viernes, 12 de abril de 2019

POESÍAS


RUBEN DARÍO

A un poeta
de Rubén Darío 

Nada más triste que un titán que llora,
Hombre-montaña encadenado a un lirio,
Que gime fuerte, que pujante implora:
Víctima propia en su fatal martirio.

Hércules loco que a los pies de Onfalia
La clava deja y el luchar rehusa,
Héroe que calza femenil sandalia,
Vate que olvida a la vibrante musa.

¡Quién desquijara los robustos leones,
Hilando esclavo con la débil rueca;
Sin labor, sin empuje, sin acciones;
Puños de fierro y áspera muñeca!

No es tal poeta para hollar alfombras
Por donde triunfan femeniles danzas:
Que vibre rayos para herir las sombras,
Que escriba versos que parezcan lanzas.

Relampagueando la soberbia estrofa,
Su surco deje de esplendente lumbre,
Y el pantano de escándalo y de mofa
Que no lo vea el águila en su cumbre.

Bravo soldado con su casco de oro
Lance el dardo que quema y que desgarra,
Que embiste rudo como embiste el toro,
Que clave firme, como el león, la garra.

Cante valiente y al cantar trabaje;
Que ofrezca robles si se juzga monte;
Que su idea, en el mal rompa y desgaje
Como en la selva virgen el bisonte.

Que lo que diga la inspirada boca
Suene en el pueblo con palabra extraña;
Ruido de oleaje al azotar la roca,
Voz de caverna y soplo de montaña.

Deje Sansón de Dalila el regazo:
Dalila engaña y corta los cabellos.
No pierda el fuerte el rayo de su brazo
Por ser esclavo de unos ojos bellos.












A un poeta
de Rubén Darío 

Te recomiendo, a ti, mi poeta y amigo,
que comprendas mañana mi profundo cariño,
y que escuches mi voz en la voz de mi niño,
y que aceptes las hostia en la virtud del trigo

Sabe que cuando muera yo te escucho y te sigo
que si haces bien, te aplaudo; que si haces mal, te riño;
si soy lira; te canto, si soy cíngulo; te ciño;
si en tu cerebro; seso; y en tu vientre; ombligo.

Y comprende que en el don de la pura vida,
que no se puede dar manca ni dividida,
para los que creemos que hay algo supremo,
yo me pongo a esperar a la esperanza ida,
y conduzco entre tanto la barca de mi vida;
Caronte es el piloto, mas yo dirijo el remo.











A un poeta (Rubén Darío)
Esta poesía forma parte del libro Lira póstuma - Vol. XXI
A UN POETA

Te recomiendo a ti, mi poeta y amigo,
que comprendas mañana mi profundo cariño,
y que escuches mi voz en la voz de mi niño,
y que aceptes la hostia en la virtud del trigo.


 Sabe que cuando muera yo te escucho y te sigo;
que si haces bien, te aplaudo; que si haces mal,te riño;
si soy lira, te canto; si cíngulo, te ciño;
si en tu cerebro, seso, y si en tu vientre, ombligo.

 Y comprende que en el don de la pura vida
que no se puede dar manca ni dividida
para los que creemos que hay algo supremo,


 yo me pongo a esperar a la esperanza ida,
y conduzco entretanto la barca de mi vida;
Caronte es el piloto, mas yo dirijo el remo.













A una colombiana
Esta poesía forma parte del libro Lira póstuma - Vol. XXI
A UNA COLOMBIANA

Sabe: más de una amorosa
 Rosa
ante tu frente risueña
 sueña.
Dando su amable doctrina
 trina
el ruiseñor ante ti,
 y
el que se acerca a tu llama
 ama.

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