jueves, 4 de abril de 2019

CUADROS POR ESTILO

BARROCO

El Retrato del artista con su familia es una pintura al óleo sobre tela de Jacob Jordaens (1593-1678) conservada en el museo del Hermitage de San Petersburgo.
En el siglo XVIII perteneció al duque de Portland; después entró en la colección de Horace Walpole en su castillo de Houghton Hall y fue vendida en 1779, después de su muerte, al museo imperial del Hermitage, bajo la emperatriz Catalina II. La tela estaba atribuida entonces a Adam van Noort, suegro y maestro de Jordaens. Hasta más tarde no se identificó a los personajes: a la izquierda, Jordaens está representado tocando el laúd, cerca de su padre. A la derecha, se encuentra la madre de la artista, rodeada de sus niños y de su hija menor sobre las rodillas. Los ángeles de arriba simbolizan las almas de los niños muertos. Una sirviente al fondo trae un plato de fruta.
Jacob Jordaens muestra aquí perfectamente su arte, aunque que sólo tiene veintidós años.
Este cuadro recuerda el Retrato del maestro con la familia de Adam van Noort (1616), conservado a la Staatliche Kunstsammlungen de Cassel (Hesse).









Retrato del Conde-Duque de Olivares, es un cuadro atribuido a Velázquez (Sevilla6 de junio de 1599 – Madrid6 de agosto de 1660). Pertenece al género del retrato. El lienzo se expone en el Museo de Arte de São Paulo, en Brasil.

Historia y características de la obra[editar]

Para José López-Rey se trataría de uno de los tres retratos encargados por Antonia de Ipeñarrieta (del rey, del conde-duque y de su difunto esposo García Pérez) por los que Velázquez firmó un recibo de pago de 800 reales en diciembre de 1624. Jonathan Brown cuestiona su autografía aunque admite la existencia de un prototipo velazqueño.
En el lienzo aparece el conde-duque de pie, con la mano izquierda sobre la empuñadura de su espada, apoyando su mano derecha sobre una mesa donde se advierte parte de un sombrero, que a su vez reposa en un tapete de terciopelo, y viste un sobrio traje negro con capa, pero luciendo los símbolos de su poder, una cadena de oro con grandes eslabones, las espuelas de oro como caballerizo mayor, la llave de mayordomo en la cintura y en el traje grabada la cruz roja de la Orden de Calatrava, haciendo notar la importancia, el poderío y la seriedad del personaje.
Destaca también el enorme busto con el cuello de plato liso, en comparación con el tamaño más reducido de la cabeza, lo que genera un impacto visual curioso.









El Conde-Duque de Olivares fue pintado por Velázquezhacia 1625 y se conserva en la colección particular de José Luis Várez Fisa de Madrid.

Historia del cuadro[editar]

Este retrato es el segundo que Velázquez realizó a don Gaspar de Guzmán tras el que le hizo en 1624 y que se conserva actualmente en el Museo de Arte de São Paulo.
El motivo de este segundo retrato con tan sólo un año de diferencia con respecto al primero se debe probablemente a que en 1624 el Conde-Duque cambió de orden militar pasando de la de Calatrava, con cuya cruz bordada aparece en el primer retrato, a la de Alcántara cuya cruz ya luce en este lienzo.

Descripción del cuadro[editar]

De este retrato existen dos ejemplares, el que nos ocupa y otro que se conserva en la Hispanic Society of America de Nueva York.
En ambos lienzos aparece el Conde-Duque de pie, vestido con un traje de seda azul verdoso oscuro cruzado en bandolera por una gran cadena de oro y sobre el que aparece bordada la cruz verde de la Orden de Alcántara que también aparece sobre la capa.
Versión del cuadro que se conserva en la Hispanic Society de América.
Destaca asimismo un lazo dorado sobre el corazón del retratado. La mano derecha sostiene una fusta y aparece apoyada sobre una mesa con tapete rojo mientras que la izquierda reposa sobre el pomo de la espada. Las dos versiones de esta obra se diferencian en que en la que se conserva en la Hispanic Society of America aparece una cortina recogida en la esquina superior derecha y en que en el dedo meñique de la mano izquierda, el retratado luce una sortija.



















El Retrato del Conde-Duque de Olivares es un cuadro del pintor Diego Velázquez, realizado en 1638, que se encuentra en el Museo del Hermitage de San PetersburgoRusia.
Es un retrato de Gaspar de Guzmán, primer ministro de Felipe IV, pintado por Velázquez como pintor de la corte, gracias a quién había conseguido ese puesto. De hecho, lo pinto en su taller dentro del Palacio Real de Madrid. El modelo ofrece su gesto tranquilo y gentil, pero trasmisor de su enérgico carácter y sobresaliente inteligencia.1​Velázquez realizaría múltiples retratos de este personaje histórico.


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