Florencia. También está influenciado por su maestro Giovanni Bellini, quien fue responsable de la Escuela veneciana, pintores conocidos todos por su maestría en el uso del color.
Influencia en trabajos de otros artistas[editar]
El tema de la pintura fue posteriormente adaptado por numerosos artistas, incluyendo Peter Paul Rubens y Diego Velázquez.
La obra sirvió de inspiración para Severin, la protagonista de la novela de 1870, La venus de las pieles de Leopold von Sacher-Masoch.
No hay comentarios:
Publicar un comentario