viernes, 5 de abril de 2019

CUADROS POR ESTILO

EL BARROCO

Santa Margarita es un lienzo de Francisco de Zurbaránconservado en la National Gallery de Londres, que la adquirió en 1903. Allí se exhibe con el título de Saint Margaret of Antioch. Forma parte del conjunto de lienzos conocidos como Santas de Zurbarán.
Su datación exacta se desconoce. Algunos autores indican que fue realizada hacia 1630,1​ mientras que la página web de la National Gallery habla de 1630-1634. Pertenece, de cualquier manera, a la primera época de Zurbarán, en la que se aprecia cierta influencia de Caravaggio.1
Es posible que formara parte de una serie dedicada a santasvírgenes, con destino a conventos de España o Hispanoamérica.1​ El taller del pintor era famoso por realizar numerosos cuadros de este tipo. Esta pintura resulta inusual en el sentido de que parece ser totalmente autógrafa del pintor.
Margarita de Antioquía está incluida entre las santas mártirescristianas. Cuidaba del rebaño de ovejas de su niñera1​ y fue encarcelada y torturada por defender su virginidad frente a los intentos de un prefecto romano.

Análisis del cuadro[editar]

Los ojos y los rasgos del rostro hicieron pensar a algunos críticos que se trataba de la misma modelo que se utilizó para pintar a Santa Águeda.
Zurbarán representa a Santa Margarita con los trazos de una elegante pastora, con un atuendo muy refinado.1​ El bastón que sostiene en la mano, que podría pasar por un báculo de no estar terminado por un gancho. El gancho alude a una de las torturasque padeció, según la leyenda: ser lacerada con un gancho. La presencia de un dragón alude a la leyenda que narra su encarcelamiento durante el cual el diablo bajo la forma de un dragón aparece a Santa Margarita para tentarla y que esta consigue derrotarlo.
«Esta bella pastora, con una postura muy afectada, parece salida de una escena teatral. En efecto, en muchas de las procesiones o de los autos sacramentales llevados a cabo durante la semana del Corpus Christi, algunos historiadores hacen aparecer a esta santa, así como en las comedias de las Santas representadas en las corralas (recinto en el que se representaban comedias) de Sevilla, y, tal vez, Zurbarán se inspirara en estas imágenes. Las heroínas son, siempre, muy jóvenes y hermosas, como la Santa Juana de Tirso de Molina, o la Santa Margarita de Enciso. Su belleza es descrita como un don del cielo, un reflejo del alma que resplandece misteriosamente y atrae, irresistiblemente, a todos los corazones».2
Es reconfortante el ver a un artista del siglo XVII, donde algunos querrían hacer pasar la espiritualidad por santurronería, que nos ofrece esta María de Antioquía que anticipa a las otras pastoras que son, en ocasiones, vírgenes mártires del barroco bávaro tal y como pueden verse, por ejemplo, en la basílica de los catorce santos (Vierzehnhiligen), aportando al tratamiento de las telas el mimo de un Memling en la obra El matrimonio místico de Santa Catalina.3
Zurbarán trabajó con gran detalle la vestimenta, las pintorescas alforjas que cuelgan del brazo izquierdo, así como el sombrero de paja y alas curvadas con el que va tocada.1
El rostro es rígido y frío.











Santa Práxedes es una pintura al óleo de autoría controvertida: deriva de otra casi idéntica pintada por Felice Ficherelli y los últimos análisis confirman que es obra juvenil de Vermeer, cuya firma ostenta.1​Por su tema religioso y por su estética difiere bastante de la producción habitual del maestro holandés.
La imagen repite la composición de otro cuadro catalogado como obra segura de Ficherelli, perteneciente a una colección privada de Ferrara. La versión de Vermeer hubo de pintarse hacia 1655, siendo posiblemente su primer cuadro conservado. La producción de Vermeer es muy escasa, al igual que los datos sobre su vida y formación. La primera obra fechada de Vermeer es La alcahueta, de 1656.2
El cuadro representa a la mártir Santa Práxedes al comienzo de la persecución de los romanos.
Esta versión atribuida a Vermeer empezó a barajarse como obra suya a partir de 1969, y se hizo famosa a partir de 1986, cuando científicos del Metropolitan Museum de Nueva York descubrieron en ella la firma del artista. Al año siguiente fue adquirida para la Colección Barbara Piasecka Johnson (gestionada por una fundación benéfica). En fecha más reciente, unos estudios en el Rijksmuseum de Ámsterdam terminaron por confirmar que los pigmentos empleados son plenamente coincidentes con los de otro cuadro juvenil del artista: Diana y sus ninfas. Ello dejó descartada la posibilidad de que fuese una pintura de origen italiano.
El cuadro permaneció en propiedad de la citada colección Piasecka Johnson hasta el 8 de julio de 2014, fecha de su subasta en la sala Christie's; se adjudicó en 10,7 millones de dólares (7,8 millones de euros). Este precio es ostensiblemente bajo para un artista como Vermeer y se explica porque la obra, de diseño ajeno, no es representativa de su estilo y temática más personales. Otra pintura más típica de él, Dama sentada ante un virginal, alcanzó diez años antes los 24 millones de euros.










El cuadro representando a las Santas Justa y Rufina es un óleo sobre lienzo del pintor barroco español Bartolomé Esteban Murillo realizado hacia el año 1666. Mide 200 cm de alto por 176 cm de ancho y se encuentra actualmente en el Museo de Bellas Artes de la ciudad de Sevilla (España).
Por otra parte, el Meadows Museum (Dallas, EE.UU.) ha confirmado, después de seis años de investigación, la procedencia de los retratos de las santas Justa y Rufina, arrebatados por los nazis a una familia de banqueros judíos en París. La revista Ars Magazine ha desvelado esta novelesca historia, rescatada también por Diario de Sevilla'Los murillos de Sevilla que robaron los nazis'.

Características[editar]

Se trata de una de las pinturas realizadas para decorar la iglesia del Convento de los Capuchinos de Sevilla. Están retratadas ambas hermanas, de pie, sosteniendo en las manos una representación de la Giralda, pues popularmente se creyó que fue su intercesión la que impidió que el minarete, para entonces ya campanario de la catedral se cayera en el terremoto de 1504. Las vasijas de barro que aparecen en el suelo son atributo de las santas, al ser hijas de un alfarero. También, por ser mártires, aparece la hoja de palma del martirio.


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