El Túnel de Eupalino o Acueducto Eupaliniano (griego: Efpalinion orygma, Ευπαλίνιον όρυγμα) es un túnel de 1.036 m de largo en Samos, Grecia, construido en el siglo VI a. C. para servir como acueducto. Dicho túnel es el segundo que se conoce en la historia que fue excavado desde ambos extremos (griegoamfistomon, αμφίστομον, 'que tiene dos entradas'), y el primero con un enfoque metódico en hacerlo.1 El túnel de Eupalino era también el túnel más largo de su tiempo. Hoy es una popular atracción turística.
El túnel de Eupalino fue, junto con el Pitagoreo y el Hereo de Samos, registrado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en el año 1992.
Datos históricos[editar]
En el siglo VI a. C., Samos estaba gobernada por el famoso tirano Polícrates.
Durante su gobierno, dos grupos de trabajadores bajo la dirección del ingeniero Eupalino de Megara cavaron un túnel a través del monte Kastro para construir un acueducto para abastecer a la antigua capital de Samos, (que hoy es llamado Pitagoreión), con agua fresca. Esto era de la mayor importancia defensiva, ya que el acueducto al correr bajo tierra no era fácil de ser encontrado por un enemigo que quisiera cortar el abastecimiento de agua.
El acueducto de Eupalino fue usado durante mucho tiempo, como lo prueban los hallazgos arqueológicos. Fue descubierto en 1882-1884 y actualmente está abierto al público.
El texto de Heródoto[editar]
El acueducto o túnel de Eupalino es citado por Heródoto:
Y sobre los samios, ellos hicieron las tres obras más grandiosas del mundo griego: en un monte de unos 226 m de altura abrieron un túnel que comienza en la falda y que presenta una boca en cada ladera. La longitud del túnel es de siete estadios,3 mientras que su altura y su anchura tienen, respectivamente, ocho pies.4De un extremo a otro del mismo hay excavado, además, otro túnel, de veinte codos de profundidad5 y tres pies de anchura,6 a través del cual llega hasta la ciudad, procedente de una gran fuente, el suministro de agua, que va encauzada por unos conductos. El ingeniero de dicho túnel fue el megareo Eupalino, hijo de Naústrofo. Esta es, en suma, una de las tres obras;...Heródoto, Heródoto III.60.
Técnicas topográficas[editar]
El método que empleó Eupalino para hacer que los dos grupos se encontraran en el medio de la montaña, está documentado por Hermann J. Kienast y otros investigadores. Con una longitud de 1036 metros, el subterráneodel acueducto de Eupalino es famoso hoy como una de las obras maestras de la ingeniería de la antigüedad.
Eupalino era consciente de que los errores en la medición podían hacerle perder el punto de encuentro de los dos equipos, horizontalmente o verticalmente. Por lo tanto, empleó las siguientes técnicas:
En el plano horizontal[editar]
Desde dos líneas paralelas nunca encontradas, Eupalino reconoció que un error de más de dos metros horizontalmente (aproximadamente la sección de cruce era de 1,8 por 1,8 m), le haría perder el punto de encuentro. Habiendo calculado la posición esperada, cambió la dirección de ambos túneles, como se muestra en la imagen (uno a la izquierda y el otro a la derecha) para que un punto de cruce pudiera estar garantizado incluso si los túneles estaban previamente paralelos y lejanos.
Las posibilidades de encuentro de los dos túneles, incrementando la altura de ambos. En el túnel del norte mantuvo el suelo horizontal e incrementó la altura del techo, mientras que en el túnel del sur, mantuvo el techo horizontal e incrementó la altura cambiando el nivel del suelo. Sus precauciones en este sentido fueron innecesarias, debido a que las mediciones indican que prácticamente no había ningún error.
Datos constructivos[editar]
Explorado completamente en los años 70, el acueducto llevaba el agua de una fuente situada en la vertiente norte del Ampelos: el agua se recogía en una gran cisterna y se hacía pasar por unas tuberías de terracota, por las que llegaba al túnel.
El túnel atravesaba en una longitud de 1045 m el Ampelos y estaba compuesto de dos partes: un acceso y una galería inferior por la que pasaba la canalización propiamente dicha.
El primero, de 1,90 m de altura y 63 cm de anchura, está excavado en la roca. Tan sólo en algunos tramos se hizo necesario un arreglo artificial con grandes bloques de piedra caliza y techo a dos aguas. En el fondo de este pasadizo superior se excavaron una serie de pozos, a partir de los cuales se procedió a la abertura del canal, de apenas 1,50 m de altura, en el que se encontraba la conducción de terracota. La salida del túnel se encontraba en el interior de la muralla y, desde aquí, la conducción continuaba hasta una o más fuentes que aún no han sido localizadas.
El primero, de 1,90 m de altura y 63 cm de anchura, está excavado en la roca. Tan sólo en algunos tramos se hizo necesario un arreglo artificial con grandes bloques de piedra caliza y techo a dos aguas. En el fondo de este pasadizo superior se excavaron una serie de pozos, a partir de los cuales se procedió a la abertura del canal, de apenas 1,50 m de altura, en el que se encontraba la conducción de terracota. La salida del túnel se encontraba en el interior de la muralla y, desde aquí, la conducción continuaba hasta una o más fuentes que aún no han sido localizadas.
En las paredes del túnel superior se había pintado en caracteres arcaicos la inscripción parádeigma, que indicaba el «modelo» a seguir en los trabajos. A lo largo de toda la galería inferior corre un línea horizontal que indicaba el nivel exacto que había de seguirse en la excavación. Así se consiguió una pendiente bastante regular de 0,4 %. Cada 63 m hay una señal vertical, que lleva al lado un número y un nombre, el del responsable de cada uno de los grupos de trabajos.
La Torre de los Vientos es un edificio en forma de torre, de planta octogonal, sito en el Ágora romana de Atenas. Se trata de un Horologiono reloj. Sus dimensiones son 12 metros de altura y casi 8 metros de diámetro. (No debe confundirese con la Torre Gregoriana, también llamada Torre de los Vientos).
Historia[editar]
La Torre de los Vientos fue construida, en la primera mitad del siglo I a. C., por Andrónico de Cirro, astrónomo procedente de Cirro (Macedonia). En el período cristiano temprano, la torre fue convertida en iglesia o en baptisterio de una iglesia adyacente. La zona situada al noreste de la entrada fue ocupada por un cementerio cristiano. En el siglo XV, Ciríaco de Ancona menciona el monumento como el templo de Eolo, mientras que un viajero anónimo se refiere a ella como una iglesia. En el siglo XVIII, el edificio fue utilizado como el tekke de los derviches. A comienzos del siglo XIX, la torre se hallaba parcialmente enterrada. Fue excavada por la Sociedad Arqueológica de Atenas entre 1837 y 1845.2
Descripción[editar]
La Torre de los Vientos tiene planta octogonal, con lados de 3,20 m de longitud. Se alza sobre una base de tres peldaños y está construida con mármol blanco del Pentélico. Cuenta con un techo cónico, un anexo cilíndrico en el lado sur y dos porches corintios, uno al noreste y otro al noroeste. En la parte superior de cada uno de sus ocho lados hay un relieve que representa a un viento. Está simbolizado por una figura masculina con los atributos apropiados y su nombre grabado en la piedra. En las paredes externas había diales de reloj de sol. El interior contenía una clépsidra o reloj de agua.2
Se hallaba dotada con una brújula y posiblemente una veleta ubicada en el tejado con la que apuntaba a cada uno de sus ocho lados, que representa una dirección del viento según la rosa de los vientos, orientados a los puntos cardinales, muestra un relieve que representa al viento asociado a ese punto: Bóreas (N), Kaikias (NE), Euro (E), Apeliotas (SE), Noto (S), Lips (SO), Céfiro (O), y Skiron (NO).
El Antiguo templo de Atenea era un templo griego, situado en la Acrópolis de Atenas. Sus ruinas pueden verse entre el Partenón y el Erecteión.
Historia[editar]
Fue construido probablemente antes del año 525 a. C., substituyendo un importante santuario dedicado a Ateneadel siglo VII a. C. (periodo geométrico), edificado a su vez sobre un palacio micénico.1
El edificio fue dañado por los persas durante la Segunda Guerra Médica (480 a. C.), pero fue reparado poco después. Algunas partes de su entablamento se incorporaron al muro de fortificación de la Acrópolis. Se menciona en una inscripción datada hacia 470-450 a. C., por la cual se ha deducido que estaba asociado a la fiesta de las plinterias. Fue víctima de un incendio de nuevo en 406 a. C., según un pasaje de Jenofonte(Helénicas I,6,1), después de la finalización del Erecteión, y nunca fue reconstruido.12
El templo fue descubierto en 1885 y Wilhelm Dörpfeld fue el primero en identificarlo. Sólo restan los cimientos de su lado sur, hacia el Erecteión, junto con las bases de dos columnas de piedra del templo geométrico. Al este del edificio, en el lecho de roca, se observan trazas del altar de Atenea correspondiente al templo.1 También se conservan partes de la decoración escultórica que se cree que pertenecían a este templo, en particular los restos de un frontón que representaba la Gigantomaquia.3
Descripción[editar]
El edificio era de piedra, rodeado por un pórtico de columnas de madera. Durante los años 600-590 a. C. se construyó la columnatade piedra y se hizo la decoración escultórica de los frontones con temas de Heracles. En la época de Pisístrato, hacia el 520 a. C., se reformó de nuevo y en uno de sus frontones se realizó una representación de la gigantomaquia, que tenía en la diosa Atenea su tema principal.
El templo era dórico y períptero, con 6 columnas en los lados cortos y 12 en los largos. La disposición interior era bastante inusual. La parte este del templo constaba de un pronaos dístilo in antis y un naos dividida en tres naves por dos filas de columnas. La parte oeste de la cella constaba de tres cámaras.4 Las metopas, cornisas y tejas eran de mármol, mientras que el resto del edificio fue construido con piedra caliza.1 Se ha recuperado parte de su decoración escultórica, que se encuentra en el Museo de la Acrópolis.
La naos albergaba la estatua de culto de Atenea, un xoanon antiquísimo, realizado en madera de olivo, que representaba a la diosa. Esta estatua era muy venerada, puesto que se creía que había caído del cielo en la época de Erecteo. La estatua se salvó del saqueo persa del año 480 a. C., ya que fue trasladada a Salamina, y posteriormente volvió a ser ubicada en la Acrópolis, en el Erecteión. Era vestida con un peplo nuevo cada año y tenía joyas de oro.
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