El Hotel Sevilla es un edificio histórico situado en la ciudad de Algeciras (provincia de Cádiz) España. El edificio fue construido en el lugar donde antes se encontraba la sede de la Aduana de la ciudad en la calle Segismundo Moret cerca de la estación de ferrocarril, de los muelles del puerto y de otras instalaciones hoteleras de la ciudad como el Hotel Anglo-Hispano, el Hotel Reina Cristina o el Hotel Término, en lo que antes había sido la desembocadura del río de la Miel, hoy urbanizado con el nombre de Paseo del Río de la Miel.1
Su edificación tuvo lugar entre los años 1922 y 1925 por parte del arquitecto madrileño Emilio Antón Hernández, siendo propiedad el inmueble del empresario Miguel González Gómez de Nievas, Conde de Isla Verde. Aunque de proporciones no muy destacables en planta es de especial interés la fachada principal. Catalogado como de estilo historicista neobarroco posee cuatro plantas y planta en «L» haciendo esquina con las calles Segismundo Moret y Santacana. Tres diferentes estilos decorativos se presentan en la planta baja, la primera y segunda planta y la tercera. En la planta baja destacan los amplios ventanales y los paños decorados con un bandeado a modo de sillares almohadillados. En la primera y segunda planta las ventanas son altas y estrechas con balaustres y frontón triangular. En la tercera planta las ventanas son aún más estrechas y numerosas enmarcadas por pilastras y arcos de medio punto. En los extremos del edificio se sitúan balcones salientes con grandes pilastras rematados por pináculos y elementos barrocos que homogeneizan los estilos de las cuatro plantas.2 Aunque actualmente ha perdido una estructura cupular que coronaba la puerta principal todavía es posible advertir la espectacularidad que su arquitectura le confería en su tiempo. Los balcones mensulados, los remates del edificio, los balaustres y los elementos decorativos de motivos vegetales y geométricos, a veces excesivos, imprimen al edificio un aspecto de casa señorial que destaca sobre los edificios populares de los entornos.3
En la actualidad el edificio del Hotel Sevilla tiene uso residencial, donde habita la familia González-Gaggero y se encuentra protegido como Arquitectura de notable interés arquitectónico Grado 2 en el Plan General de Ordenación Urbana de Algeciras. En el pasado, una vez terminado su uso hotelero en los años 50 fue sede local de la empresa Transmediterránea y de los Juzgados de Algeciras, actualmente tiene uso residencial.
El Oratorio de Santa María Reina y Madre es un templo cristiano católico, situado en el centro histórico de la ciudad de Málaga, España.
Historia
Desde su bendición en 2008 es sede de la Cofradía de las Penas.
Descripción
El techo y las paredes del templo están exornados con pinturas de Raúl Berzosa Fernández.
Horario de misas
De octubre a abril a las 18 horas y a las 19 horas. Festivos: 12.30 horas y 20 horas. De mayo a septiembre, los días de diario: 19 horas y 20 horas. Festivos: 11.30 h. y 20 h.
El oratorio del Santo Cristo del Olivar, conocido también como oratorio del Olivar, es una iglesia de culto católico de la ciudad de Madrid (España).
Está situada en el nº 4 de la calle Cañizares, casi enfrente de la iglesia de San Sebastián, cerca de la calle de Atocha. Desde el año 1966 ostenta el rango de iglesia parroquial.
Historia
El origen del oratorio se remonta al siglo XVII. En el año 1608 se había fundado la Real Congregación de los Indignos Esclavos del Santísimo Sacramento, una asociación piadosa que tenía como fin la exaltación de la Eucaristía; la congregación gozó desde el principio de gran éxito entre los fieles madrileños y contó con el apoyo de la realeza.1
Tras tener su sede en sucesivas iglesias madrileñas, en el año 1647 la congregación erigió su propia sede con iglesia y una casa en terrenos que había comprado previamente, encomendando las obras al maestro Manuel Aguiar. El año siguiente fue inaugurado el oratorio.
El templo, al que Ramón Mesonero Romanos llama "El Sacramento", sufrió numerosos expolios y pérdidas durante la Guerra de la independencia, las desamortizaciones... con todo, fue en el siglo XX cuando más modificaciones sufrió la fábrica antigua.2
De 1910 a 1919, oratorio y casa cural anexa fueron totalmente rehechos por el arquitecto Enrique María Repullés y Vargas, quizá como consecuencia del mal estado de los edificios preexistentes. Repullés siguió en el nuevo edificio los cánones de la arquitectura barroca madrileña, resultando un templo de tres naves separadas por pilares con pilastras adosadas, cubriéndose con bóveda de cañón con lunetos la nave principal y bóvedas de arista las laterales. El crucero se remata por una pequeña cúpula sin tambor. Estos resabios barroquizantes quedan matizados en la sobria fachada principal, realizada en ladrillo, que Repullés concibió en estilo ecléctico, mezclando elementos renacentistas como la ventana con serliana con otros neoclásicos o barrocos.
Durante el periodo antecedente a la Guerra Civil Española, el templo sufrió gravísimos destrozos. Desaparecieron casi todas las imágenes y retablos, que habían sido respetados por la reforma en su mayor parte. Reparada después de la guerra, la iglesia quedó encomendada a la Orden de Predicadores (dominicos), que ya desde 1899 se desempeñaban como capellanes de la Real Congregación.
El oratorio, hoy iglesia parroquial, muestra las sencillas líneas levemente barroquizantes que diseñó Repullés. Los altares y decoración son contemporáneos en su mayoría, aunque se han conservado dos importantes obras antiguas: en primer lugar, el Santo Cristo de la Fe, escultura barroca obra de Manuel Pereira, que preside un moderno retablo de madera sin policromar. Originalmente, la imagen formaba un Calvario, con las imágenes de María y san Juan Evangelista flanqueando el Crucificado; las dos imágenes laterales fueron destruidas en la Guerra Civil, quedando el Cristo también algo dañado, como se puede observar en fotografías antiguas, donde se ven ligeras variantes en el paño de pureza y los brazos. Con todo, la actual talla es excelente muestra del arte de Pereira, de rasgos idealizados y fina anatomía.
La otra gran obra de arte que alberga el oratorio es La Virgen del Rosario, uno de los mejores grupos escultóricos de Luis Salvador Carmona. El escultor vallisoletano muestra en esta escultura su dominio del movimiento y la herencia de la gran escultura castellana de la que fue continuador. La talla muestra a María sedente en un trono, sosteniendo al Niño sobre una de sus rodillas, rodeados los dos por una gloria de ángeles niños y querubines entre nubes, tallados con gran esmero. La obra procede del desaparecido convento de Santo Tomás. El oratorio conservaba, además de esta, dos esculturas más de Carmona: una Piedad y un Cristo azotado; ambas, entre las mejores de la producción del maestro, desaparecieron durante la Guerra civil española y solo se conocen por fotografías antiguas y grabados.
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